17 Historias que muestran que las cosas raras que hacen algunas personas no tienen límites

hace 2 años

Todo el mundo hace cosas extrañas: algunos en pequeñeces y otros a gran escala. Las personas de la colección de hoy compartieron historias sobre sucesos extraños que van en contra de todo sentido común. Pero por otro lado, todos sabemos que todo es relativo.

En Genial.guru estamos seguros de que todos tenemos hábitos que los demás no entienden, por lo que deberíamos tratar de juzgar menos y mantener nuestro desconcierto en silencio.

  • Mi hijo y yo fuimos a visitar a su compañero del jardín de niños a su casa por primera vez. Nos pidieron que nos cambiáramos por completo afuera de la puerta del departamento. Pensé que, aunque tenía una buena figura, no estaba preparada para eso. Nos dimos vuelta y nos fuimos. © Оlya Gudimov / Facebook

  • El esposo de mi hermana le prohibió usar pantalones, creyendo que solo un vestido o una falda hacen que una mujer sea femenina. Trató de obligarme a mí también a no usar pantalones, pero no lo logró. © Lena Semenyuk / Facebook

  • Mi historia favorita es la de la biblioteca, sobre un hombre que venía y pedía libros ilustrados al azar, les sacaba copias durante 5-6 horas y luego pegaba collages en la sala de lectura. © gorisharaga / Twitter

  • En mi juventud, tenía un novio que me compró un kilo de chocolates, pero puso la condición de que solo los comiera en su casa, porque tengo una hermana menor en mi casa y ella podría comérselos. Todavía no puedo olvidar esa “locura”, aunque han pasado 30 años. © Natalia Trembach / Facebook

  • Tenía un pretendiente. Fui a visitarlo por primera y última vez. Cada vez que me levantaba del sofá, inmediatamente tenía que acomodar perfectamente la manta donde estaba sentada. © Аlexandra Velmovskaya / Facebook

  • Un chico me invitó a su casa, tomamos té, charlamos, él y su madre sonreían misteriosamente. Cuando estaba por irme y me puse las botas, me miraron atentamente y ambos bajaron las cabezas. El chico me acompañó y dijo con tristeza que yo “resulté ser una mala persona”, ya que su gato “deja regalos en los zapatos de gente buena”. Yo estaba feliz, las botas eran nuevas y buenas, y ni siquiera pregunté qué clase de “regalos” eran esos. © Victoria Frolova / Facebook

  • Mi ex y yo entramos al edificio, llamé el elevador. La puerta se abrió de inmediato (se encontraba en la planta baja), entré al ascensor, pero él no se movió. Ante mi interrogante mirada, responde: “No entro a los elevadores que me esperan”. Esta frase se ha convertido en un eslogan entre mis amigos. © Elena Bazanova / Facebook

  • Cierro la puerta del congelador, que está a la altura de mi cabeza, únicamente con el pie. En esos momentos, me imagino que soy un samurái o al menos un maestro de algún arte marcial. © Oídoporahí / Ideer

  • Mi padre tiene un hábito: cada vez que se despide de mí por teléfono, me dice: “¡Hola!”. Y debido a esto, estoy constantemente confundido y no entiendo lo que está sucediendo. © Oídoporahí / Ideer

  • A veces parpadeo al ritmo de la música que estoy escuchando, así que, por momentos, me veo raro. © jaytazcross / Reddit

  • Simetría. Tengo que masticar la comida con el lado izquierdo y derecho de mi boca por igual, siempre terminando de masticar en el lado derecho. Además si toco algo casualmente con una mano, también tengo que tocarlo con la otra, por ejemplo, algo húmedo, suave, afilado, etc. © jefftak7 / Reddit

  • Cuando salgo de casa y quiero llegar hasta el metro en bus o microbús, voy a la parada, me paro y empiezo a dar 3 vueltas a mi alrededor, diciendo: “Bus-gatito y microbús-conejito, vengan”. Y a cada vuelta chasqueo los dedos de mi mano izquierda, y en un minuto llegan. Si yo no hago eso, no vendrán tan rápido. Hay momentos en que esto no funciona, pero esto ocurre solo porque no le di las gracias la vez anterior, dando golpecitos a la puerta. © Oídoporahí / Ideer

  • Una amiga contó cómo, después de 2 años de relación, su pareja le dio un ultimátum: o le daba 5 hijos o se separaban. Cuando ella le preguntó cómo planeaba mantener a su familia, él respondió que no esperaba tal mercantilismo de un ser querido y la dejó. © pippity_bobo / Twitter

  • Una mujer venía a nuestro salón para hacerse la manicura con su silla, la nuestra no le gustaba. La traía con cualquier clima. © kisa_sosisa / Twitter

Cuéntanos sobre hábitos extraños, tuyos o ajenos.

Comentarios

Recibir notificaciones

Lecturas relacionadas