En ocasiones podríamos pensar que no estaría nada mal obtener un gran fajo de dinero. Pero en realidad, hallar dinero en la calle puede provocar un montón de sentimientos encontrados. Como resultado, algunas personas hacen hasta lo imposible por encontrar a sus dueños, mientras que otros simplemente no le mencionan a nadie su hallazgo.
En Genial.guru leímos historias de personas que encontraron dinero de alguien más y se preguntaron profundamente qué hacer con él. En el bono te espera la prueba de que algunas abuelitas pueden superar incluso a cualquier joven.
- Una vez en el patio me encontré un dólar. ¡En ese entonces eso era mucho dinero! No había nadie a quien se lo pudiera devolver. Junto con mis amigos nos gastamos ese hallazgo en helados, chocolates, refrescos, cine y muchas cosas. Cada centavo fue bien aprovechado y gastado. Después nos enteramos de que el dinero era de mi tío, quien había llegado de visita desde su ciudad. Así que él fue quien nos otorgó una repentina diversión. ¡Gracias! @ Rosa Kamilova / Facebook
- Cuando era pequeña, encontré bastante dinero para aquella época. Llegué a casa y lo escondí sin decirle a nadie. Todos los días verificaba mi escondite y un día simplemente desapareció el dinero. Fui con papá y me dijo que no lo había visto, después con mamá y ella me dijo: “¿Era tu dinero? Pensé que era de tu papá”. Le dije que no, que yo lo había encontrado. Mi mamá levantó los hombros y dijo: “No debiste esconderle ese dinero a tu mamá”. Al final no me regresó nada. Fue algo muy triste. @ Ekaterina Velíkaya / Facebook
- Una vez me quedaba dinero para dos piezas de pan y faltaban dos días para que cobrara mi salario. Vi a una mujer pidiendo limosna y le di la mitad de mi dinero. Ese mismo día encontré un fajo de dinero y no logré encontrar a la persona que lo había perdido. @ Natalia Yaremenko / Facebook
- Una vez compartí con un niño un pastelito fresco, y después de eso encontré un poco de dinero. @ Valentina Sanduljak / Facebook
- Tenía unos 6 años. En la calle frente a la tienda a donde iba por el pan, encontré un billete (era bastante dinero para esa época). No había nadie cerca, comencé a gritar, preguntando quién lo había perdido, ya que mis padres me habían enseñado a no recoger las cosas ajenas. En ese momento salió un vendedor, lo tomó y me dijo que se lo daría a la persona que lo había perdido. Se lo conté a mi hermano mayor y durante mucho tiempo se estuvo riendo de mí. @Roza Kamilova / Facebook
- Una vez en la salida del metro, a un hombre se le cayó su dinero, yo corrí detrás de él y se lo devolví. Pasó el tiempo y un día una chica corrió detrás de mí para entregarme mi tarjeta bancaria. @Anastasiya Anatoliivna / Facebook
- Mi esposo encontró una cartera llena de dinero, cheques bancarios firmados y todo tipo de documentos. Llamó a su dueño y él fue a recogerla, pero le armó un escándalo a mi esposo reclamándole por qué se había puesto a revisar la cartera. @Ecaterina Climentovschi / Facebook
- En nuestra ciudad había un mercado muy famoso. Ahí muchos compraban ropa barata y los domingos estaba lleno de gente. Al dirigirme a la salida de ese mercado, me encontré con una multitud de personas. De pronto una mujer, sin siquiera mirarme, me entregó su cartera y me dijo: “Sosténmela, me voy a probar esto”. Al parecer me confundió con alguien más. Le regresé su cartera y le aconsejé ser más cuidadosa. En ese momento me arrepentí de eso. ¡Me volteó a ver como si yo le hubiera robado su dinero! No recuerdo exactamente qué, pero esta mujer me dijo algo grosero y ofensivo. Aún me siento incómoda cuando lo recuerdo. @Ana Kaplan / Facebook
- Estaba paseando por la playa a principios de los 2000. ¡En ese momento las olas arrojaron a mis pies un billete! Con una completa satisfacción, regresé al lugar en donde me había cambiado y no lo reconocí: ahí estaban mi playera, mi short y mi libro. ¡Sin embargo, mi bonita toalla de playa, mi gran manzana roja y mi bolso ya no estaban! En pocas palabras, siento que el destino me entregó de antemano una compensación. @ Tatiana Nayfeld / Facebook
- Tenía 5 años, iba de regreso a casa, encontré un monedero y se lo di a mi mamá (ella iba caminando un poco atrás de mí). Cuando abrí el monedero, ahí había una gran cantidad de dinero. Mi mamá me dijo que debíamos encontrar a su dueño y en eso vimos a una mujer corriendo y llorando. Mi mamá le preguntó qué le había pasado y ella dijo que había perdido su monedero y lo describió. Se lo devolvimos y nos fuimos a casa. @ Aleksandr Fiódorov / Facebook
- Iba de camino al trabajo por la mañana, era sábado, no había nadie en la calle, llegué a un paso a desnivel y detrás de la barandilla había varios billetes. Yo ganaba muy poco en ese entonces y eso hubiera podido ser un buen regalo. Me quedé mirándolos, pero seguí mi camino. ¿Para qué los quería? No eran míos. @ Ksenya Panteresse / Facebook
- Mi mamá encontró una cartera hace poco. Ella encontró a su dueño y se la devolvió. El dueño tampoco quedó muy contento. Nosotros no tomamos nada de la cartera. @ Nadezhda Kirik / Facebook
- Eran los 2000. Salí de un edificio administrativo y de reojo vi un billete en los escalones. En ese entonces eso era casi mi salario. Me detuve (sin acercarme al billete), vi a los lados y al parecer no había nada especial. Sin embargo, el billete estaba cuidadosamente colocado en la esquina de los escalones, como si lo hubieran puesto a propósito. Me quedé esperando unos 3 minutos, mientras la codicia y la cautela luchaban entre sí. La cautela venció y me fui de ahí. @ Lara Nadyushkina / Facebook
- En los años 80 me encantaba bucear, pero una vez me metí sin la máscara. Me sumergí y vi algo verde. ¡Resultó ser un billete! Lo sequé y me lo gasté. Tengo la conciencia tranquila. @Yana Chokan / Facebook
Bono: A veces se puede perder el dinero con tanta gracia que es difícil enojarse
- Una vez mi hermano estaba sacando dinero de su cartera en el mercado. Un billete grande se cayó y lentamente comenzó a girar hacia el suelo (¡como en las películas!). En ese momento, una abuelita salió de la nada y gritó: “¡Mi billete, es mi billete!”, y lo agarró. Mi hermano se quedó boquiabierto por tal sorpresa e insolencia. ¡Fue una escena silenciosa! ¡Así actuó esa abuelita descarada! @ Rosa Kamilova / Facebook
¿Has tenido situaciones similares? ¿Qué hiciste con tu hallazgo?