14 Personas que se encontraron con algo tan misterioso que se les pusieron los vellos de punta

hace 2 meses

A los directores de cine les encanta hacer películas de terror sobre viejas casas encantadas o departamentos espeluznantes con fantasmas. En la vida real también ocurre que la gente se asusta en sus propias casas. A veces se encuentran explicaciones -muy divertidas, pero no siempre- a incidentes misteriosos. Te invitamos a hacerte cosquillas en los nervios con esta selección.

  • Tenía muchas ganas de ir al baño, así que una colega me llevó a su casa. Estaba allí sentada, oí a mi colega masticar la comida y le grité: “¡Buen provecho!”. Ella me dijo: “¿Tú también lo oyes?”. Le respondí: “Sí, estás comiendo con mucho ruido, pero me parece lindo”. Salí del baño, ella me miró con ojos aturdidos y me dijo que nadie lo había oído antes excepto ella. Me contó que llevaba así un año. Y que pudo alquilar ese departamento sospechosamente rápido y muy barato. Todas las noches se oían esos sonidos de masticar la comida. Estaba asustada, pero era muy barato. Me contó que nadie se quedaba mucho tiempo como huésped: a todos les daba migraña, pero no oían los sonidos.
  • Estuve a punto de encontrar la entrada a Narnia: alquilaba un departamento y había un armario empotrado. Lo abrí y el contrachapado de la pared del fondo se había soltado con los años. Di un tirón para colocarlo bien, y finalmente lo saqué. Detrás del contrachapado había una puerta normal, vieja y agrietada, así que no pude abrirla tal cual. Pero soy testarudo. Al día siguiente me traje una palanca y conseguí abrirla. No os torturaré: había otra puerta que daba a un armario en el departamento de al lado. Cuando me di cuenta, lo dejé todo como estaba y cerré la puerta con clavos.
  • Tenía 19 años. Un compañero vino de visita, lo acosté en mi habitación y me tumbé en el sofá. Por la noche me desperté y abrí los ojos. Había una criatura parada a un brazo de distancia de mí. Medía alrededor de un metro. Recuerdo que tenía el pelo que le ocultaba casi toda la cara. En ese instante, todo mi cuerpo se llenó de terror. Apreté los ojos y me volví de cara a la pared. Lo siguiente que oí fue un susurro: “Sé que puedes verme”. Me asusté aún más. Me quedé en silencio y no me moví hasta que me dormí. © Sleepyear3366911 / Reddit
  • Mi familia construyó una casa en la montaña. Allí hubo un pueblo minero en el siglo XX, pero hace tiempo que el lugar está abandonado. Una noche, toda mi familia estaba en casa. Yo estaba en el pasillo y, de repente, el cerrojo de la puerta principal empezó a abrirse y cerrarse solo. Mamá se acercó a la puerta, la abrió y no había nadie. Cerró la puerta y dijo: “Ha sido el viento. He hablado con un vecino y él también cree que hay algo maligno por aquí”. © Pasayten_Slim / Reddit
  • Una vez alquilaba un departamento: bien remodelado, todas esas cosas. Pero por la noche oía ruidos terribles en la cocina. Como si alguien caminara por el techo. El techo tenía una moldura de plástico. Y había un sonido como si alguien caminara sobre él, aplastando este plástico. ¡Era horrible! Resultó que era porque dejaba la ventana abierta en la cocina durante la noche. Y debido a la diferencia de temperaturas, el plástico hacía ese ruido.
  • Alquilé una habitación en un departamento. Yo vivía en una y la otra estaba cerrada. No había nadie más en la vivienda. Y esta habitación cerrada me daba mucho miedo. ¿Qué podía haber encerrado ahí? La primera noche no pude dormir, tenía miedo. Llegó la segunda noche. Me quedé dormida y, de repente, fue como si me metieran la cabeza entre los platillos del tambor y me golpearan los oídos. Se oyó un estruendo terrible. Y de repente, todo se detuvo. Casi me vuelvo canosa, estaba tumbada temblando y pensando: “¿Qué es ese sonido?”. Me levanté antes del amanecer, fui a comprobar el departamento. Resultó que en el cuarto de baño, un gran barreño de zinc que colgaba debajo del techo se cayó sobre las baldosas.
  • Mi esposo y yo alquilamos una casa. No ocurría nada extraño hasta que un día el teléfono de mi marido salió volando de la mesa, dio vueltas en el aire y cayó al piso. Esa fue la primera rareza. Estaba sola en casa, sentada en la cama miraba teléfono. Fui al baño, volví y mi teléfono no estaba. Lo encontré dentro de la funda nórdica que se cierra con cremallera. Compramos un gato y las rarezas cesaron de inmediato. © Keshet279 / Reddit
  • Mi esposo se estaba duchando en el baño y yo estaba en la habitación. Me llamó y me preguntó qué quería. Resulta que vio a una mujer a través de la cortina de la ducha y pensó que era yo. Un par de semanas después, mi sobrino vino de visita. Mi esposo no estaba en casa, el niño estaba viendo dibujos animados. Y el pequeño dijo que vio a un hombre entrar en nuestro dormitorio. Ni decir que no entré en el dormitorio hasta que volvió mi marido. © ChampionQuirky2482 / Reddit
  • Una amiga alquiló un departamento en un edificio antiguo. Me quedé a dormir en su casa. Para ser sincera, me sentí incómoda, quizá porque estaba un poco vacío y aún no estaba habitado. Por la mañana, mi amiga me dijo: “Bueno, ¿cómo has dormido? ¿La anciana no te molestó?”. Yo: “¿Qué anciana?”. Entonces mi amiga me explicó que antes allí vivía una anciana, pero cuando falleció, sus familiares alquilaron el departamento. Y ahora a veces parpadean las luces o se caían de la mesa los tenedores. No he vuelto a dormir allí nunca más.
  • Mi hija tiene 5 años, duerme detrás de la pared con la puerta abierta. Me desperté por la noche por unos murmullos en la habitación de mi hija. Me di cuenta de que la voz era masculina, tipo de un presentador de noticias. Pensé: mi hija estaba mirando la tableta en lugar de dormir. Entré en su habitación: mi hija estaba dormida. La tableta estaba cargándose detrás de la cama en el piso, encendida. Es decir, se ha encendido sola. La agarré, me la acerqué a la cara... y entonces apareció en toda la pantalla una cara espeluznante con una boca enorme y dientes. ¡Tiré la tableta! Conseguí apagarla con manos temblorosas y corrí hacia mi esposo. No pude dormir durante una hora más. Todavía no entiendo cómo la tableta se encendió sola y empezó a mostrar semejante basura.
  • Cuando era niña, estaba acostada en la cama y vi la sombra de un pequeño hombre salir corriendo de la habitación de mis padres, este hombrecito bajó las escaleras. Incluso oí sus pasos. Después de un par de segundos mi madre salió de la habitación y le pregunté qué era, pero me dijo que no había visto nada. © omf0503 / Reddit
  • Mi hermana alquiló un piso. Una noche tuve que dormir en su casa, me hizo una cama en el sofá del salón. Me quedé allí tumbada, sin poder dormir, sintiéndome extraña, como si alguien me mirara, pero sin maldad. Es como una mirada escrutadora. Empecé a dormirme y alguien saltó sobre mis piernas. Me asusté, me levanté de un salto y encendí la luz. No había nadie. Mi hermana también salió corriendo del dormitorio. Así que esa noche dormimos en la misma cama del dormitorio. Mi hermana confesó más tarde que lo mismo había ocurrido un par de veces a sus amigas, precisamente en el sofá. Mi hermana no tiene gatos. Por la mañana, tenía unos bonitos moratones en las piernas, donde algo me había saltado.
  • Tengo 2 casas en mi parcela: una es vieja, la segunda aún no está terminada, pero allí ya se puede vivir. En la casa vieja, por la noche se oye a menudo el ruido de un motor diésel en marcha. Abres la ventana y se hace el silencio en la calle. Si cierras la ventana, el motor diésel está en marcha. Es una casa de troncos de madera, de una sola planta, sin alcantarillado. No solo lo oigo yo, sino también mi esposa y mis hijos. El sonido es sordo, como lejano. Pero ha sido así durante unos 10 años. Y en la casa nueva -está a 20 metros- no ocurre nada de eso.
  • Crecí en una casa muy antigua que mi madre heredó de sus padres. Una noche estaba solo en casa, jugando con la computadora. Mi habitación estaba en la planta de arriba y tenía dos entradas: una puerta daba al pasillo y la otra al desván. Estaba sentado frente a la computadora y oí susurros detrás de la puerta del desván. Alguien me llamaba por mi nombre: “Abre, abre”. Entonces pensé que era mi hermano que había vuelto de casa de un amigo para gastarme una broma. Así que decidí rodear la casa, subir al desván y asustar a mi hermano. Me acerqué a la puerta del desván y ¡estaba cerrada! Volví a entrar en mi habitación. Los susurros continuaron durante otros 20 minutos. Yo los ignoré. Tenía catorce años. Entonces no había teléfonos móviles y no se me ocurrió llamar a la policía desde el teléfono fijo. Los susurros no volvieron a repetirse, pero hubo otros sucesos extraños. A veces me pregunto qué habría pasado si hubiera abierto la puerta aquel día. © Tough_Stretch / Reddit

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