Pensé que me amaba, pero mi esposo solo quiere la herencia de mi madre

Historias
hace 1 día
Se supone que la casa es un lugar de paz, pero los vecinos equivocados pueden arruinarlo en un abrir y cerrar de ojos. Ya sea por el ruido, los dramas o el puro desprecio a los demás, hay gente que hace la vida cotidiana más difícil de lo necesario. En lugar de saludos amistosos, te ves obligado a esquivar problemas justo delante de tu puerta.
Los vecinos pueden ser un desastre, pero no todo está perdido. Pequeños actos de bondad pueden surgir cuando menos lo esperamos, recordándonos que aún existe lo bueno en el mundo.