15 Afortunados cuya intuición funciona mejor que cualquier radar

Historias
hace 7 horas

La intuición es algo irracional. A veces nos lleva a tomar decisiones inesperadas pero acertadas, incluso cuando la lógica nos indicaba otra cosa. También puede influir en la forma en que percibimos a las personas, como les ocurrió a algunas de las protagonistas de este artículo.

  • No estoy casada. Conocí a un hombre maravilloso. Mayor que yo, inteligente, culto, con un buen trabajo. Siempre me ofrecía la mano para bajar del transporte, preguntaba por mi bienestar… Pero algo dentro de mí me decía que había algo raro. No me falló la intuición: una semana después de conocernos, me escribió una mujer exigiéndome que dejara a su marido en paz. © Caramel / VK
  • No sé si fue una corazonada o simplemente un golpe de suerte. Me estaba preparando para ir a la universidad y decidí tirar la basura de paso. Literalmente, me desvió 10 segundos, porque el contenedor estaba justo al lado de la puerta. Tiré la bolsa, me di la vuelta y seguí caminando. No habían pasado ni 10 segundos cuando, justo delante de mí, cayó una enorme cantidad de vidrio que alguien lanzó desde una ventana del tercer piso. © _helloalien / Reddit 13
  • Estaba tomando una ducha cuando de repente me invadió una extraña sensación de inquietud. No era cualquier preocupación, era una certeza: mi novia ha leído mi diario. Llevamos mucho tiempo viviendo juntos y respetamos el espacio personal del otro, pero en ese momento no tenía cabeza para discutirlo. Cerré el agua, me sequé a toda velocidad, me vestí y salí. Ella corrió hacia mí y soltó de inmediato: — "Lo siento, estaba limpiando el polvo en la mesa, sin querer tiré tu diario, se abrió y leí una página. Sé que debí detenerme, perdón." No pasó nada grave… pero me dejó en shock lo precisa que había sido mi intuición.
  • Trabajé más de 10 años en una empresa muy conocida, los últimos 6 como jefa de un pequeño departamento. Siempre confié en mi intuición. Un día, llegué a la oficina como de costumbre, pero con un pensamiento constante en la cabeza: “Hoy es el día en que presentaré mi renuncia.” Fui con la dirección y firmé mi salida. Después del almuerzo, reunieron al personal y anunciaron que habría una reducción del 50% del personal. © Oído por ahí / Aquí hablan de ti / VK
  • Suelo dormirme tarde, pero aquella vez desperté a las 7 de la mañana con una sensación extraña, como si algo me hubiera sacado de la cama. Me levanté, bajé a la sala y entendí por qué. Las puertas que daban a la calle estaban completamente abiertas. Tuvimos suerte: no se llevaron nada y nuestras mascotas no se salieron. © lilybear032 / Reddit
  • Estaba una noche trabajando en un contrato. Hacía ajustes, cambiaba datos, añadía y eliminaba cláusulas. Ya llevaba más de hora y media en ello, y me faltaba muy poco para terminar. De repente, una voz en mi cabeza me dijo: “Sergio, guarda el documento, uno nunca sabe.” Ignoré la idea con facilidad, pero esa voz interna insistió. Para evitar una lucha mental sin sentido, decidí guardar el archivo. Seguí trabajando tranquilamente, cuando de repente... ¡se fue la luz! Y con ella, la computadora se apagó. Por primera vez en mi vida, la ley de Murphy no se puso en mi contra. © elissseev / Pikabu
  • A veces tengo destellos de intuición, pero siempre son inútiles y no me sirven de nada. Por ejemplo, hace unos días, una amiga estaba a punto de dar a luz. Me desperté por la mañana y de repente pensé: ahora mismo va a escribir en nuestro grupo de amigos que ha tenido al bebé. Un segundo después, suena mi teléfono y aparece en el chat la clásica foto de la pulserita del hospital. O el otro día, salíamos de casa con los niños y me vino a la cabeza: ¿Y si mi esposo llega sin llaves? Me respondí a mí misma: imposible, siempre las lleva, además, el garaje está abierto, puede entrar por ahí. Media hora después, me llama mi esposo diciendo que no puede entrar a casa porque dejó la mochila con las llaves en el auto de su colega... y el garaje ya lo había cerrado él mismo antes de irse. © Inessa Fedorovna / ADME
  • Hace unos años, mis padres se iban al campo y yo tenía una cita con mi novio. Salimos en el auto, pero desde el primer momento sentí una angustia extraña. Durante el trayecto, empecé a discutir con él sin motivo, buscando pelea, hasta que a mitad de camino le exigí que me llevara de vuelta a casa. Dio la vuelta sin decir nada y me dejó en la entrada del edificio. Salí del coche furiosa, subí corriendo las escaleras... y ahí lo vi: humo saliendo por debajo de la puerta de mi casa. Resultó que mi mamá había metido una calabaza al horno y se olvidó por completo de ella. Como pude, apagué el fuego, abrí las ventanas, agarré al loro y salí al pasillo. Llamé a mi novio para contarle todo. © Palata № 6 / VK
  • Conocí a un chico. Salíamos, hablábamos sin parar, nos mensajeábamos día y noche... Todo parecía perfecto. Pero había algo que no me cuadraba, un presentimiento de que me estaba engañando. No aguanté más y le pedí a una amiga que lo pusiera a prueba. Y cayó. Salieron en una cita el mismo día en que yo tenía una con él. Solo me dijo que estaba enfermo y la canceló. Voy a ir a mirarlo a los ojos. Mi intuición no falla. Pero ya estoy cansada de tanta mentira. © Oído por ahí / Ideer
  • Un colega me recomendó postularme para una vacante interna. Era un puesto increíble, pero algo me decía que era mejor quedarme quieto. Decidí hacerle caso a mi intuición. Dos semanas después, hubo despidos masivos en la empresa y cerraron la vacante por completo. Me alegré mucho de no haber aceptado. © Scott Walker / Quora
  • Ayer me sentí ansiosa todo el día. Una sensación de que algo terrible iba a pasar, como si se acercara el fin del mundo o una catástrofe. Intenté calmarme de mil maneras, pero nada funcionaba. Lo peor es que, en general, todo estaba bien, lo cual hacía que mi presentimiento fuera aún más aterrador. Por la noche, mi esposo fue al baño... y se quedó atrapado dentro. La cerradura se rompió. ¡Esa era la “catástrofe” que había presentido! Por suerte, logré abrir la puerta en cuatro minutos con un destornillador. ¡Escuchen su intuición!. © Plu6ka11485 / Pikabu
  • Caminaba por el barrio en invierno, pasando junto a un grupo de niños desconocidos. Cuando había avanzado unos 10 metros, de repente sentí la necesidad de agacharme. Me incliné sin motivo... Justo en ese instante, una bola de nieve pasó volando por encima de mí. Me enderecé y seguí caminando sin mirar atrás. Los niños se quedaron completamente en silencio. © Hilaya / Pikabu
  • Hace un par de años, mi esposo, ahora ex, me celaba con un chico con el que apenas cruzaba palabra. Decía que sentía "un peligro inminente" viniendo de él. Hoy llevo dos años casada con ese mismo chico, y en casa tenemos a nuestro hermoso hijo de un año. Definitivamente, mi ex tenía una buena intuición. © Oído por ahí / Ideer
  • Mis familiares siempre están tratando de emparejarme con alguien. Uno de esos "candidatos" me escribió por redes sociales para invitarme a salir. Tiene 39 años, es deportista, trabaja como médico… pero algo en mí me hizo rechazarlo con tacto. Y menos mal: más tarde me enteré de que su mamá me llamó altanera por decirle que no. ¡Su mamá! ¡A un hombre de 39 años! Mi intuición no falló. © Oído por ahí / Ideer
  • Una tarde de primavera, caminaba hacia casa y sentía que algo raro pasaba con mi bota. La miré varias veces, pero todo parecía estar bien. Aun así, la sensación persistía. No aguanté hasta llegar a casa y decidí detenerme a revisarla. Justo en ese instante, a solo un metro de donde debería haber estado si no me hubiera detenido, cayó un enorme bloque de nieve desde el techo. Por cierto, mi bota estaba perfectamente. Y la sensación desapareció de inmediato. © Prosto_prya / ADME

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