18 Camareros hablaron sobre las citas románticas más embarazosas que han presenciado

Historias
hace 4 años

Las citas románticas son emocionantes y pueden generar muchas expectativas en los participantes. Y, aunque cada encuentro es diferente, muchos tienen en común el hecho de que ocurren en sitios públicos como restaurantes y cafés, en los que inevitablemente los camareros forman parte, puesto que se convierten en testigos del éxito o el fracaso de tales reuniones. Algunos de ellos incluso decidieron compartir sus anécdotas sobre este tema con todos en Internet, y no sabemos si reír o llorar después de leerlas.

Genial.guru reunió para ti algunas de las experiencias románticas más desafortunadas que algunos camareros tuvieron el privilegio de presenciar.

  • “En San Valentín tuve en la misma sección una propuesta de matrimonio, un aniversario número 40 y una ruptura, todo al mismo tiempo. La pelea fue lo peor. El chico le llevó a su cita un regalo, un oso de cerámica sosteniendo unos globos. Se lo entregó en cuanto llegaron a la mesa y ella lo miró con desprecio. Desde entonces supe que aquello no terminaría bien. Ella se fue al final de la cena y seguramente dijo algo desagradable, porque él se quedó en la mesa por otros cuarenta minutos, cabizbajo y llorando. Me sentí mal... él miraba las celebraciones que estaban teniendo lugar en las otras mesas.” ©Odd-Examination

  • “Había una nota en nuestras reservaciones de que sería un compromiso. Ellos querían champaña y una mesa en particular, entre muchas otras cosas. La mesera llegó diciendo algo como: ‘Leí que celebramos un compromiso, felicidades’. Confusión para la mujer y molestia para el chico. Él no le había pedido matrimonio aún. La mesera arruinó todo”. ©Cheff Hannibal

  • “No fui el camarero, más bien era un pastelero de un gran complejo en Cabo Cod. Recibimos un pedido especial de un hombre para su aniversario (Día de San Valentín). Quería que su postre tuviera escrito ‘¿Quieres casarte conmigo?’, para que él pudiera hacer la pregunta cuando ella lo viera. Llamó a la cocina delantera y trasera, incluso entró él mismo por la mañana para asegurarse de que todo estuviera en orden. Todo el grupo de meseros se mantuvo al pendiente. Había cocineros que llegaban a preguntar si ya había sucedido. Hice la inscripción en el plato y la puse al final con pan de oro y chocolate caro. Estaba tomando una foto del platillo antes de sacarlo cuando noté que nuestro jefe de camareros entró con una mirada extraña en su rostro. Dijo: ‘No lo necesitarán’. Ella rompió con él antes de que las entradas llegaran a la mesa.” ©jeanlukepicard

  • “En la universidad era mesera, y San Valentín siempre era bueno en cuanto a propinas. Una vez vi a una pareja entrar a comer. En la mitad de la comida, la esposa del hombre se apareció para sorprenderlo. La mujer tomó la botella de vino y derramó los restos en la cabeza de su marido, se quitó el anillo y le dijo a la novia que podía tenerlo. Él me dio cien dólares de propina”. ©kobra_kyle

  • “No fue tan desastroso para la pareja como lo fue para el restaurante. Trabajaba en una pequeña franquicia del sureste, no era algo que pudiera pasar por exclusivo. Recibimos una llamada preguntando si podíamos freír el anillo de compromiso dentro de un ‘hushpuppy’ (bola frita de maíz). Una petición extremadamente extraña, pero aceptamos. Llegaron a comer con sus familias y ella pidió su orden de ‘hushpuppy’. Se ahogó con el anillo, pero se veía lo suficientemente emocionada. Se quedaron en la mesa por al menos dos horas y platicaron. Comieron y escaparon sin pagar”, ©lacroixisbad

  • “Hace algunos años, después de terminar mi turno en el pub en el que trabajaba, me senté a tomar algo en la barra. Aún había algunas parejas sentadas en el restaurante, pero el jefe me dejó salir un poco antes. Antes de irme, en la mesa de al lado sonaba a que una propuesta estaba a punto de suceder, y algunas personas hasta se callaron para escuchar. De pronto sucedió. El chico dijo: ‘Hannah, ¿te casarías conmigo?’. Estaba arrodillado frente a su novia, pero ella se sentó. La chica respondió: ‘¿Quién demonios es Hannah?’. Gritó, le tiró su bebida encima y se fue. El chico pagó y se fue luciendo un poco sonrojado”. ©Skyre_Rose

  • “Él le propuso matrimonio, pero ella dijo que no. Él lloró y trató de hacerla cambiar de parecer por 20 minutos, mientras ella estaba sentada con cara de piedra. Finalmente, la mujer se paró y se fue. Él pagó y se fue llorando”. ©SpinachandChickpeas

  • “Solía ser mesero en un restaurante de cinco estrellas y era mi primera semana. Un sujeto estaba por pedir la mano de su novia, era obvio por cómo sudaba, estaba empapado. Traté de hacerlos relajarse. Estaban a punto de terminar su cena, y, tan pronto como llegó el pastel, él se arrodilló, ella se levantó y, de pronto, él vomitó justo sobre sus tobillos. Después del impacto por lo sucedido, ella terminó diciendo que sí”. ©KindSoul1

  • “Estaba comiendo en un establecimiento hace algunos años. En el gabinete de al lado había un chico muy joven con un gran ramo de rosas en el asiento contiguo. No dejaba de ver su reloj. Después comenzó a llamar y a mensajearse con alguien (quizás su novia). Mientras esperábamos la cuenta, le dio a mi esposa las flores, murmuró algo y se fue. Pobre chico”. ©AZScienceTeacher

  • “Un chico le propuso matrimonio a su novia y ella dijo que no. El chico, haciendo gestos con sus manos, salió del edificio... Más tarde, mientras la chica esperaba que alguien pasara por ella, nos dijo que eso había salido de la nada, que habían estado saliendo apenas por algunos meses”. ©Jukka_Sarasti

  • “Dos propuestas fallidas en el mismo San Valentín. La primera simplemente dijo ‘no puedo hacer esto’ y salió. La segunda se quedó mirando fijamente como un venado congelado por los faros de un auto treinta segundos antes de decir ‘hablaremos de esto más tarde’. Se quedaron por el resto de su cena especial de seis pasos comiendo y hablando de trivialidades dolorosamente”. ©jimmyjohnjohnjohn

  • “Trabajaba como camarera en un restaurante de sushi y, en San Valentín, estaba completamente dedicada a mi turno. El chico que estaba viendo quería salir, pero le dije que trabajaría porque en el servicio de comida nunca se tenía San Valentín libre, y que solo tendríamos que celebrar el día después o el siguiente fin de semana. Se enojó tanto que le pidió a otra chica que lo acompañara, llegó al restaurante en el que trabajaba y se sentó en mi sección. Luego pasó toda la noche haciendo el ridículo e incomodando a su cita mientras intentaba ponerme celosa. No hace falta decir que no volvimos a salir. Nunca”. ©Venustas

  • “Un chico hizo una pirueta hacia atrás y le pidió a una chica que fuera su Valentín... Ella lo rechazó. Caminé hacia él y le pregunté si estaba bien, y dolorosamente me dijo que le había tomado una semana perfeccionar ese movimiento”. ©bejeeko

  • “Llegué a una mesa y estaba por dejar la cuenta cuando alcancé a escuchar el final de “esto se acabó”. El chico me miró fijamente a los ojos y dijo: “Divide esa cuenta ahora mismo”. ©WritersHardBlock

  • “No fue realmente un desastre, pero un chico llegó y me dijo que estaba esperando a su cita. Se quedó como por cinco horas esperando, pero ella nunca apareció. Eventualmente ordenó solo para él y pidió que retiraran el otro vaso de agua. Mencionó que era su primera cita”. ©ryanzbt

  • “Cuando servía alimentos en uno de esos restaurantes de mariscos muy turísticos, trabajé doble turno en San Valentín. En la comida, una pareja joven entró celebrando su primer aniversario. Ofrecí mis felicitaciones y procedí a dar mi discurso antes de tomar órdenes. La chica se veía más consternada a medida que hablaba. Finalmente terminé y le pregunté si tenía alguna alergia. Ella miró directamente a su novio y le dijo: ‘Sí, soy alérgica a los pescados y mariscos’. Después me vio con gran tristeza. Me aseguré de que todos los aspectos de la cena estuvieran bien para ella, pero esa mirada fue de ‘Llevamos un año juntos y aún me trae a restaurantes que podrían matarme’. Eso fue todo para mí”. ©allthewrongwords

  • “Yo era el chico del autobús en el strip de Las Vegas. Era un intento de propuesta. El sujeto quería sorprender a su novia con ayuda de sus amigas para que ella llegara y viera el anillo cerca de la fuente. Resulta que un pato se robó la sortija, pero la encontraron dos horas después, cuando la soltó dentro de la fuente. Ella dijo que sí de cualquier modo. Obtuvieron bebidas gratis”. ©grub_en

  • “Una chica con la que trabajaba fue a cenar en San Valentín a un restaurante caro que había reservado su novio. Se vistió muy linda y lucía muy segura de que él le pediría matrimonio... pero rompió con ella”. ©Makabajones

¿Has estado en una situación similar? ¿Qué historia graciosa acerca de una cita te gustaría compartir con nosotros? Te esperamos en la sección de comentarios, ¡estamos ansiosos por leerte!

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