15 Casos donde un viaje terminó con una sorpresa inolvidable

Curiosidades
hace 3 horas

Cada viaje es una oportunidad para sumergirse en un mar de emociones vibrantes y atesorar momentos inolvidables en la memoria. Soñamos con que cada travesía transcurra sin contratiempos, como si siguiera el guion de un comercial. Pero la vida siempre sabe cómo sorprendernos, y algunas experiencias nos dejan asombrados por muchos años.

  • Tuvimos unas vacaciones en Turquía con mi esposo. En el segundo día, me quemé con el sol y decidí quedarme en la habitación, mientras que él fue a la piscina. Cinco minutos después, escuché que llamaban a la puerta. Pensé que había olvidado algo.
    Abrí la puerta y me encontré con una chica en traje de baño. Me dijo: “¡Oh, pensé que Vic vivía solo!”. Sentí un escalofrío recorrerme. Ella también parecía confundida.
    Justo en ese momento, se abrió la puerta de la habitación de al lado, y un hombre asomó la cabeza diciendo: “Natalia, estoy aquí”. Resulta que su nombre era Víctor, igual que el de mi esposo. La chica simplemente se había equivocado de habitación. ¡Uf, por poco me da un infarto!
  • Recientemente viajé en tren. Un niño muy simpático deambulaba por el compartimento y se sentó a mi lado mientras tomaba fotos. Me preguntó: “¿Tienes juegos en tu teléfono?”
    Yo respondí: “Lo siento, pero no tengo juegos, no suelo jugar en mi celular”.
    Él suspiró y dijo: “Debe ser muy aburrido no tener juegos...” © Sahana Nagaraja / Quora
  • Sin darme cuenta, terminé comprometida con un local en Vietnam. Estaba explorando un pequeño pueblo y decidí parar en un restaurante para tomar algo. Se me acercó un hombre que hablaba un inglés muy básico y comenzamos a conversar. A los cinco minutos me preguntó: “¿Estás casada?” Le respondí que no, a lo que él contestó con una gran sonrisa: “¿Te casas conmigo?”. Pensé que era una broma, porque apenas nos conocíamos, así que le dije que sí. No estaba bromeando. De inmediato empezó a gritar algo en vietnamita, tomó mi mano y la levantó en el aire. En cuestión de minutos, nos rodeó una multitud que aplaudía, sonreía y me estrechaba la mano. Luego me llevó a su casa para presentarme con mis “futuros suegros”. Le rompí el corazón al día siguiente cuando partí hacia otra ciudad. © quailgirl / Reddit
  • Una vez viajaba en un tren en un compartimento para dormir. Siempre tengo suerte con mis compañeros de viaje... Y esta vez me tocó un anciano. Roncaba tan fuerte que parecía que hasta la ventana vibraba. Los audífonos no ayudaban. Me di vueltas en la cama hasta muy tarde, hasta que ya no aguanté más. Me giré, extendí la mano y lo pellizqué con todas mis fuerzas. Luego me volteé hacia la pared y fingí estar dormida. Me quedé ahí riéndome en silencio. El hombre despertó de inmediato sin entender qué había pasado. Pero lo más importante es que dejó de roncar, y yo finalmente pude dormirme.
  • Mi hijo y yo volábamos con una amiga y sus hijos. Los niños se sentaron juntos en la fila de enfrente, mientras nosotros acomodábamos el equipaje en los compartimentos superiores. De repente, noté que la gente comenzaba a voltear. Presté atención y escuché a mi hijo decir: “A veces, Lisa, hay fugas en el tanque de combustible o no hay suficiente gasolina. Pero los pilotos solo se dan cuenta si la alarma no falla”. Lisa, que ya tenía miedo de volar, se encogió en su asiento con los ojos llenos de terror. Resulta que mi amiga había pasado una semana entera tranquilizando a su hija, asegurándole que volar era completamente seguro... pero mi hijo decidió hacerse el experto.
  • Haciendo mochilazo por Europa, perdí el ferry de los Países Bajos a Inglaterra. Era tarde, estaba en un pueblo pequeño y no tenía dónde pasar la noche. Entonces, una pareja local muy amable se acercó y me preguntó si necesitaba ayuda. No solo me ofrecieron un lugar donde quedarme, sino que también me prepararon la cena y pagaron mi taxi a la estación al día siguiente. Les agradecí muchísimo y seguí mi camino. Cinco días después, finalmente llegué a Inglaterra y estaba haciendo turismo en la Abadía de Westminster en Londres. Justo cuando estaba a punto de salir, escuché que alguien decía mi nombre. Para mi sorpresa, era la misma pareja holandesa, de vacaciones. © SunsetB / Reddit
  • En 1978, viajaba a pie por la isla de Skye en Escocia. Era tarde cuando llegué a la costa, donde esperaba alojarme en un hostal que había visto en mi mapa. Sin embargo, al llegar descubrí que el hostal había sido consumido por un incendio un año antes y yo no tenía idea. Para no quedarme a la intemperie, tuve que cruzar la isla nuevamente en busca de otro lugar donde quedarme. Cuando alcancé el punto más alto del camino, el sol comenzaba a hundirse en el mar. Desde allí, podía ver la punta noroeste de la isla extendiéndose hacia el agua, mientras el cielo se teñía de rojo. Era una vista majestuosa, atemporal y hermosa, hecha aún más perfecta por la silueta de un ave rapaz deslizándose sobre las montañas y el océano.
    © Frank Stevens / Quora
  • Estaba en un hotel desayunando. Serví mi té, pero no encontraba azúcar, así que le pedí al mesero. Esperaba recibir azúcar granulada, como la que siempre usaba, pero en su lugar me trajo pequeños cubos de azúcar. Tomé uno, lo puse en la taza y comencé a revolver para disolverlo. Sin embargo, mi té se enfrió y el azúcar seguía intacto. Fue entonces cuando alguien me explicó que, en esa región, lo correcto era mantener el cubo en la boca e ir bebiendo el té sobre él. © Shifa Mujahid / Quora
  • Cuando mi padre se mudó a Oslo, Noruega, a finales de los años 70, vivió en un terrible sótano en una de las mejores zonas de la ciudad. Para salir un poco de aquel lugar deprimente, solía dar paseos por la tarde. Durante sus caminatas, a veces se cruzaba con un anciano que sacaba a pasear a su perro. En algunas ocasiones, se detenían a charlar sobre el clima o sobre la mascota, sin mayor importancia. Resultó que aquel anciano era nada menos que el rey de Noruega, algo que mi padre solo descubrió tiempo después, ya que era completamente nuevo en el país. ¡Inocentes tiempos...! © RightWhenWrong / Reddit
  • Viajé a Tailandia hace algunos años. Un país hermoso, aunque tuve muchas aventuras inesperadas. El primer día, sufrí un golpe de calor. Luego, terminé peleando con un gibón. A mitad del viaje, fui a un lago donde había peces enormes, según decían, de origen prehistórico. La idea era atar un pez pequeño a una cuerda y meterlo en el agua para que uno de los grandes se lo comiera. Pero en mi caso, el pez casi me arrastra con él cuando me tiró con fuerza al agua. Sin embargo, lo más divertido fue la visita a la cascada... porque terminé cayendo dentro de ella.
  • Desde niña, mi sueño siempre fue ver una ballena en la vida real. Hace poco, mi esposo me regaló un viaje a Noruega y, estando allí, me propuso hacer una excursión para ver ballenas. Grité de emoción. Al llegar a la agencia de turismo, el guía intentó disuadirnos, diciendo que en esa época del año no había ballenas en la bahía. Pero insistimos en ir de todas formas. Después de pasar una hora congelándonos en el puerto sin éxito, estábamos a punto de regresar. Fue entonces cuando noté un movimiento en el agua... ¡una ballena salió a la superficie! Y no solo eso, venía con su cría. ¡No podía estar más feliz!
  • Cuando viajaba sola por Vietnam, tomé un ferry público en la parte baja del delta. Noté que todos los pasajeros eran blancos y vestían de manera bastante elegante, pero asumí que solo eran europeos de viaje por el sudeste asiático. Quince minutos después de zarpar, alguien comenzó a servir champán y a pasarlo entre los pasajeros. Me sorprendió el servicio en un ferry público... Cuando la persona que servía champán llegó hasta mí, me miró con extrañeza mientras intentaba tomar una copa. Fue entonces cuando me di cuenta de que, por error, había subido a un barco privado. Nos reímos mucho y me dejaron en el siguiente muelle de ferry público. © Unknown author / Reddit
  • Regresaba a Shenzhen en un vuelo de Sichuan Airlines desde Chengdu. Como iba en la fila de emergencia, la azafata me explicó las responsabilidades estándar y confirmé verbalmente que las entendía. Antes de irse, me miró fijamente y añadió con seriedad: “Una última cosa... si alguien intenta abrir la puerta de emergencia, deténgalo”. En ese momento, sentí de golpe el peso de mi responsabilidad. © Chiang Scala / Quora
  • Durante mis vacaciones en Turquía, adquirí el hábito de nadar temprano en la mañana, alrededor de las 7 u 8. Una de esas mañanas, estaba disfrutando del agua, observando los peces, la arena y las conchas, como siempre. En un momento, giré la cabeza y vi una enorme tortuga marina. La miré, ella me miró, y al instante siguiente salí disparado hacia la orilla. No sé qué me asustó en ese momento, porque la tortuga ni siquiera me prestó atención, pero jamás en mi vida había nadado tan rápido.
  • Cuando llegué a mi hotel, encontré algo asqueroso. Alguien había intentado cocinar sopa dentro del hervidor eléctrico de la habitación. Por supuesto, ya no quedaba agua en el hervidor, solo pedazos secos de sopa de tomate pegados en el interior. Me dio un coraje tremendo. Algunas personas creen que son genios, pero claramente les falta sentido común. © Unknown author / Reddit
  • Pasamos unas vacaciones en Vietnam, donde los camastros en la playa tenían costo. Una mujer de unos sesenta años se nos acercó y nos preguntó: “¿Puedo acostarme aquí cerca?”. Nos desconcertó un poco, pero aceptamos. Resultó que, para ahorrar dinero, se acostó junto a nuestra tumbona, aprovechando la sombra de nuestra sombrilla. Pasó todo el día allí y, de vez en cuando, nos pedía que habláramos más bajo porque la molestábamos. Así que tenía dinero para un viaje costoso, pero no para una sombrilla.
  • Estaba haciendo senderismo con un amigo en la selva tropical, cerca de las Cataratas del Iguazú, en la frontera entre BrasilArgentina. El paisaje era espectacular y la estábamos pasando increíble... hasta que escuché un grito detrás de mí. Mi amigo había salido del camino para tomar una foto y terminó caminando directamente hacia una telaraña gigantesca. No era una telaraña cualquiera. Medía casi dos metros de altura y se extendía entre dos árboles a más de un metro de distancia. Su cuerpo quedó cubierto de seda de araña. Nos reímos mucho mientras la limpiábamos... y, por suerte, nunca vimos a la araña que la tejió. © Unknown author / Reddit
  • Fui a Tamil Nadu con un amigo completamente estadounidense, sin conocimiento de las costumbres indias. Fuimos a un restaurante local y pedimos una comida completa. En Tamil Nadu, la comida se sirve sobre una hoja de plátano. Cuando nos llevaron la comida, mi amigo se veía confundido, pero no preguntó nada. Al terminar de comer, le pedí que cuidara nuestras cosas mientras yo iba al baño, y luego cambiaríamos turnos. Cuando regresé, me encontré con la escena más insólita: ¡mi amigo estaba masticando la hoja de plátano entera! P.D. Nunca volvió a la India después de eso. © Yash Mehta / Quora

Y en este artículo, la gente compartió historias sobre sus vacaciones más impactantes. ¡Échales un vistazo!

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