15 Consejos para prolongar la duración de tus objetos cotidianos y ahorrar más

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hace 3 horas

Con un poco de cuidado y atención, los objetos que usamos a diario pueden durar mucho más de lo que imaginas. Descubre trucos como congelar tus medias, aplastar los rollos de papel higiénico y evitar tocar el queso con las manos para prolongar la vida útil de tus cosas. ¿Por qué reemplazar cuando puedes renovar?

1. Aplasta los rollos de papel higiénico

¡Aplasta ese rollo para evitar que el papel salga descontrolado! Este truco es perfecto si tienes niños (o mascotas) que no pueden resistirse a desenrollarlo por diversión. Con un simple apretón, ahorrarás dinero y papel.

2. Aspira las alfombras con regularidad

Aspirar regularmente no solo deja tu espacio más limpio, sino que también es clave para prolongar la vida útil de tus alfombras. El polvo y la suciedad no solo se quedan en la superficie; se incrustan en las fibras, haciendo que tus alfombras luzcan opacas con el tiempo.

¿Y esas partículas diminutas y ásperas, como pequeñas piedras? Actúan como cuchillos diminutos que cortan las fibras de la alfombra, causando daños permanentes. Así que, ¡toma tu aspiradora y dale amor a tus alfombras!

3. Lava la ropa al revés

Aunque las etiquetas de tu ropa no lo digan, darle la vuelta a tus prendas antes de lavarlas es un truco de lavandería que no deberías pasar por alto. ¿Por qué? Aquí está el secreto: al voltearlas, proteges la tela exterior del desgaste, permites que el detergente actúe directamente sobre las manchas de sudor y reduces la formación de esas molestas bolitas y nudos en los hilos. Además, cuidas los detalles decorativos para que no se dañen. Dale una vuelta a tus prendas antes de lavarlas, ¡lucirán más frescas y durarán más tiempo!

4. Guarda el pan en el congelador

Aunque guardar el pan en el refrigerador no lo arruina, la ciencia dice que el frío acelera el proceso de endurecimiento más rápido que si lo dejaras en la encimera. ¿El secreto para que el pan dure más? Envuelve bien el pan en plástico o papel aluminio, mételo al congelador (en rebanadas o entero) y, cuando lo necesites, caliéntalo en el horno para un sabor fresco como de panadería.

Si prefieres no recalentarlo, puedes mantenerlo bien envuelto a temperatura ambiente, pero ten en cuenta que empezará a perder frescura después de un día. En resumen: para disfrutar de pan fresco por más tiempo, ¡el congelador es tu mejor aliado!

5. No toques el queso directamente con las manos

¿Quién diría que el queso puede ser tan delicado? Si lo manipulas con las manos, incluso recién lavadas, aceleras el crecimiento de moho. En su lugar, usa plástico para envolver tus dedos o guantes aptos para alimentos al cortar o servir tus quesos favoritos, como cheddar o brie.

Y no lo olvides: una tabla de cortar limpia es imprescindible. Los restos de comida pueden atraer moho no deseado, arruinando tu experiencia culinaria.

6. Gira y voltea tu colchón

Si quieres mantener esa sensación de cama "como nueva" todas las noches, aquí tienes el truco: gira tu colchón cada tres meses. Simplemente rota la parte donde va la cabeza hacia los pies, ¡es muy fácil! Este sencillo hábito ayuda a conservar un soporte uniforme, evita el desgaste irregular del relleno y minimiza los molestos hundimientos.

Si tu colchón es de doble cara, no olvides voltearlo durante cada rotación para mantener ambos lados frescos y cómodos.

7. Congela la harina

La harina blanca puede mantenerse fresca en el congelador hasta por dos años, mientras que la harina de grano entero dura aproximadamente un año. Además, al congelarla eliminas cualquier plaga que pueda estar presente. Si no tienes suficiente espacio en el congelador, el refrigerador es una buena alternativa: la harina blanca dura hasta un año allí, y la de grano entero se conserva por unos seis meses.

8. Congela las fibras metálicas SOS

¿Cansado de tirar tus fibras metálicas después de un solo uso? Evita que se oxiden guardándolas en el congelador tras cada uso. Coloca una bolsita de plástico en un estante de la puerta del congelador y guarda ahí las fibras ligeramente usadas. La próxima vez que las necesites, estarán libres de óxido y listas para eliminar la suciedad.

9. Agrega unos granos de arroz al salero

¿Harto de que tu salero se convierta en un bloque compacto? Coloca unos granos de arroz crudo en el fondo antes de llenarlo con sal. El arroz actúa como un pequeño imán de humedad, absorbiendo el vapor de agua antes que la sal.

¿El resultado? La sal permanece suelta y fluye con facilidad. ¡No más golpear el salero para que salga la sal!

10. Aceita las tablas de madera

Para evitar que las tablas de cortar de madera se sequen, lo que puede causar deformaciones y grietas, acéitalas al menos una vez al mes. Aquí tienes un método sencillo:

  • Espolvorea sal gruesa sobre la tabla y frótala con medio limón.
  • Límpiala y deja que se seque completamente.
  • Con un paño limpio o una toalla de papel, aplica una capa fina y uniforme de aceite mineral sobre toda la superficie de la madera.
  • Deja que el aceite penetre de 2 a 8 horas.
  • Usa un paño seco para eliminar el exceso de aceite, de modo que la tabla no quede húmeda o pegajosa.

11. Lava tus jeans con sabiduría

¡Espera antes de meter esos jeans en la lavadora! Lavarlos después de cada 10 puestas es el punto ideal para conservar su estilo único y ajuste perfecto. Lavarlos en exceso puede desvanecer su color y arruinar esa vibra especial del denim.

¿Tienes una mancha molesta? ¡No te preocupes! Límpiala directamente con un poco de jabón suave, un paño húmedo o incluso un cepillo de dientes viejo entre lavadas.

12. Minimiza el uso de suavizantes de telas

Algunas telas detestan los suavizantes, ¡pero con pasión! Por ejemplo, usarlos en tus jeans puede dejar un residuo que afecta su apariencia. Otros artículos que deberías mantener alejados de los suavizantes son ropa deportiva o de rendimiento, telas de microfibra, toallas, pijamas infantiles, trajes de baño y ropa interior delicada.

13. Almacena cebollas y ajos correctamente

Olvídate de las bolsas de plástico selladas para mantener frescas y sabrosas las cebollas y los ajos, ya que aceleran su deterioro. En su lugar, guárdalos en un lugar fresco, oscuro y con buena ventilación, como bolsas de papel o canastas. Si los almacenas adecuadamente, pueden durar hasta seis meses en buen estado.

14. Congela tus medias

Es un problema común: un pequeño enganche puede arruinar tus medias y llevarte a gastar constantemente en reemplazos. Por eso, este truco nos encanta. Solo tienes que congelarlas antes de usarlas por primera vez, y verás que se vuelven más resistentes a los desgarres.

Simplemente humedécelas ligeramente bajo el grifo, escúrrelas con cuidado y mételas en una bolsa de plástico. Déjalas en el congelador toda la noche. Al día siguiente, sácalas y deja que se descongelen de manera natural a temperatura ambiente.

15. 15. No uses el mismo par de zapatos dos días seguidos

Usar tus zapatos todo el día es como someterlos a un maratón: ¡necesitan tiempo para recuperarse! A medida que absorben humedad y se flexionan con cada paso, el cuero se vuelve más suave y maleable que cuando los estrenaste. Sin embargo, el cuero necesita tiempo para volver a su forma original, y una sola noche no es suficiente. Si no les das un respiro, estarás comprando zapatos nuevos más pronto de lo que te gustaría.

Tal vez estés comiendo, bebiendo e incluso haciendo otras cosas cotidianas de manera incorrecta. No te preocupes, ¡la buena noticia es que puedes corregirlo en poco tiempo! Volvamos a lo básico.

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