15+ Ejemplos de cómo el talento para ganar dinero puede dar un giro a la vida

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A muchos de nosotros a veces nos parece que la vida ideal consiste en trabajar menos y ganar más. Sin embargo, hay personas que parecen haber nacido con un instinto comercial, capaces de convertir en ganancia casi todo lo que tocan. Su talento para encontrar oportunidades y monetizar incluso las ideas más inesperadas genera admiración y un poco de envidia.

  • Gané mi primer dinero comprando discos con juegos a un compañero y luego vendiéndolos al doble de precio cerca de otra escuela cuando regresaba a casa.
  • En quinto grado decidí vender baratijas a mis compañeros de clase. Había demanda. Los maestros se enteraron de mi negocio y me echaban de las aulas, pero en los pasillos encontré aún más clientes. Llamaron a mi mamá a la dirección y le dijeron: “¡Haga algo con su hijo!”. Mamá respondió: “Sí, tenemos que hacer algo. Vamos a comprarle una computadora como recompensa. ¡Ya casi ha ganado suficiente para pagarla!”. Así fue como obtuve mi primera computadora.
  • Mi hijo empezó a ganar dinero a los 12 años, y en ocasiones ganaba más que mi esposo y yo juntos. Tenía buen talento para el dibujo, hacía avatares para redes sociales, editaba fotos y diseñaba portadas para videobloggers. Se compró todo lo que quiso, actualizó su computadora y, de repente, me dijo: “Ya no me interesa trabajar. Me aburrí”.
  • Un día noté que en casa empezaron a desaparecer bolsas con cierre tipo zip. Resulta que mi hija de 10 años vendía algo en la escuela y ganaba bastante bien. Descubrí que mezclaba ositos y gusanitos de gomita con especias y salsas auténticas españolas. Ganaba entre 100 y 150 dólares a la semana. Ahora está a punto de cumplir 15 años y la ayudé a iniciar su negocio de confitería. Sus dulces ya se venden en tiendas de nuestra ciudad. © TheWizardry90 / Reddit
  • Trabajaba en una guardería. Los padres, al recoger a sus hijos, siempre se sorprendían con los peinados que les hacía. Medio año después, dejé el trabajo y me dediqué de lleno a ello. Ahora soy una estilista reconocida en mi ciudad. Hago peinados para bodas y eventos, y mi agenda está llena con dos o tres meses de antelación. Quiero agradecer a mis pequeños modelos, porque sin ellos nada de esto habría sido posible.
  • De niños, se nos ocurrió una forma de ganar dinero. Tendríamos unos 8 o 9 años cuando construyeron cinco nuevas edificaciones en nuestro barrio. Las personas comenzaron a mudarse, y nosotros les ayudábamos a cargar sus cosas. La primera vez lo hicimos por pura casualidad, pero cuando los agradecidos vecinos nos regalaron dulces, decidimos convertirlo en un negocio. Fue divertido y conocimos a todos los nuevos inquilinos.
  • Gané mi primer dinero a los 8 años. Mi mamá adoraba las plantas y tenía una gran colección de cactus. Un día, mientras jugaba con mis amigas, quisimos comprar algo, pero ninguna tenía dinero. Entonces se me ocurrió cortar algunos esquejes de cactus y salir a venderlos. Nos paramos frente a una tienda con una bandeja llena de cactus y los vendimos casi todos. Todavía lo recuerdo con una sonrisa.
  • Una chica tuvo la idea de negocio de ayudar a padres ricos de China a elegir nombres en inglés para sus hijos. En muchos países de Asia Oriental, es común que los niños tengan un segundo nombre en inglés, útil para los viajes de negocios. Los clientes le enviaban fotos de sus hijos y ella les sugería nombres, cobrando $65 por cada uno. © christw_ / Reddit
  • En la escuela organizaron una feria donde podíamos llevar cosas hechas por nosotros para vender. Mi hermana mayor me tejió dos pares de zapatillas para muñecas con cuentas. Un niño las compró rápidamente y yo, feliz, fui a gastar el dinero. Luego me sorprendí al verlo vendiendo las mismas zapatillas al doble de precio. Así, a los 7 años, aprendí quiénes son los revendedores.
  • Un día salimos mi esposa y yo a caminar y le dije: “Susana, ¿qué tal si abrimos una tienda de artículos de segunda mano? Mira, nuestra hija ya no usará su cochecito pronto. ¿Qué haremos con él? Seguramente no somos los únicos en esta situación... Podríamos ganar algo con esto”. A mi esposa le encantó la idea. Lo discutimos y decidimos emprender. Como yo ya tenía un registro comercial, formalicé todo a nombre de ella. Susana encontró un local excelente en el centro de la ciudad, listo para usar y con estanterías incluidas. Mientras tanto, yo escribía un plan de negocios para conseguir fondos del centro de empleo. Recibimos el dinero, nos instalamos en el local y arriesgamos todo lo que teníamos: pusimos a la venta nuestro equipo de música, la mecedora de nuestra hija y nuestro cine en casa. Decidí vender de todo, desde cosas de niños hasta antigüedades, para atraer a clientes curiosos. Tasábamos los productos por internet, calculábamos el precio promedio y ofrecíamos un tercio del valor original. Así empezamos a ganar.
  • En los años 90, junto con una amiga, reunimos todas nuestras cosas de niña (tarjetas, cuentas, brillantina, botones bonitos) y las metimos en una bolsita bonita. Antes, anotamos cada objeto en pequeños papeles, los doblamos cuidadosamente y los pusimos en una caja. Llevamos todo esto a la escuela e hicimos una rifa sin pérdidas: das dinero, sacas un papel y ganas un premio. Fue un éxito rotundo... tanto como el regaño que nos dieron la subdirectora y nuestros padres.
  • Un chico inició un negocio recolectando plantas rodadoras, empaquetándolas en cajas y vendiéndolas con un gran margen de ganancia. Descubrió que estas plantas se usan mucho en decorados para películas, teatros y otros propósitos, y que nadie había ocupado ese nicho de mercado. Con abundante materia prima, su negocio resultó muy exitoso. © Bigtsez / Reddit
  • Un conocido tiene un negocio de go karts. Cuando su hijo Daniel cumplió 15 años, quiso ganar algo de dinero durante las vacaciones de verano. Su padre le propuso trabajar en el negocio y cerraron un trato: de las ganancias adicionales que superaran los ingresos habituales del verano, Daniel recibiría el 20 %. A Daniel no le interesaban mucho los carros, pero aceptó. El negocio estaba estancado, gestionado principalmente por empleados. Cuando Daniel llegó al lugar, se dio cuenta de que no había una zona de espera para los clientes. Aunque los empleados decían que todos los que llegaban podían montar de inmediato, decidió poner un par de sillones para los que esperaban su turno. Esto atrajo más clientes. Después, añadió mesas, instaló dos máquinas expendedoras (una con bocadillos y otra con café) y creó dos canales en redes sociales. Incluso organizaron un pequeño torneo y la prensa local escribió sobre el karting. Al final del verano, las ganancias aumentaron un 40 %, y Daniel recibió una buena ganancia como recompensa por su esfuerzo.
  • Cuando mis hijos eran pequeños, de vez en cuando cuidaba a los niños de los vecinos. Llevo viviendo en el mismo lugar casi 20 años, así que conozco a muchos padres de la zona. Una vez al mes organizo una “noche libre” para mamás y papás, cuidando a sus hijos toda la noche. Cobro 50 dólares por niño. En mi casa hay un columpio en el árbol, vemos películas, cenamos y les doy postre. Los niños duermen en sacos de dormir y a la mañana siguiente les sirvo el desayuno antes de que los recojan sus padres. Siempre se quedan entre 8 y 10 niños, y les encanta. © FurryFreeloader / Reddit
  • Desde pequeña tuve un espíritu emprendedor. En la escuela, tejía y cosía cosas para mis compañeras durante las clases de manualidades y cobraba por ello. Me encantaba hacer trabajos manuales, pero mis padres decían que era solo un pasatiempo y me obligaron a estudiar contabilidad. Como era una niña obediente, terminé la carrera y obtuve mi diploma. Ahora, mi “pasatiempo” paga mis cuentas, ya que tengo una tienda de productos tejidos y pedidos constantes. Mis padres siguen pensando que no estoy haciendo lo correcto, pero mis productos se venden, mientras que mi diploma sigue acumulando polvo en una estantería.
  • Fui a la escuela con un niño cuyo padre inventó la botella exprimible para ketchup. Eran muy ricos, pero nunca lo presumían, algo que siempre respeté. Fue una de las formas más inusuales de hacerse millonario que he conocido. © accountofyawaworht / Reddit
  • Un conocido era muy mal estudiante y apenas logró terminar la escuela este año, pero tenía un instinto empresarial impresionante. Podía vender cualquier cosa. Durante la escuela, comenzó un negocio comprando ropa de segunda mano en mal estado, limpiándola, reparándola y dejándola como nueva. Compraba ropa de marca a precios muy bajos y la revendía por el doble o triple del precio. Su ingreso promedio era de 20 000 dólares.
  • En 1988, cuando estaba en segundo grado, abrieron una tienda comercial en la ciudad que vendía fotos de Bruce Lee, Chuck Norris y otros junto con chicles. Mi abuelo era fotógrafo, y yo en ese momento también estaba interesado en la fotografía. Tuve una idea de inmediato. Compré tres fotos, las repliqué y mi abuelo las retocó. Luego las vendía en la escuela. El negocio iba bien hasta que algunos padres se quejaron de que sus hijos robaban dinero para comprarlas. Como resultado, la subdirectora me humilló públicamente frente a toda la escuela durante media hora, llamándome “especulador”.

Estas historias demuestran que la creatividad y la visión empresarial pueden convertir cualquier idea en una fuente de ingresos. Quizá tú también tengas un talento que podrías transformar en un negocio.

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