15+ Historias que demuestran que trabajar desde casa no es para cardíacos

Curiosidades
hace 3 horas

Algunas personas ni siquiera se imaginan que trabajar de forma remota no es nada aburrido. Este tipo de trabajo no tiene nada que envidiarle al trabajo de oficina y, en algunos aspectos, incluso lo supera.

  • Conseguí un trabajo remoto. Hace poco tuve una videollamada muy importante. Mi esposo, al parecer, aún no se acostumbra a que trabaje desde casa. Mientras yo estaba concentrada tomando apuntes en mi libreta, de pronto todos en la llamada se quedaron en silencio.
    Miré la pantalla y enseguida entendí lo que pasaba. Mi esposo estaba caminando detrás de mí en ropa interior. Me disculpé con mis compañeros y apagué la cámara, pero todavía me hacen bromas sobre aquella ocasión. © Chamber 6 / VK
  • Trabajo desde casa. Un día estaba en un centro comercial cuando recibí un mensaje de mi jefe pidiéndome que enviara unos documentos importantes en menos de una hora. No encontré un café con enchufes, así que decidí entrar al área infantil de un restaurante.
    Después de asegurarme de que no había nadie, me senté en un puff y envié los documentos. Me sentía tan cómoda que me quedé dormida. Al final, un guardia de seguridad terminó despertándome y corriéndome del lugar. © Caramel / VK

“Mi perezoso compañero de trabajo no conoce el espacio personal”

  • Trabajo desde casa y no puedo concentrarme porque mi vecino siempre está taladrando. Fui a tocar la puerta. Me abrió un hombre bien vestido y no había señales de ninguna reparación en su departamento. Le pregunté si hacía ruidos fuertes todos los días.
    Me dijo que sí, pero que no estaba haciendo reparaciones, sino que taladraba piedras. Me quedé en shock, y él, casi llorando, me dijo: “Descubrí a mi esposa con otro hombre en el departamento, y ahora intento calmar el dolor con un trabajo inútil y mucho ruido.” © SHAME / VK
  • Daba clases en línea. Los micrófonos de los alumnos estaban apagados por defecto. De repente, uno se activó y escuché voces, pero luego se volvió a silenciar.
    Cuando pregunté qué había pasado, la alumna dijo: “Estamos acostadas en el sofá, la compu está en el suelo y el perro encendió el micrófono sin querer.”
    Le dije: “Estamos en un seminario.” Y ella contestó: “Sí, sí, estoy escuchando.” © Overheard / Ideer
  • Trabajo de forma remota y tenía un proyecto urgente. Le di el celular a mi hija para que jugara un rato y le dije que después saldríamos. Me gritó algo y yo simplemente asentí. Más tarde revisé la galería de fotos y vi varias imágenes del arenero de nuestro gato. Le pregunté a mi hija: “Dan, ¿qué son estas fotos?” Y ella me respondió: “Pues te dije que había que cambiarle la arena. Como no me hiciste caso, tomé fotos a sus heces para que no se te olvidara.” © Mamdarinka / VK

“Hoy me tocó trabajar desde casa. Él quería su lugar”

  • Un conocido me contó que consiguió un trabajo remoto en una buena empresa. Durante la primera semana, intentaron cargarle una gran cantidad de trabajo. La jefa lo llamó y le dijo que tenía problemas con el Internet, así que le iba a transferir muchas tareas.
    A mi amigo no le pareció nada bien y, con un tono algo grosero, le dijo: “¿Y por qué no usas tu celular como módem o punto de acceso?” Ella colgó, pero unos minutos después lo llamó de nuevo y le dijo: “¡Gracias por el consejo!”. En ese momento hasta le dieron un bono, pero lo despidieron tres semanas después por grosero y conflictivo. © Chamber 6 / VK
  • Un colega se enteró de que en la oficina estaban hablando de despedirme y me avisó. Así que tuve que pensar en algo para ganar algo de tiempo.
    Cuando recibí la primera videollamada, llevé a mi gato conmigo. Lo elogié durante unos 20 minutos diciendo que comía muchísimo. Ese día no me dieron la noticia. La segunda vez, fue el turno del perro, y tampoco me dijeron nada. La tercera vez, me pidieron que no encendiera la cámara y me despidieron. © Chamber 6 / VK

“Mi razón más importante para trabajar desde casa”

  • Trabajo de forma remota. A veces voy a trabajar a un café que está cerca de mi casa. Estoy allí trabajando, tomando café y comiéndome un pastelito. Miro hacia la izquierda y veo a mi vecino besándose apasionadamente con una mujer joven. Él también me vio y no dejaba de mirar hacia mi mesa. Conozco a su esposa, es una mujer encantadora, inteligente y muy amable. Una vez estaba horneando un pastel y me ofreció un pedazo, así fue como nos conocimos.
    Me sentí muy incómoda con lo que vi. Tuve la tentación de decírselo, pero al final decidí no meterme. © Work Stories / VK
  • Trabajo en una oficina y mi esposo trabaja desde casa. Antes de salir, pongo la lavadora y le pido que tienda la ropa. Pero por más que se lo recuerde, siempre se le olvida.
    Cada vez que abro la lavadora, encuentro la ropa húmeda y huele mal, así que tengo que volver a lavarla. Me cansé de recordárselo una y otra vez y decidí hacer algo distinto.
    Un día tomé la ropa olvidada y la colgué por todo el departamento: camisetas en las sillas, calcetines en las puertas, toallas en el sofá. Sorprendentemente, funcionó. Mi esposo notó lo que hice y se dio cuenta de lo molesta que estaba por sus olvidos. Ahora, ese problema ya quedó atrás. © Mamdarinka / VK

“Trabajar desde casa tiene sus ventajas, sin duda”

  • Después de terminar la universidad, decidí quedarme en la misma ciudad. Alquilé una habitación en la casa de una señora mayor, vivía ahí y trabajaba remotamente. Me quedaba despierto hasta tarde para ganar más dinero. Soy una persona hogareña: no me gustan las fiestas, así que casi no salía.
    La dueña de la casa empezó a preocuparse porque no me veía “ir a trabajar”. No entendía el concepto de trabajo remoto por su edad. Con el tiempo, comenzó a molestarme. Decía que la molestaba el ruido del teclado, que gastaba mucha electricidad y que me dormía muy tarde.
    Le pregunté cómo sabía cuándo me acostaba, y me dijo: “Le pedí al vecino de enfrente que vigile tu ventana. Él me avisa.”
    Poco después me mudé, y con el tiempo pude pagarme un departamento para mí solo. Ahora trabajo a la hora que quiero y no molesto a nadie. © Caramel / VK
  • Vivo en un pequeño conjunto residencial donde todos los vecinos se conocen, se saludan, y algunos hasta conviven bastante. Trabajo desde casa, tengo el sueño algo caótico y suelo trabajar de noche. También salgo a tomar aire fresco a esas horas.
    Cuando empezó a hacer frío, empecé a llevar un maletín de cuero para sentarme sobre él en la banca del parque. Hace poco, una vecina me contó que las mamás del parque estaban preocupadas por mí.
    Muchas me habían visto llegar de noche, despeinado, en pants y cargando un maletín de cuero y se preguntaban qué me pasaba. © Overheard / Ideer

“Winston atenderá mis llamadas hoy. En realidad, se rindió después de 5 minutos y durmió el resto del día”

  • Mi novio fue enviado a un trabajo remoto. Termina rápido su plan de trabajo y luego se aburre. Ayer estuvo trabajando tranquilamente, y de repente corrió al baño y se encerró durante una hora. Me preocupé. Y luego salió con una toalla en la cabeza y una mascarilla hidratante en la cara. Se me acercó, sonrió y me dijo: “¡Ahora voy a ser una estrella de TikTok!”
    Ok, necesito llamar a sus jefes. Tiene que volver a la oficina, si no, no va a sobrevivir mucho tiempo trabajando desde casa. © Chamber 6 / VK
  • Después de dar a luz, terminé un curso sobre cómo ganar dinero en línea y comencé a mantenerme por mi cuenta. Tres años después, mi esposo empezó a insinuar que debería volver a trabajar. Sé que su mamá lo estaba presionando.
    Me dijo: o vuelves a trabajar o nos divorciamos.
    Me fui a vivir con mis padres. Una semana después, empezó a quejarse de que no había comida en casa y de que sus camisas no estaban planchadas.
    Le mandé un enlace a un curso de labores del hogar. © Overheard / Ideer

Y aquí van algunas historias de personas que renunciaron a sus trabajos de oficina para seguir su verdadera vocación.

Imagen de portada Overheard / Ideer

Comentarios

Recibir notificaciones
Aún no hay comentarios. ¡Puedes ser el primero!

Lecturas relacionadas