La lógica y la espontaneidad de los niños no se pueden comparar con nada. Debido a que carecen de los marcos impuestos por la sociedad, su visión del mundo no es estrecha. Por lo tanto, poseen una mente flexible que les da un ingenio único. Los niños son capaces de decir o hacer cosas que a los adultos nos hacen reír hasta las lágrimas y nos dejan con la boca abierta durante muchísimo tiempo.
En Genial.guru amamos las historias sinceras e hilarantes sobre los niños y sus travesuras únicas, por eso simplemente no pudimos pasar por alto estas vívidas anécdotas compartidas por los usuarios.
- Estaba con mi hermana de 5 años en el parque infantil y ya había jugado con ella durante 2 horas, decidí tomar un descanso. Me senté y me puse a observar cómo jugaba. Ella se acercó y dijo: “¡Vamos a jugar!”. Se me ocurrió una excusa brillante, dije: “Si me levanto ahora, ocuparán la banca y no podré sentarme más tarde”. Mi hermana pensó en algo, se fue corriendo, volvió, me pidió que me levantara e inmediatamente cubrió toda la banca con el barro que tenía en la mano. Y después dijo: “Listo, ahora nadie la ocupará. ¡Vamos a jugar!”. © Habitación № 6 / VK
- A los 9 años me quedé sola en casa y sabía que no debía abrirle la puerta a nadie. En ese momento, mi tío decidió pasar de visita, pero yo, una niña en guardia, no creí que era mi tío el que estaba detrás de la puerta y decidí hacerle una pregunta cuya respuesta solo mi tío podía saber: su cumpleaños. “20 de junio”, fue la respuesta, pero lo gracioso es que yo no sabía la respuesta correcta, así que no lo dejé entrar a la casa. Durante aproximadamente una hora, tuvo que quedarse en la entrada del edificio esperando a mis padres. Entonces todos se rieron durante mucho tiempo, y se convencieron de que yo era una niña responsable. © Oídoporahí / VK
- Un día, mientras estábamos de vacaciones, me emocioné al reflexionar sobre mi vida y cómo mi papel como madre se había visto comprometido por mi apretada agenda de trabajo. Al final, me dirigí a mi hija de 4 años y le prometí: “¡Seré la mejor mami para ti cuando lleguemos a casa!”. Ella me miró confundida y dijo: “¿Y por qué no empezar ahora mismo?”. © Anad Sumar / Quora
- Cuando era niña teníamos un gallinero. Mamá me hacía juntar gorgojos en el huerto de fresas y luego dárselos a las gallinas. Decidí que yo era un eslabón innecesario. Así que agarraba a la gallina con las manos y la pasaba lentamente por el huerto. Por lo general, cuando juntabas los gorgojos con las manos, estos metían las patas y caían al suelo. Pero cuando acercabas a la gallina directamente, ellos no tenían tiempo de hacerlo. ¡Lo que es la eficiencia! © Amalteya / Pikabu
- Estaba con mi hijo de 6 años en la fila para ir al baño. Como siempre, había toda una multitud esperando entrar al baño de mujeres y no había nadie en el baño de hombres. Mi hijo dijo que podía ir al baño de hombres solito, pero yo dudaba. Como resultado, se volvió hacia mí y dijo con el tono más serio: “¡Y claro, es que si voy al baño sin ti, me acostaré en el piso y comenzaré a lamerlo!”. Las mujeres que estaban al lado nuestro se rieron, nadie esperaba semejante nivel de sarcasmo de un niño. Al final, fue al baño solo, y cuando salió, yo aún estaba haciendo fila. © Jacqueline Miller / Quora
- Vivimos en un pueblo pequeño donde no hay tiendas grandes. Ayer fuimos de compras a la ciudad vecina, que es bastante grande. Mi hijo de 3 años visitó el supermercado por primera vez. Cuando pasábamos por el acuario con peces vivos, se quedó mirándolo durante varios minutos. Cuando se enteró de que a esos peces se los comerían más tarde, inmediatamente me exigió que salvara a uno de ellos. Discutí con él durante mucho tiempo, pero aun así ganó con el argumento: “Si tú fueras uno de esos peces, no dejaría que nadie te comiera”. Ahora tenemos una carpa viviendo en nuestro acuario. © Habitación № 6 / VK
- Cuando mi ahijado tenía unos 3 años, sus padres se fueron de vacaciones y lo dejaron con mis padres. Se portaba bastante bien, e incluso parecía disfrutar pasando tiempo con mi madre y viendo juntos sus telenovelas favoritas. Vio varias de ellas en aquel entonces... Finalmente, llegó el día en que le informaron que por la noche su madre vendría a buscarlo, y de repente exclamó con sentimiento: “Bueno, ¡por fin podré estar cerca de la mujer que amo!”. © Stephanie V / Quora
- Mi esposa, como probablemente la mayoría de las mujeres, se preocupa mucho por el orden de la casa y percibe dolorosamente los comentarios sobre este tema. Hoy nuestro hijo (4 años) estaba jugando con una linterna, y durante el juego de la búsqueda del tesoro decidió examinar el piso con mucha atención. Después de un breve estudio, decidió complacer a la madre en voz alta y con fervor: “¡Mamá, encontré polvo!”. Pero para que mamá no se molestara mucho, después de 10 segundos, agregó: “¡Está por todas partes!”. © Pasa256 / Pikabu
- Esto sucedió hace varios años. Mi sobrina solo tenía 4 años, pero ya era bastante observadora y captaba todo rápidamente. Entonces, estábamos viendo algo en línea, el video se trababa constantemente y le explicamos que eso se llama almacenamiento en búfer. En la noche del mismo día, durante la cena, se tiró varios gases mientras estaba en la mesa. Finalmente, su madre le dijo que fuera al baño, a lo que ella respondió: “Mamá, es solo almacenamiento en búfer, iré más tarde”. © Divya Batra / Quora
- Mi abuela ha sido profesora durante 46 años. Yo, siendo pequeño, me sentaba en la mesa, abría un cuaderno al azar y ponía comas extra en el último trabajo de sus alumnos. Nadie nunca se dio cuenta de que era yo. © Oídoporahí / VK
- Me lo contó mi mamá. En la escuela, les pidieron que trajeran el esqueleto de un pez para una clase de biología. Sus compañeros se lastimaron todas las manos con los pequeños huesos mientras pelaban el pescado. Pero mi madre hizo lo siguiente: debido a que la escuela y la casa quedaban cerca, encontró un hormiguero en el camino y puso al pez justo encima (su padre le había dado el pez). Por la mañana, de camino a clases, sacó del hormiguero el esqueleto ya terminado, perfectamente limpiado por las hormigas. No sé si fue su idea o si alguien se lo aconsejó, pero creo que es brillante. © Jly4e3apHblu / Pikabu
- Hace poco estábamos paseando con mi hija de 5 años. Decidimos pasar por la tienda de dulces. Ella ya estaba un poco cansada, así que decidí animarla y le dije en la entrada de la tienda: “¡Querida, elige lo que quieras, te compraré lo que pidas!”. Mi hija me miró incrédula y me dijo: “¡Pero yo no quiero nada, papá! Tú sabes que te quiero mucho sin que me compres golosinas”. La vendedora se empezó a reír, algunos visitantes se conmovieron y yo rompí a llorar frente a la gente por primera vez en mi vida. Abracé a mi hija, le dije que la amaba mucho y ella me respondió: “¡Yo también te amo! Pero me vas a comprar los cocodrilos de gelatina, ¿verdad?”. © Habitación № 6 / VK
- Mi hijo de 3 años estaba jugando en el auto el otro día, revisando cuidadosamente todo: frenos, faros, cinturones de seguridad, etc. Decidí seguirle el juego y le pregunté si necesitaba anteojos antes de su importante viaje. A lo que respondió sin dudar: “No, gracias, tengo ojos”. © Matthieu Toussaint / Quora
- Fui a buscar a mi hija de 3 años al jardín de niños. Subimos al autobús, no había asientos libres. Como siempre: los hombres estaban sentados y las mujeres, de pie. Más tarde, por fin pudimos sentarnos, pero entonces subió una anciana de 80 años. Decidimos cederle el asiento. Uno de los hombres se sintió incómodo y también se puso de pie. Pero mi orgullosa hija dijo: “¡Demasiado tarde, señor!”. Así fue como viajamos de pie de un extremo de la ciudad al otro. © Habitación № 6 / VK
- El fin de semana fuimos a la casa de campo de un amigo. Por las noches, todos los allí presentes se convertían en la cena de los mosquitos. Nada podía salvarnos de esos malditos insectos, ni las pastillas ni los aerosoles. Los mosquiteros ayudaban, pero como había ido mucha gente, tuvimos que dormir en el ático, donde no había mosquiteros. Por la mañana nos levantamos todos picados, menos el hijo de 6 años de este amigo. Le pregunté cómo se había salvado de los mosquitos. Y él respondió: “Es fácil, tenemos un ventilador viejo, lo prendo por la noche y lo dirijo hacia la cama al máximo. Por eso ni siquiera se me pueden acercar”. © Alekseushka1991 / Pikabu
Seguramente también tuviste que enfrentar muchas veces la lógica inquebrantable de los niños. Cuéntanos los ejemplos más memorables.