15 Niñeras cuentan sus historias, que podrían dejar pasmadas incluso a personas con nervios de acero

Algunas personas piensan que ser niñera no es tan difícil, porque sus responsabilidades consisten en alimentar a un niño, jugar con él y hacerlo dormir. Pero en realidad, el trabajo de cuidar a los niños de forma profesional solo es para personas pacientes y con fuerte voluntad.

En Genial.guru encontramos historias de mujeres que aseguran, por su propia experiencia, que cuidar de otros niños es una tremenda aventura.

• Trabajé como niñera en una jornada de 12 horas. Estaba tan fatigada. Me senté por un segundo en el sillón para descansar. A continuación, recibí una llamada: “¿Por qué estás sentada? En las cámaras se ve todo”. Lo primero que se me vino a la mente fue: “Uh, ayer estuve sacándome los mocos en esta habitación”. Otra familia tenía un “juego” que había sido inventado por la dueña, en el que se suponía que debía encontrar una prenda interior sucia entre una montaña de ropa limpia. Si no la encontraba, me podrían despedir. En pleno día laboral hui de ese lugar. © Evgenia Korol / Facebook
• Vivo en una pequeña ciudad con una población de 200 000 personas, en donde es difícil perderse, ya que todo el mundo se conoce. Hace poco escuché rumores de diferentes personas de que antes era una chica buena, y ahora constantemente me embarazo y doy a luz a hijos de diferentes hombres. Resulta que en varias partes de la ciudad me vieron paseando con un niño, y siempre los niños eran diferentes. De ahí llegaron a esas conclusiones. Además, el trabajo de niñera es temporal para mí. © Oído por ahí / Ideer
• Trabajé para unas personas muy ricas. Una vez la niña dijo una frase que me dejó boquiabierta. Estábamos hablando de justicia y exclamó de lo más profundo de su corazón: “¿Por qué todo es tan injusto? ¡Creo que todas las personas de la Tierra deberían tener acceso a agua, comida y manicura gratis!”. © MariaMika / Pikabu

• Una amiga trabajaba como institutriz de un banquero. La familia contaba con el esposo, la esposa y tres hijos. Mi amiga era institutriz de su hijo del medio, el pequeño tenía una niñera, el mayor tenía tutores. Por la mañana la esposa del banquero iba al salón de belleza para broncearse, a los cosmetólogos y a hacer ejercicio. Asimismo, tenían una sirvienta y un cocinero. Mi amiga le dijo una vez a la esposa del banquero: “Debí haberme casado con uno así, pero me casé con otro y ahora trabajo como niñera”. A lo que la esposa del banquero le respondió: “No se habría casado contigo”. Mi amiga se ofendió: “¡Cuando era joven, era muy guapa!”. La esposa del banquero le dijo: “Es que tu papá no era director de una fábrica, a diferencia del mío”. © rav1 / Pikabu
• Una conocida acababa de mudarse a la capital, buscaba un trabajo bien pago y le ofrecieron ser niñera de un niño de 3 años de una familia adinerada. Le dijeron que eran personas muy educadas e inteligentes. Era verano, la familia vivía en una casa de campo, los cónyuges se iban a trabajar a la ciudad, entonces en la casa se quedaba la abuela (la madre de la mujer no era vieja, más bien una abuela joven) y el niño. El primer día, le pidieron a la niñera que trapeara el piso y por la noche ni siquiera le ofrecieron de cenar. © Gulanara Saidova / Facebook
• Trabajaba como niñera para una familia de dos gemelos. Sus padres se fueron por dos días y tuve que pasar la noche con ellos. La primera noche, los acosté y me fui a dormir a la sala de estar. Me desperté por la noche al escuchar la voz de un niño: “Señora María, tengo miedo”. Empecé a levantarme y de repente escuché desde el otro lado de la cama: “Señora María, yo también tengo miedo”. Al estar muy dormida, no me di cuenta de inmediato de que era el segundo gemelo, que tenía la misma voz. Grité por toda la casa. © Palata № 6 / VK

• Soy niñera. Una vez tuve un día de prueba con un niño de 5 años. Mientras estaba durmiendo, su madre me pidió que lavara las ventanas de ambos lados y luego se fue. Las ventanas eran enormes y desde la calle había una cornisa de 40 centímetros a lo largo de toda la casa. Lavé un lado, pero decidí que no iba a trabajar allí. La madre del niño regresó y comenzó a gritar mucho e incluso a insultarme. Le dije que no se preocupara y que no iba a trabajar con ellos, porque necesitaban una niñera escaladora. Y antes de salir, la cereza del pastel fue que revisó mi mochila poniéndola al revés. © Irina Politskaya / Facebook
• Una vez tuve que cuidar a un bebé dormido durante un par de horas mientras los padres se iban a pasear. La primera hora estuvo muy bien, porque estaba sentada leyendo un libro hasta que me comenzó a doler el estómago. Su sistema para bajar el agua del inodoro era tan ruidoso como la turbina de un avión. Y, como tenía miedo de despertar al bebé, durante los siguientes 40 minutos tuve que llevar tazas de agua del cuarto del baño al inodoro, para bajar silenciosamente mis necesidades. Por supuesto, no desperté al bebé, pero me cansé mucho. © Kama Tanagava / Genial.guru
• Soy una niñera profesional y una de las familias con las que trabajé tenía una regla estricta: no jugar juegos en los que pueda haber un ganador y un perdedor. No importaba si eran juegos de mesa. “La victoria y la derrota pueden herir los sentimientos”, así me explicaron estos padres. Siempre me veía obligada a detener a las niñas cada vez que decían algo como “apuesto a que llegaré más rápido al final del camino de entrada” y a decirles que “sus papás no les permiten competir, ¿recuerdan?”. Poco después, los borré de mi lista de clientes. © undeadgorgeous / Reddit

• Me pidieron que cuidara de una niña de 9 meses por 4 horas. Su mamá la durmió y rápidamente se fue. La niña se despertó casi instantáneamente y comenzó a gritar. Tengo mucha experiencia, entiendo los gritos de los bebés, ya sean por caprichos, hambre o dolor de algo. Aquí entendí que la niña estaba en pánico y simplemente me tenía mucho miedo. La arrullaba, la mecía, porque debía dormir sus horas. Mientras la mecía, parecía que se dormía y se callaba; si me detenía, entonces comenzaba a gritar. Tuve que llamar urgentemente a su madre para que volviera. Entonces ella admitió que la niña reaccionaba así con todas las personas, incluso con su papá y su abuelo, excepto con ella. © Elina Sysoy / Genial.guru
• Fue mi primera noche con una familia y todo iba bien. Antes de salir a cenar, los padres de los niños me explicaron las reglas y me dieron los números de teléfono, entre otras cosas. Los niños (7 años y 4 años) se portaban muy bien. Ni siquiera pasó un minuto después de que los padres salieran de casa y la niña mayor me dijo: “Voy a gritar a todo pulmón”. Le pregunté para qué y ella se rio en respuesta diciéndome lo siguiente: “Para que los vecinos escuchen y llamen a la policía”. ¡Gracias a Dios, ella no cumplió sus diabólicos planes! © Kraitlyn / Reddit
• Trabajé durante varios meses como niñera de una niña de 6 meses. Al principio, solo tenía que hacer cosas básicas para cuidarla: darle de comer, pasearla y vigilarla. Luego me asignaron otras obligaciones: barrer, fregar el piso del departamento, porque la bebé estaba gateando, lavar la ropa. No me resultaba difícil y lo hacía. Pero dejé de trabajar con ellos después de que tuve que ir a trabajar en un día festivo, a pesar de que los padres estaban en casa ese día. Y se me prohibió abrir la boca y hablar con ellos, como si fuera una sirvienta muda. © Ludmila Stiyagailo / Facebook

¿Alguna vez has recurrido a los servicios de una niñera? ¿Cómo elegiste a la candidata perfecta?