15+ Personas de buen corazón, cuya presencia en la vida de alguien es un regalo del destino

Curiosidades
hace 4 años

“No importa si tienes estilo, reputación o dinero. Si no tienes un buen corazón, no vales nada”, decía el gran comediante francés Louis de Funès. Y es verdad. Mientras haya espacio para la compasión y la misericordia en el alma de una persona, poseerá una riqueza verdaderamente invaluable.

Genial.guru cree que, a veces, incluso una pequeña acción amable puede cambiar el mundo para mejor, y una sonrisa casual hace que la vida sea más brillante y alegre. Esperamos que nuestra selección te haga sonreír. Y aquellos que lleguen al final del artículo tendrán un bono que los ayudará a animarse.

Una italiana de 87 años llamó a la policía y dijo que estaba sola y tenía hambre. Esto es lo que ella recibió al final

Si te parece que el mundo se ha vuelto demasiado cruel, recuerda a este hombre que construyó una escalera para patitos en un estanque local

“Estimados ciudadanos de Golyanovo, ¡esta escalera está hecha para los patitos! No pueden salir a la orilla a secarse las plumas, ¡y por eso se mueren! En este estanque nada una mamá pata con sus patitos, antes eran 7 ¡y ahora solo quedan 2! ¡Se pide encarecidamente NO ROMPER LA ESCALERA! También pídanles a sus hijos que cuiden esta construcción. ¡CUIDEN LA NATURALEZA Y EL MUNDO SERÁ MÁS AMABLE CON NOSOTROS!”

Unos maravillosos médicos trabajan en el departamento de reanimación cardiopulmonar

“Nuestra primera foto familiar después de años de lucha contra la infertilidad”

Este hombre compra pájaros para liberarlos

“Mi maravillosa abuela cumplió 102 años hoy. A pesar de que a los 100 años estaba dando un discurso de despedida”

“A lo largo de mi vida, recolecté oficialmente 7000 bolsas de basura”

“¡Hoy mi mejor amiga se recuperó oficialmente del cáncer! A los 16 años, luchó contra la enfermedad durante seis meses. ¡Estoy tan orgullosa de ella!”

Cuando tuviste suerte con el jefe

“Hace 12 días encontré una oruga en mi pequeño jardín. Construí una casa para ella en la que se hizo crisálida. Ayer tuve que dejar libre a una mariposa monarca crecida”

“Mi abuelo y mi abuela se pusieron sus trajes de boda después de 60 años”

Este buen chico se ve feliz después de haber donado sangre para ayudar a otros perros

“Hace 150 días me trasplantaron el corazón. Hace 116 días regresé a casa. No hay más restricciones. Estoy sano. Me siento más fuerte que nunca en mi vida”

Observa con cuánto amor este señor mira a su gato

A veces, para hacer una buena acción, solo necesitas no mirar hacia un costado

Bono: no existe el trabajo inútil

Creo que fue en 2010. Trabajaba como técnico en una empresa regional de TI. Nuestro proyecto principal era apoyar las clases digitales en las escuelas. Mi tarea, como técnico, era ayudar a los usuarios, hacer la reparación y crear una solicitud para el fabricante si los métodos de reparación estándar no funcionaban.

Una vez, llegó una solicitud de una escuela rural. No pude resolverlo por teléfono, lo que significaba que tenía que ir allí. Tres horas en tren, y ahí estaba. Yo, como habitante de una ciudad, me sorprendí al ver la escuela rural: un edificio de madera de un piso muy desgastado. El baño para los niños estaba en la calle. Al ingresar a la escuela, te encontrabas inmediatamente en el gimnasio. Me llevaron a la oficina. Solo los niños locales estudiaban en esa escuela, por lo que las clases fueron diseñadas para un máximo de cuatro pupitres. Y en ese contexto, estaba la apoteosis de la digitalización: una pizarra, un proyector y una PC.

Existen métodos estándar para resolver problemas: reiniciar, limpiar del polvo, golpear, restablecer la configuración. Si esto no funciona, entonces solicito una reparación, lleno los documentos y me voy. Debo decir que consideraba que mi trabajo era bastante inútil.

Las medidas tomadas no llevaron a la reparación, y ya estaba pensando en hacer una solicitud y partir, cuando una maestra apareció en la puerta y una alumna de primer grado entró en el aula después de ella. En sus manos sostenía un gran plato de panqueques. Su cara estaba sonrojada. Con cuidado, dejó el plato sobre el escritorio y saltó de regreso detrás de la espalda de la maestra: “Se enteró de que un señor vino de la ciudad para arreglar las caricaturas, y ella misma le preparó un bocadillo”.

Una cadena se alineó en mi cabeza: en el pueblo, por supuesto, no había cine. Los niños veían los dibujos animados en la única pantalla grande: una pizarra escolar con un proyector. Como entenderás, después de eso no podía irme sin arreglar el aparato. Después de todo, si no lo lograba, “unas personas” se lo llevarían y los niños se quedarían sin caricaturas durante, como mínimo, unas semanas.

Después de un par de horas, el problema fue encontrado y solucionado. Los niños tenían lágrimas de felicidad en los ojos, y yo corrí a tomar mi tren. La maestra, por cierto, me contó el esquema completo del “cine”: llamaba a un amigo en la ciudad, él buscaba nuevos dibujos animados, ella le mandaba una memoria USB junto con un tren que pasaba. Luego se hacía el camino de regreso.

Si te parece que tu trabajo es inútil y nadie necesita lo que haces, créeme, siempre habrá alguien para quien tú serás “el señor que arreglará las caricaturas”. © Nastology / Pikabu

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Imagen de portada xpenovirus / Pikabu

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