La vida es extremadamente impredecible y, a veces, las cosas no salen como las planeamos. Por ejemplo, sucede que, incluso con toda la precaución, de repente nos encontramos en medio de una situación incómoda y entonces experimentamos todos los matices de la vergüenza y del pánico.
En Genial.guru creemos que en vez de reprocharse por los errores de la vida, hay que convertirlos en historias anecdóticas que se puedan contar a los amigos. Es exactamente lo que hicieron los protagonistas de nuestra selección de hoy y, como resultado, divirtieron a todo Internet.
- En mis años de universidad vivía en una residencia estudiantil. ¡Era terrible la cantidad de cucarachas que había! Prendías la luz y cientos de ellas salían corriendo. Trataba de ahuyentarlas, pero todo fue en vano. Una vez, un chico me invitó a una cita en un restaurante caro: era guapo, me gustaba mucho. Estábamos cenando, la atmósfera era muy romántica, ¡cuando una cucaracha salió de mi bolso y empezó a trepar por la pared! Quedé en estado de shock y, fingiendo estar horrorizada, con disgusto dije que me negaba a comer ahí. El chico llamó a la administradora, ella se disculpó confundida y dijo que la cena sería a cargo del restaurante. Lo sigo recordando con mucha vergüenza. © Oídoporahí / Ideer
- Mi madre estaba perdiendo peso activamente y bebía un té especial. Una noche me levanté para tomar algo. Lo primero que encontré en la cocina fue la tetera con este té. Me lo tomé hasta la última gota y me fui a la cama. Me desperté una hora después y corrí al baño sacando chispas. No pude salir de allí por un par de días. Desde entonces, solo bebo agua y solo con la luz prendida. © Oídoporahí / Ideer
- Caminaba detrás de mi padre a través de un pequeño estacionamiento en la tienda de comestibles. Nos acercamos al auto, traté de subirme al asiento del pasajero, y de repente noté que me miraba confundido por encima del techo. Resultó que estuve siguiendo a un desconocido. Y solo después noté a mi papá que trataba de alcanzarme quedándose casi sin aliento. © bebop-boogie / Reddit
- De niño, le jalé la falda a mi madre, ella se dio vuelta y resultó que no era mi madre. La mujer gritó, yo respondí con lo mismo... No es el momento más brillante de mi biografía. © unknown author / Reddit
- Tenía que ir a la clínica por la mañana. Salí a la calle, hacía frío, estaba nevando. Los coches estaban cubiertos de nieve. Me acerqué a mi auto y traté de abrir la cerradura. No pude. Intenté abrir con el control de la alarma, pero tampoco funcionó. Pensé: “Maldición, parece que la batería está muerta”. Seguí intentado abrir el auto con la llave para sacar la batería. Una voz grave me interrumpió:
— ¿Piensas ir a algún lado?
Me di vuelta y vi a un hombre parado a mi lado. Este caminó a mi alrededor, se apoyó descaradamente en la cajuela de mi auto y sonrió como un idiota. Sin levantar la mirada, respondí:
— ¿Y tú qué? ¿Acaso quieres ayudar?
— ¿Y por qué no? Sí que puedo ayudarte.
Se acercó, me quitó a un lado, sacó la llave y — ¡bam! — el auto se abrió. Aparentemente, viendo mis ojos cuadrados, se dio cuenta de que yo no había entendido nada y me explicó:
— Este es mi carro.
Entendiendo todo el ridículo de la situación, me disculpé y desaparecí entre la nieve. © Filin225 / Pikabu - Una noche decidimos salir con mi esposa. Entramos en una cafetería, vi a un amigo que estaba en la barra con una chica, me acerqué y le empecé a hacer cosquillas. Resultó que no era mi amigo. Me miraron raro y se fueron. Pero aunque sea nos liberaron los lugares. © buefordbaxter / Reddit
- Una vez fui a la universidad en busca de un certificado. Tenía muchas ganas de ir al baño. Entré en la cabina y me di cuenta de que no podía salir. Era viernes, fin del día laboral. El baño se encontraba en las profundidades de un piso medio vacío. Empecé a empujar la puerta y a gritar, pero todo fue en vano. Ya me dolía el hombro y me había quedado sin voz. No había opción de saltar la puerta o pasar por debajo. Pero luego giré la manija de la puerta y... se abrió. Estaba tan avergonzada que simplemente salí corriendo de allí, con la esperanza de que nadie me hubiera escuchado. © Oídoporahí / Ideer
- Tenía mucho miedo de conocer a los padres de mi futuro esposo. Nos reunimos en su casa, sus padres venían de otra ciudad. La comunicación no fluía, no podíamos encontrar temas comunes. Comíamos casi en silencio. Pero esto fue solo hasta el momento en el que quise alcanzar la ensalada y toqué el tenedor con la mano. Esté saltó y se clavó en mi mano. Con una cara seria, lo saqué, me disculpé y salí a ponerme una venda, después de lo cual, con el mismo silencio, volví a la mesa. Entonces, en los ojos de mis futuros familiares, de una chica tranquila me convertí en Terminator. Después de eso nos pusimos a charlar hasta la noche y seguimos estando en buenas relaciones. © Habitación № 6 / VK
- Un día fui a buscar a mi perro a la peluquería. El mío era blanco y chiquito. Lo sacaron, me acerqué e intenté levantarlo, pero por alguna razón el perro retrocedió y se puso agresivo. Un anciano detrás de mí preguntó: “¿Es tu perro?”. Respondí con fastidio: “Pues claro”. El anciano dijo: “No lo creo”. Al final tenía razón, ese perro era de él, pero lo peor fue que cuando sacaron a mi perro después de cortarle el pelo, no se parecía para nada al perro del anciano. © Joey101937 / Reddit
- Estaba regresando del pueblo en auto. En una parada de autobús vi a una pareja de ancianos con bolsas pesadas, al parecer volvían de su huerto. Pensé: “Los llevaré hasta la ciudad, de lo contrario pasarán frío”. La anciana se subió y le dije al hombre: “Suba”. Él sonrió y se negó, haciendo un gesto con la cabeza. Me pareció medio raro el viejito, pero ¿cómo podía dejarlo y llevarme solo a la anciana? Así que le dije: “Dígale que se suba, a mí no me hace caso”. A lo que ella dijo: “Es la primera vez que lo veo, ¿por qué me haría caso? Si no quiere, que espere el autobús”. © Whiteneck / Pikabu
- Cuando estaba embarazada subí mucho de peso. Una vez estaba subiendo en un ascensor y alguien me saludó desde el otro ascensor. No sabía quién era, pero le devolví el saludo amablemente. Se dieron cuenta del error y se acercaron a explicarse. El hombre dijo: “Lo siento, es que se parece a mi esposa”. Y entonces dije alegremente: “¡Oh! ¿Y para cuándo tienen planeado dar a luz?”. Pero resultó que su esposa no estaba embarazada. © donuthazard / Reddit
- Día de la boda, estaba en plena preparación. Estaba rodeada por la maquilladora, la fotógrafa y la peluquera me estaba rizando el cabello. Mi cabello es muy específico, así que primero lo tenían que alisar y luego hacer los rizos. Y de alguna manera, la chica, que me estaba alisando el cabello cerca de la cara, se distrajo y me dejó una quemadura en la frente... Tenía una rizadora caliente: bastó un segundo para dejarme una marca notable. Obviamente, era imposible ocultarlo con cosméticos, era una quemadura fresca. Decidimos taparla con el flequillo. Toda mi vida pensé que me quedaría mal. Pero después de 10 segundos todo ya estaba hecho. ¡Y me sentí tan bien con ese look! Mi peinado ha mejorado un montón. © Habitación № 6 / VK
- A mi madre no le gustan las cerezas, y trato de no comerlas frente a ella, para no reavivar sus viejas heridas una vez más. El caso es que cuando tenía 9 años, decidí sorprender a mi madre y fui en bicicleta hasta el jardín de cerezos en las afueras de nuestro pueblo. El jardín era enorme, especialmente para un niño de 9 años, y eso que me había metido en lo profundo. Cuando llené la bolsa, descubrí que había perdido el camino de regreso. Pasé la noche en ese jardín, por la mañana comencé a gritar, y unas personas me encontraron y me llevaron a casa. Mi madre no solo casi se vuelve loca de la preocupación, también me había comido todas las bayas durante esa noche y no le llevé nada. © Habitación № 6 / VK
- Una vez, mi madre y yo estábamos comprando flores y la florista no dejaba de hablar de que no tenía nada que hacer en las fiestas, de lo sola que estaba y de lo bueno que era tener amigos con quienes pasar el tiempo. Fue tremendamente triste. Como resultado, mamá pagó por las flores y de repente dijo: “¡Gracias! ¡Espero que encuentres un amigo pronto!”. Yo quedé atónita, la vendedora también estaba en estado de shock. Mi madre se puso pálida, se disculpó y retrocedió hacia la salida. Fue muy incómodo. © iamsoveryverytired / Reddit
- Un amigo mío vende zapatos. Nos contó que una vez se le acercó una anciana, detrás de ella estaba un hombre también mayor. La anciana dijo:
— Mi esposo necesita unos zapatos de la talla 43.
Mi amigo se dirigió al anciano que estaba detrás:
— Aquí tiene. Se los puede probar...
— No pienso probarme nada! -respondió el anciano.
— Pero, ¿por qué? Aquí tiene una silla muy cómoda...
— ¡Pero te digo que no quiero probarme nada! ¿De dónde sacas tantas ganas de molestar?
Después de lo cual el anciano se fue muy molesto. Entonces la anciana, observando todo lo ocurrido, dijo:
— En verdad, ¿para qué lo molestó tanto? Este no era mi esposo, el mío está en casa durmiendo... © PivBear / Pikabu
Tú o alguien que conozcas probablemente también hayan experimentado situaciones cómicamente incómodas más de una vez. Cuéntanos un par de las historias más memorables.