15 Situaciones que solo podrían haber ocurrido en el trabajo
Pasamos en el trabajo la mayor parte de nuestra vida. Y es genial el hecho de que no solo sea un lugar donde haya que trabajar duro, ¡sino también uno donde podamos morirnos de la risa!
Genial.guru ha recopilado para ti historias cortas que solo podían haber sucedido en el trabajo.
Tengo una colega dulce y amable. Llegó la maravillosa mañana de un lunes. Estábamos solas en la oficina. Yo tenía puestos los auriculares, trataba de trabajar, pero el bendito teclado se trabó. No pude aguantarme y empecé a gritar: “¡¿Por qué no trabajas?! Yo estoy trabajando desde la primera hora de la mañana, ¡y tú no!”. Me quité los auriculares y levanté la vista. Mi colega, que estaba mordiendo un sándwich, me miró asustada y, tartamudeando, dijo lastimeramente: “Estoy comiendo”. © PivBear
En mi trabajo, el guardia de seguridad es un extranjero. Siempre está hablando con alguien. No importa si son los visitantes o los empleados, conversa con todos. Un día, mi jefe le preguntó por qué era tan hablador. La respuesta fue asombrosa: “¿Acaso aprendí el idioma para estar en silencio en español?” © ShyOwl
Era invierno, en la calle hacia −30 °C. A la hora del almuerzo, nos preparamos para ir al comedor, que se encuentra a unos 10 o 15 metros. No quisimos perder el tiempo poniéndonos los zapatos y los abrigos, nos apresuramos a salir para llegar a ser los primeros en la fila.
Pero en la puerta, el jefe nos bloqueó el camino, nos hizo regresar y vestirnos, y solo después nos permitió salir. Y entonces, nosotras, las señoritas, conmovidas por tanto cuidado, escuchamos a nuestras espaldas: “Tontas, si se enferman, ¿quién trabajará por ustedes?...”. © Emilio0215
— ¡Debes preparar un informe hoy! ¡Antes de las 23 en punto! ¡Ni un minuto después! ¡Habrá una multa por el retraso!
— Perdón, pero ¿cuándo cobraremos el sueldo?
— Bueno, en algún momento a fines del del mes... Del 25 en adelante, cuando sea que llegue... © Skatik
Cuando obtuve mi primer trabajo, mi padre me dio un simple consejo:
“Si necesitas ir a algún lugar, cuelga tu chaqueta en una silla y ve a donde tienes que ir”. Entonces pensé que era un consejo inútil.
¿Pero sabes qué? Funciona.
Cuelgo mi chaqueta y me voy a hacer mis cosas. Cuando alguien me busca, razonan así:
— ¿Dónde está Carlos?
— Debe estar aquí en alguna parte, su chaqueta está ahí, ¿ves? © JohnBastionDoe
Puedo trabajar 3 horas seguidas sin descanso. Pero sé con certeza que, en cuanto me siente a descansar por 3 minutos o comience una conversación con un colega, entrará mi jefe. Piensa que paso así todo el día. © Vlad88v
Como dice mi jefe:
— Qué bueno que estés de acuerdo, porque tendrás que hacerlo de todas formas. © expositor
Hace poco, el gerente comercial le pidió al director general que despidiera al programador principal del proyecto.
Justificación: “Hace todo de una forma distinta a la que le pido, ¡pero TODO FUNCIONA!”. © TheBeachofSon
Noté que mi colega tenía una misteriosa carpeta con la inscripción “QRUR”. Me puse a pensar en qué podía significar eso.
¿Quehaceres urgentes?
¿Quema rupestre urbana rural?
¿Queso roquefort ultra rallado?
Finalmente se lo pregunté.
— Oh, es una carpeta muy importante. Evito grandes problemas gracias a ella.
— Qué bueno, pero ¿qué significa?
— Que repose un rato. © MadTillDead
En el trabajo debo recibir a los visitantes de la oficina. La mayoría de las veces se trata de nuevos candidatos laborales. Descubrí que un excelente indicador del carácter de una persona es la frase: “Aquí puede desvestirse”. Si los hombres resoplan o hacen bromas inapropiadas, inmediatamente pierden varios puntos. Tenemos una señal condicional con R.R.H.H. para avisar cómo reaccionó el candidato a esta simple frase. ¿Para qué necesitamos gente que no sabe cómo comportarse en la sociedad? © “Oído por ahí”
Motivos para renunciar al trabajo:
3. Salario pequeño.
2. Falta de crecimiento profesional.
1. Alguien calienta pescado apestoso en el microondas todo el tiempo. © fenna
Mi relación con los colegas de mi trabajo no es la mejor. Resultó que a mi marido le robaron todo el sueldo. Unos días después, se lo conté a una de mis colegas. Un par de horas más tarde, me entregaron un sobre con dinero. Lo habían juntado entre todos para que pudiéramos llegar a fin de ese mes. Lloré todo el día. © “Oído por ahí”