15 Veces que las parejas demostraron que estar juntos siempre vale la pena

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hace 2 horas
15 Veces que las parejas demostraron que estar juntos siempre vale la pena

Con la persona adecuada y cariñosa a tu lado, ninguna dificultad es demasiado grande. Este artículo, cálido como una taza de té recién hecho, mostrará las diferentes, pero igualmente bonitas, formas en que los esposos intentan sorprenderse mutuamente, tanto en los aburridos días laborables y festivos como en las difíciles circunstancias de la vida. Prepárate para sonreír y alegrarte con los protagonistas del artículo. Al final, te hemos preparado un bono: una historia sobre el hecho de que no se debe juzgar lo feliz o infeliz que es una pareja desde fuera, porque solo los esposos mismos conocen la verdad.

  • Estaba embarazada, pero perdí al bebé. Me quedé tumbada, viendo películas trágicas y llorando. Y no quería hacer nada. Las tareas domésticas, que se habían convertido en un enorme bulto, eran simplemente molestas. Fue mi maravilloso esposo quien lo cambió todo. Un día me llamó y me dijo: “Abre la puerta y deja entrar a la mujer cuando llegue”. Estaba tan desinteresada que ni siquiera me molesté en aclararlo. Era una mujer de la limpieza, bastante optimista, que limpió toda la casa y lavó los cristales. Esa misma noche llegó mi marido con mi comida favorita. Me liberó por completo de las tareas domésticas. Traía comida preparada. Limpiaba una vez a la semana. Al cabo de 2 semanas llamó a casa a una manicura y una pedicura y al día siguiente a una peluquería. Me corté mucho mi pelo. Mi esposo dijo que me quedaba muy bien (mintió, le encantaba mi cabello largo). Siguió así durante un mes. Me dejó hacer el duelo. Y luego me recuperé poco a poco. Recuerdo el día que llamé a mi esposo y le dije: “No compres comida, he hecho tu sopa de champiñones favorita”. Me entraron ganas de cuidarle como él me cuidó a mí. © veryqwerty / Pikabu
  • Estoy con mi esposo viendo una película. Un joven le regala una bicicleta a su novia, que está encantada. Mi marido dice: “Y qué, todo el mundo tenía una bici cuando era niño. ¿Por qué se emociona tanto?”. Y yo: “Sí, pero yo no”. Al crecer en casa de mis abuelos, ni siquiera había dinero para un triciclo, así que no aprendí a montar en bici. Al día siguiente, mi esposo me llama al parque. Miro: ¡hay dos bicicletas! Me quedé helada. En breve, empezó a enseñarme, yo chillaba como una niña, pero por la tarde ya la monté de verdad. Yo estaba feliz, orgullosa, al igual que en el cine. Y aquí está el clímax: estamos montando juntos, el viento en la cara, el romance... y entonces me caigo de la bici. Pero estoy muy agradecida a mi esposo, hizo todo lo que pudo. © Mamdarinka / VK

“Trabajé dos semanas para hacer el vestidor de mi esposa”

  • A menudo elogio a mi esposa por su aspecto, sus habilidades, sus esfuerzos. Gracias a ello, su autoestima ha vuelto a la normalidad. Y el otro día me dice: “He estado pensando. Me dices muchas veces todas estas cosas y eso me ayuda. Y me acabo de dar cuenta de que puede funcionar al revés”. Sí, es una revelación. En general, nos reímos de la situación, y estuve de acuerdo en que una palabra cariñosa también es importante y agradable para nosotros, los hombres. © Vazelin117 / Pikabu
  • Estoy de baja por maternidad. Llevo mucho tiempo soñando con operarme los labios, y he estado ahorrando dinero para ello de pequeños trabajos a tiempo parcial para no tener que pedírselo a mi esposo. Y luego gasté todo el dinero ahorrado en una videoconsola para mi esposo, con la que él soñaba desde hacía cuatro años. ¡Se puso tan contento! Es un padre y un marido maravilloso, siempre gasta todo su dinero en mí y en nuestros hijos y no se atrevía a realizar él mismo su sueño. Me alegro de haber podido hacerle feliz y mis labios pueden esperar. © Historias de trabajo / VK
  • A principios de marzo, cuando cayó la última nevada en nuestra ciudad y llegaron las heladas, me rompí una pierna. Rugí como una beluga. Soy una persona a la que no le gusta quedarse sentada en un sitio, necesito moverme constantemente, algo que hacer, algún sitio al que ir. Y en vez de todo eso tenía que estar un mes encerrada en casa. Mi esposo, como podía, me calmaba y me traía chocolates por las noches para levantarme el ánimo. También trataba de calmarme con conversaciones, pero mi tristeza no me abandonó. Lo recuerdo muy bien: mi marido llegó 2 horas antes del trabajo, está nevando. Y me dijo desde la puerta: “¡Prepárate, vamos a dar un paseo!”. Me vistió, me puso los zapatos, me sacó fuera, me metió en un trineo y me llevó a dar un paseo. Fue como si por un momento volviera a mi infancia, por Dios. Entonces dimos un paseo tan bueno que mi tristeza se desvaneció enseguida, y mi pierna rota ya no parecía un problema tan global. © Historias de trabajo / VK

“Preparé esto para el cumpleaños de mi esposa. Es mi primer intento de hacer algo así”

  • Mi marido hace muchos viajes de negocio. Y sabiendo lo poco que me gusta dormir sola, me regaló un enorme ganso de peluche. Hoy en día los venden en muchas tiendas. Al principio me reí, pero ahora no sé cómo podía dormir sin él. El ganso es realmente enorme: 120 cm. Y muy, muy suave. Pongo la pierna encima, lo abrazo y me duermo en dos minutos. Por supuesto, es más agradable dormirse con tu persona querida. Pero cuando no está, el ganso salva la situación. Estoy muy contenta de que mi esposo me haya hecho un regalo así“. Él mismo también se ríe: “Al menos este no ronca. Disfrútalo mientras estoy de viaje”. ¡Adoro a mi bromista! © Cámara 6 / VK
  • La suegra de mi amiga es una pastelera maravillosa, su plato culminante es pastel de plátano. ¡Es simplemente delicioso! Llegó el cumpleaños de mi amiga. Se despierta por la mañana con el divino olor a algo recién horneado. Va a la cocina y ve un plato con pastelitos caseros, como los de su infancia. Los prueba. La crema de leche condensada y mantequilla es digna de elogio. Los ha hecho su esposo. ¡Ha heredado de su madre el talento para la cocina!
  • Mi pareja me dijo que tenía turno el día de mi cumpleaños y que no había manera de cambiarlo. Por supuesto, me puse triste. Y entonces recibí una llamada de mis padres: me citaron en su casa para tomar un té con pastel. Cuando entré, me recibió una multitud de amigos y familiares. Me alegré mucho de verlos a todos. De repente, mi pareja apareció por la habitación. Resulta que había sido él quien lo había organizado todo. Incluso compró dos de mis pasteles favoritos. También contrató a un artista y le encargó que pintara mi retrato. No gana mucho dinero, ¡pero es tan romántico! Estoy llorando de alegría y me doy cuenta de que nunca dejaré marchar a este hombre. © Marikot / Reddit
  • Durante mucho tiempo no entendía por qué el té de mi esposo sabía mejor que el mío. Incluso empecé a pedirle que me preparara té. A veces le preguntaba cuál era la receta, pero mi marido se limitaba a sonreír. Y recientemente, he estado observando a mi esposo cocinar. Resultó que cada vez añade al té, además del azúcar habitual, el de vainilla. Se descubrió el secreto. Es muy sabroso, pruébenlo. © Cámara 6 / VK
  • Mi esposo y yo recibimos de vez en cuando a mis parientes que venían de otra ciudad. Cuando me hice la prueba de embarazo, decidí confirmar las dos rayas también en la ecografía. Después le dije a mi esposo: “¿Te importa que alguien se quede con nosotros?”. Puso los ojos en blanco: “¿Quién es esta vez?”. Y yo le dije: “Todavía no lo conoces. Te enseñaré una foto”, y le entregué la ecografía y el test. Se quedó helado. ¡Me abrazó tan fuerte! Nuestra hija tiene casi cuatro meses. © Mamdarinka / VK
  • Siempre me han gustado los gatos, pero mi madrastra no me dejaba tener uno. Cuando crecí, nunca se me pasó por la cabeza la idea de tener un gato. Y entonces mi esposo me sorprendió: ¡me trajo un gatito! Han pasado cuatro días. Me siento tremendamente feliz. © emilit0 / Reddit
  • Hace quince días, me despidieron, estaba destrozado. Y entonces mi amada me dijo: “Haz las maletas, nos vamos a alguna parte”. No me dijo adónde. Así que me subí al coche y nos fuimos. Una hora y media después me di cuenta de que íbamos a casa de mis padres. Me alegré muchísimo de ver a mi madre y a mi hermana, lo pasamos muy bien, me sentí relajado. © Mexican_guitarplayer / Reddit
  • De joven era gordita. Mis padres y mi abuela siempre decían que no me casaría: los chicos no querrían a una chica así como esposa. Era muy ofensivo. Cuando tenía 22 años, conocí a mi futuro esposo. Y él me quería tal como soy. Nos mudamos a otra ciudad, la comunicación con mis parientes disminuyó, y mi marido se limitó a apoyarme. No sé cómo funciona, pero después perdí unos kilos. Fue entonces cuando me di cuenta por primera vez de cómo la gente que me rodea puede afectar a la vida de una persona. © Cámara 6 / VK

Bono: cuando te gustaría sorprender a tu media naranja, pero no te da tiempo

  • Trabajo desde hace poco, pero sé que aquí trabaja una pareja: Radik y Elena. Llevan un año casados. Y empezaron los chismes sobre mi compañera Elena: que antes de la boda llevaba faldas cortas, vestidos, unos modelitos que dejaban a todos boquiabiertos. Y que ahora está deslucida: ropa aburrida, no usa maquillaje, no se hace peinados, la manicura muy simple. Seguro que su esposo está celoso.
    Y que Radik, antes, iba al gimnasio, luego lo dejó; que siempre le regalaba teléfonos y joyitas a Elena, que la llevaba a restaurantes. Y ahora: casa—trabajo, trabajo—casa. Que engatusó a la chica, la amarró y ya no hace falta esforzarse.
    Hoy es su aniversario de bodas, y Elena trajo un pastel, todos la felicitamos. Le comentamos todo eso y, de pronto, ella, sorprendida, dice:
    — ¿Pero qué dicen? ¡Si acabamos de meternos en una hipoteca! © Vozmezd*** / Pikabu

Si te ha gustado nuestra selección, aquí tienes otro buen artículo sobre cómo los hombres recuerdan el instante en que supieron que era ella.

Imagen de portada Vozmezd*** / Pikabu

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