no puedo ver
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Se nos inculca desde niños que la avaricia es una falta grave. Los avaros son motivo de burla y muchos prefieren evitar cualquier trato con ellos. Aún así, es común toparse con quienes no solo se guardan lo suyo, sino que también se hacen con lo ajeno. Por suerte, es mejor cuando estos encuentros son esporádicos y se pueden recordar después entre risas y asombro.
no puedo ver
A veces, sientes una especie de pena por las personas extremadamente ahorrativas, pues complican su vida y la tornan más sombría. Pero cuando recuerdas cómo exprimen a los demás por unas monedas, cualquier compasión se esfuma.