Mi hijo de 8 años , cargaba a su hermana de 1 mes de nacida y escucho que le dice.
`- tu ocupas la mitad de mi corazon.
Yo le pregunto quien ocupa la otra mitad ( esperando que constestara, tu mama)
Hijo: Claudia ( campañera de escuela).
17 Diálogos entre padres e hijos que no podrían haber sido más imprevisibles
Tanto padres como hijos conocen el momento oportuno para hacer una mala broma, además son capaces de no sonrojarse incluso en las situaciones más embarazosas y salir de cualquier lío. Precisamente por eso, sus diálogos normalmente están llenos de humor irrepetible, sarcasmo e ingenio, por lo cual los usuarios de la red generosamente les ponen un “me gusta”.
En Genial.guru nos reímos, empatizamos y alegramos por los héroes de tales situaciones y por eso decidimos mostrarte las más extraordinarias.
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La voz de un niño pequeño en la muchedumbre del autobús por la mañana:
— Papá, hoy voy a bailar.
— ¿No vas a jugar con carritos?
— No, a bailar. Allí habrá chicas. A las chicas les gusta bailar.
— Bueno, tú sabrás.
— Por supuesto, lo sé. Ya les pregunté. -
Cuando mi hija tenía 4 años, entré con ella a una pequeña tienda de productos solo para comprar una botella de agua. Al esperar en fila para comprar lo que necesitaba. Mi hija me pregunta:
— ¿Eso es todo?
— Sí, ya nos vamos.
— ¿No te vas a comprar una cerveza?
— No, ya nos vamos.
Pensó un par de segundos y después arruinó finalmente la reputación de su papá preguntando:
— ¿No necesitas cigarrillos?
Fue incómodo, especialmente por la aprobación expresa de dos hombres, admirando en voz alta: “¡A eso le llamo educación!”. -
Estaba en la tienda. Al pasar por las estanterías con las bolsas, escuché un diálogo entre un hombre y su pequeña hija:
— ¿Papá, para qué quieres el bolso?
— Lo usaré para ir al trabajo.
— ¿Vas a poner la comida allí?
Considero que son las prioridades correctas. -
Mi esposa me dijo una vez: “Sergio, para ser honesta, tus bigotes te hacen 2 % menos atractivo ante mis ojos”. Decidí afeitarme por primera vez desde 2009. Mi hija me dijo seriamente hoy en la mañana:
— Papá... ¡Te ves como Voldemort!
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Yo:
— Te quiero. ¿Y tú me quieres?
Hijo de 5 años:
— No, quiero a mi mamá.
Yo:
— Pero puedes querer a ambos.
Mi hijo:
— ¿Sí?
Yo:
— ¡Por supuesto!
Mi hijo:
— Bueno, entonces quiero a mi mamá y a mí mismo.
Mi mujer llorando. Le pregunto:
— ¿Por qué estás llorando?
— Cuando pensó que podía querer solo a una persona me eligió a mí y no a sí mismo. © QasimRashid / Twitter -
Mi hijo gastó 5 minutos explicando que ya no podía usar su imaginación, ya que la cambió en el jardín de niños por frutas. © HenpeckedHal / Twitter
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Mi colega periódicamente comparte sus impresiones sobre las excusas de su hijo para no ir a la escuela. Puede que le duela la cabeza, la pierna, el estómago o el cuarto ventrículo. Esta vez, su pretexto asombró:
— Papá, no quiero ir a la escuela.
— ¿Por qué?
— ¡Simplemente quiero dormir!
- Mi hijo, por la mañana, se acercó y me dijo:
— ¡Papá, si en el trabajo te gusta una chica, ten esta flor y regálasela!
Esposa:
— Algo no me quedó claro... -
Estaba en la fila de pago. Detrás de mí, un niño de 10 años señala los condones y le pregunta a su papá: “¿Qué es esto?”. Su padre le dice: “Dulces, hijo”. En ese momento, el niño dice: “Siento decirte papá, pero estos no son dulces. Son condones. Ahora me queda claro porque tienes tres hijos”. © shine_of_you / Twitter
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Le quité a mi hijo de 12 años su teléfono. Él lloriqueando:
— Pero papá, ¿qué voy a hacer toda la tarde sin teléfono?
— Cuando yo tenía 12 años, no había nada de teléfonos y sobrevivimos de alguna manera.
— Papá, cuando me dices esas cosas me imagino que naciste cuando aún no se inventaba la rueda. -
Una pequeña con el cabello teñido con tiza especial de color verde me preguntó: “¿Y tú te pintas así para Halloween?”. Cuando le respondí que llevo casi un año con el cabello pintando, ella volteó a ver a su padre y le gritó: “¡Me dijiste que el cabello verde después de Halloween estaba prohibido!”. © bjcolangelo / Twitter
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Anoche, mi hijo de 3 años me pateó cuando se puso histérico. Cuando lo acosté, él se disculpó. Me dijo: “No te volveré a pegar”, y me dio un beso en la mejilla. “Solamente haz con exactitud lo que te digo y nunca más tendré que patearte”. Me parece que mi hijo es miembro de una mafia. © HenpeckedHal / Twitter
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En el avión dijeron “Le pedimos a una persona con educación médica dirigirse a las azafatas”. Papá empujándome: “Este podrías ser tú”. Yo: “Ahora no, papá”. Papá: “Un hombre con título de informático ahora no les sirve, ¿verdad?” Yo: “Papá una persona se siente mal”. Papá: “Ve, apágala y enciéndela”. © useless_yeen / Twitter
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Alistaba a mi hija para el jardín de niños:
— Papá, seamos honestos, ¿en qué quieres que me convierta cuando sea grande?
— Quiero que seas una buena persona.
— No, pero hablando de profesiones.
— Tú tienes que decidirlo. Para que tu trabajo te llegue al alma y sea interesante realizarlo.
— He elegido tal profesión pero no sé cómo se llama. Quiero trabajar en un parque acuático. Llegar por la mañana, ver los toboganes, si me gusta el tobogán, decido aventarme por él. Me voy a casa. Y así cada día.
— ¿Y ya no quieres vender helado?
— No, en verano se vende muy bien, pero ¿en invierno quién lo necesita? Yo necesito ESTABILIDAD LABORAL.
Cuéntanos sobre las aventuras con papá. ¿Alguna vez has tenido diálogos parecidos?
Comentarios
Realmente los niños nos deja
Una gran lección de vida