17 Historias reales de viajes en taxi que podrían formar parte de cualquier guion cómico

Historias
hace 2 años

Desde hace mucho tiempo, los relatos de taxistas y de sus pasajeros pueden considerarse incluso un género literario. Las historias pueden ser divertidas, sentimentales y a veces hasta un poco espeluznantes. No solo las une el lugar de la acción, sino también un final absolutamente impredecible.

En Genial.guru nos encanta escuchar las historias tanto de los pasajeros como de los conductores de taxi. Las más interesantes se encuentran en nuestra recopilación.

  • Queríamos conocer a alguien, por eso mis amigas y yo nos fuimos de fiesta. Al final, una se fue antes con un hombre, otra con su nuevo novio. Y yo estuve durante una hora en el auto con un taxista escuchando la historia de su vida. Dimos muchas vueltas alrededor del vecindario debido a que la calle era muy estrecha y a veces estorbábamos a los autos que llegaban por detrás. © Oídoporahí / VK
  • Me estacioné frente a una casa. Llegó una solicitud de viaje, vi la dirección y pensé qué suerte, ya que el cliente se encontraba justo en la casa en donde ya estaba estacionado. No había necesidad de ir a ningún lado. Indiqué que había llegado. Un minuto después recibí una llamada de la pasajera. Me empezó a gritar. Resultó que había llegado demasiado rápido, por eso no tuvo tiempo de prepararse. Por lo general, los taxis tardan 5-10 minutos. Le dije que la aplicación me había mostrado la ubicación del automóvil y el tiempo estimado de llegada, pero no me hizo caso. Al final, la chica se calmó, durante el viaje no hubo problemas e incluso me dejó propina. Por supuesto, la reacción inicial fue terrible. © LasMishanya / Pikabu
  • No acepto viajes con niños. Recibí una solicitud con una parada intermedia, era una señorita con un bebé.
    —¿Por qué no especificó que iba con un niño?
    —¿Para qué? Seguramente vio que teníamos dos direcciones. Cualquiera entiende que primero al niño lo llevan con su abuela y luego su mamá se va a trabajar. © OldGrandfather / Pikabu
  • Hace unos 10 años llegó un taxista en un jeep. Para un pueblo como el mío, este coche se consideraba lujoso. El dueño del auto me dijo: “Este monstruo consume mucha gasolina, hay que ganar dinero extra”. © Tosha / Genial.guru
  • Me llegó la solicitud de un viaje. En lugar de un destino específico, solo decía “por la ciudad”. Se subió una chica y dijo: “No hace falta ir a ningún lado, tengo que cargar mi teléfono”. Estuvimos como 15 minutos, hablamos, miró el porcentaje de carga y dijo: “Es suficiente”, me dio el dinero y se fue. © Ekaterina1992 / Reddit
  • Vivía en las afueras de la ciudad. Una vez tuvimos un viaje en taxi desde el centro por la noche. El conductor dijo que no estaba solo y que tenía un perrito. Bueno, pues un perrito, no pasaba nada. Nos subimos en el asiento trasero y vimos un pedazo de pata que sobresalía por delante. Resultó que el perro estaba durmiendo. Salimos a la autopista y de repente nos desviamos hacia otro lado. Luego el conductor nos explicó: “Hay que darle de comer al perro, si no les molesta mucho. Unos 5 minutos y seguiremos el camino”. Encendió la luz y luego este “perrito” se despertó. Era un perro enorme. El taxista era un hombre pelón y estaba tatuado. No se lo mostramos, pero nos quedamos boquiabiertos. © Liya / Genial.guru
  • Acepté una solicitud de viaje. Cuando estaba en camino, el pasajero llamó y me dijo que en realidad estaba a 100 km de la dirección indicada inicialmente. Me dio la dirección local porque no podía tomar un taxi desde donde se encontraba y necesitaba llegar a nuestra ciudad. © Mary Stephenson / Quora
  • Una vez me pidieron que llevara unas cajas de una prestigiosa tienda de productos a una escuela culinaria. No todas las cajas entraron en la cajuela, por eso tuve que poner algunas en el asiento trasero. Debido a un pequeño accidente durante el trayecto, se cayeron y se rompió el empaque. Hice una parada para ver los daños y descubrí que se habían escapado algunos cangrejos y langostas vivos. Luego de superar el susto, logré meterlos de regreso y entregarlos en la dirección. Un poco más tarde, llevé a una anciana a la estación de tren, íbamos hablando lo más bien hasta que se puso a gritar. Me detuve, ella salió saltando del coche y comenzó a indicar temblando con su bastón hacia el coche. Miré debajo del asiento y... saqué un cangrejo atorado. © Daniel Schwarz Carigiet / Quora
  • Una vez, durante un aguacero, tomé un taxi para ir a casa. Cuando estaba pagando, una mujer salió corriendo del complejo habitacional, abrió la puerta del pasajero y se subió encima de mí sin mirar. Yo solo pude hacer un ruido muy ligero. El taxista dijo con alegría: “¡Cuando llueve, tenemos mucha demanda!”. © A / Genial.guru
  • Un amigo recientemente comenzó a trabajar en una empresa de taxis. Un día fue a prestar un servicio y salió un chico, que resultó ser su amigo:
    —Hey, ¿tú has pedido un taxi?
    —Sí.
    El cliente se subió y durante una hora de camino prácticamente fueron en silencio. Cuando llegaron al destino final, el chico le dijo que él había pedido que lo llevaran a otro lugar. Después de llamar a la sala de control, resultó que en la misma dirección se habían solicitado dos taxis para dos personas diferentes, pero nadie se tomó la molestia de mencionarlo. © Lord****IV / Reddit
  • Íbamos en taxi durante una noche lluviosa. Mi novio y yo nos sentamos en el asiento trasero y de pronto se escuchó un maullido desde el asiento delantero. El taxista dijo que el pasajero anterior había olvidado un pequeño gato persa en el auto. Y decidió llevarlo a casa. © Oídoporahí / VK
  • Me llegó un viaje, debía llevar a 7 estudiantes de un plantel a otro y después dejarlos en la residencia estudiantil. De camino me pidieron pasar por la tienda de la gasolinera y me prometieron un poco de propina. Cuando llegamos a la residencia y ellos salieron del auto, en el asiento trasero encontré mi propina: restos de papas con crema y cebolla. © fullmoonhigh / Reddit
  • Mi amiga y yo decidimos ir al karaoke. Pedimos un taxi. El conductor, cuando se enteró de a dónde íbamos, mostró interés por saber nuestro repertorio. Después buscó cada canción y la puso con un alto volumen para que pudiéramos cantar bien. © Oídoporahí / VK
  • Solía trabajar en una compañía de taxis, por eso el auto tenía una calcomanía de la empresa. Mi novia, en ese entonces, vivía en la residencia estudiantil de la universidad. Y cada vez que iba a verla ocurría lo siguiente: en cuanto me estacionaba, alguna chica se subía en mi asiento trasero. Algunas incluso intentaban discutir conmigo, afirmando que ellas habían sido las que habían solicitado el servicio. © LegendOfDylan / Reddit
  • Fuimos de visita a otra ciudad y pedimos un taxi. El auto llegó y mi mamá se quedó parada mirando al conductor. Yo no sabía qué estaba pasando. Al final, cuando escuché el nombre del taxista, me di cuenta de que se trataba de mi tío, pero no lo reconocí de inmediato. © Believe Love Marija / Facebook
  • Llevaba a mi hija enferma a casa de su abuela. Para que no se aburriera en el camino, en silencio comenzamos a jugar: yo le decía los primeros dos versos de un poema y ella tenía que continuar. De pronto el taxista cambió de carril y se detuvo. A la derecha había una subida empinada, a la izquierda, un panteón. El corazón se me detuvo. Y el conductor dijo: “Estoy harto de escuchar a medias. ¿Podría escuchar a su hija recitar todo el poema completo?”. Ese fue un minirrecital a pedido. @ Irina Sergeeva / Facebook
  • Un día iba a casa en taxi. Era de noche y ya estaba todo muy oscuro. Llegamos a mi departamento y de pronto se me vino a la cabeza un pensamiento: “¿Podría salir del taxi sin pagar? Es un complejo habitacional grande, corres hacia la entrada y por más que busquen, no me encontrarán”. Salí rápido del carro. Primero me golpeé la cabeza, después me tropecé con la banqueta y me caí sobre un banco. Mientras me levantaba, rompí mis pantalones con un clavo. Durante un rato largo, intenté abrir la puerta a través del intercomunicador. Todo ese tiempo, el taxista se me quedó mirando sorprendido, pero no tuvo ninguna reacción. “Sí, está sorprendido”, pensé yo. Todo resultó ser más sencillo: cuando estaba dentro del complejo, recordé que ya le había pagado cuando me subí al auto. © alys / Pikabu

¿Tú o tus amigos han tenido viajes memorables en taxi alguna vez?

Imagen de portada Irina Sergeeva / Facebook

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