A veces, nos despertamos sintiendo que el día empezó mal. No encuentras alegría en nada y el buen ánimo parece haberse esfumado. Pero entonces, como un regalo inesperado, una pequeña alegría surge, cambiando el curso del día hacia algo mucho mejor.
1. Un obsequio inesperado acompañaba este paquete de esponjas
15. “Compré un coche de juguete para mi hijo. Pensé que era un coche normal, pero resultó ser una pista de carreras desplegable con mini coches dentro”