17 Personas para las que un viaje en transporte público se convirtió en la mejor telenovela

Historias
hace 1 año

Hay incontables razones por las que muchas personas prefieren viajar en transporte privado. Los olores, tener que ir a pie... ¡y la lista sigue! Sin embargo, a veces, los pasajeros pueden hacer de este un tiempo más ameno gracias a sus interesantes historias. A continuación, te contaremos sobre ocasiones en que los viajeros del transporte público se enteraron de la vida no tan secreta de sus vecinos de asiento.

¿Cuál ha sido la historia más descabellada de la que te has enterado en el transporte público?

  • En un transporte con un recorrido de casi 2 horas venía una pareja de amigos que hacía mucho tiempo no se veían. Hablaron de la familia, amigos y hasta de sus vecinos, y él le preguntó a ella dónde trabajaba y qué había pasado con el novio que tenía. Ella le respondió que habían terminado. Luego, él le dijo que si podía darle su teléfono para acordar una cita y tomar un café. Ella le dijo que su celular estaba dañado, pero él insistió e insistió. Y nada. La chica le pidió que pasara por su trabajo, que quedaba en x sitio (quizá era falso) para zafarse de él.
    Ya se veía fastidiada, hasta que, por fin, anunció que se bajaría. La chica me preguntó: “¿Escuchaste?”. Pues ni modo. Luego me dijo: “Disculpa, pero tenía que oírlo y seguirle la corriente porque él tiene problemas de esquizofrenia”. © Mariae Rangel / Facebook
  • Yo iba de camino desde Ibarra hacia La Carolina (Ecuador). A mi lado, una señora estaba cargando un teléfono, el cual a leguas se veía que era satelital. Lo estaba acomodando, acariciando. A la altura de Cuajara, empezó a marcar un número y, a gritos, le dijo a la persona del otro lado, pero a grito pelado, que “eso sí”, que la esperara con un café con tortillas porque no había desayunado.
    Hombre, no hacía falta que usara el teléfono. Con que sacara medio cuerpo por la ventana, el viento hubiese llevado el mensaje, y no hubiera dejado a medio mundo sordo en el transporte. © Onaes Teodorakis / Facebook
  • En un viaje de 10 horas, una mujer en el asiento de atrás llamaba a su pareja a cada rato, y en altavoz. Él le dijo que iba a tomar algo cerca de su casa y que se iría a dormir temprano. Ella le mintió y le dijo que no había conseguido boleto de regreso sino hasta dentro de dos días.
    A las 2 horas, volvió a llamarlo. Él ya se notaba tomado y hasta entusiasmado, a juzgar por el tono con el que hablaba. Dijo que ya se iba a casa a ver una peli. Ella le mantuvo que regresaría en 2 días, pero en realidad ya estaba a 5 minutos de su casa. Yo quería bajarme con ella para ver el desenlace. © Carolina De Cumbicos / Facebook
  • Me pasaron 2 bochornos en el bus. El 1.º fue que estaba bien concentrada hablando con mi mamá cuando, de pronto, el transporte frenó de golpe y ¡zas! Caí arrodillada en el pasillo (gracias a Dios solo quedaba un pasajero y nosotras). El 2.º fue que íbamos mi amiga y yo de pie, mal agarradas, y también frenó de golpe. Nos faltó 1 cm para caernos. Largo a largo pasamos pena, pero nos reímos demasiado. © Eli Cüaüro / Facebook
  • Una vez, venía en un bus, en un viaje con una duración de 3 horas aproximadamente. Ahí venía una pareja con un bebé. Se veían muy enamorados, pues conversaban y hasta se dieron unos cuantos besos. Hasta que en un momento de su conversación, el hombre le preguntó a la mujer: “¿Y tu marido?”. No recuerdo en qué terminó la pregunta. El que entendió, entendió. © Kaylee López / Facebook
  • En un recorrido de una hora o más, un día me senté y, en la parte de adelante, iba una chava hablando con quien pienso era su pareja o marido. Le iba reclamando a toda voz que sabía que se mensajeaba con x persona que le había dicho una amiga mutua...
    A todo esto, imagina: el transporte estaba lleno, parados y demás. Ella venía en el 3.er asiento y todo el camión estaba escuchando su plática; cómo lo descubrió, por qué lo hizo, etc.
    Lo bueno fue que antes de bajarme, escuché que le dijo “Bueno, pórtate bien y deposítame 600 pesos para la luz, y ya no andes mandando mensajes, sabes que como quiera voy a saber”. ¡Uuuf! Lo bueno fue que supe el final. © Sandra Vallejo / Facebook
  • Una vez, iba en un bus y le llamaron a una mujer. Se entendía que su pareja había entrado en un motel con una chica rubia. Ella iba de camino al lugar a pillarlo, y todos los pasajeros íbamos calladitos. Cuando se bajó, alguien dijo: “¿Quién la sigue conmigo para saber el chisme?”. Todos nos empezamos a reír, incluyendo al chofer. © Jasna Mora Guenchur / Facebook
  • En un autobús entre ciudades, un chico le estaba contando a una chica todo tipo de “hechos”, y ella decía “¿De verdad? Oh, guau”. Nada de lo que dijo fue exacto. Estuvieron sentados detrás de mí durante el par de horas.
    El “hecho” que sobresalió fue el de la enfermedad de las vacas locas. Él afirmó que había una afección que había estado circulando entre el ganado que convertía a los bovinos en caníbales. Esa enfermedad de las vacas locas resultó ser un fenómeno de vacas zombis. Solo que el ganado no era un muerto viviente, sino que tenía muerte cerebral. Dijo que devastó las poblaciones de animales porque las vacas seguían matándose y comiéndose unas a otras una vez que la enfermedad las alcanzaba. © c-est-magnifique / Reddit
  • Escuché esto en un tren: “¡Mamá, no llames a la policía por favor! ¡Te juro que no fue mi intención tomar los 100 dólares! ¡No quiero volver a la cárcel!”. Parece que había MUCHO más en esa historia, pero el tren se detuvo en una estación y él salió. © VrinTheTerrible / Reddit
  • Estaba llevando a una mujer y a un hombre de negocios. Estaban teniendo una conversación seria sobre cómo comercializar una máquina de afeitar hecha específicamente para el vello púbico de las mujeres. Eran las 7 de la mañana. © Shibby6939 / Reddit
  • Estaba estudiando en el extranjero, en Berlín, y dos tipos en el U-bahn (metro) estaban hablando de cómo me vestía como un “estadounidense estúpido”. Les dije en alemán que se veían como los típicos “idiotas alemanes”. Se quedaron mirando conmocionados cuando me bajé en mi parada. © riman8 / Reddit
  • En un autobús nocturno que salía de Chicago, mi tío estaba sentado leyendo y dos chicas en la siguiente parada se acercaron, charlando en alemán. Se sentaron a unos asientos de distancia de mi tío y comenzaron a cotillear sobre el drama de su círculo de amistades, lo que iban a hacer por la noche, charla normal de chicas. Luego, una de ellas lo vio y le dijo a su amiga algo como: “¿Qué no le haría si tuviera la oportunidad?”, y ambas se rieron. Su amiga rápidamente la hizo callar y le dijo: “¡¿Qué pasa si él nos escucha?!”.
    La primera chica respondió “Todos son estadounidenses estúpidos, ¡estamos bien!” y, sin perder el ritmo, en perfecto alemán, mi tío contestó: “Oh, no, por favor, dime: ¿qué me harías si tuvieras la oportunidad?”. Se casarán la próxima primavera. © sardlot / Reddit
Imagen de portada Kaylee López / Facebook

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