18 Cómics que prueban que la vida adulta es un videojuego... y solo tiene el modo ’difícil’

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hace 6 horas
18 Cómics que prueban que la vida adulta es un videojuego... y solo tiene el modo ’difícil’

De niños pensábamos que los adultos hacían lo que querían, vivían a su antojo y nadie les decía qué hacer. Pero en la vida real, todo resultó ser mucho más complicado: para ver a los amigos hay que agendar con un mes de anticipación, y una simple ida al supermercado se convierte en una misión épica de ahorro. Aquí reunimos 18 cómics que retratan cómo es realmente la vida adulta: divertidos, con los que te sentirás identificado y un poco tristes.

¿También te reías por teléfono de niño, haciéndoles bromas a desconocidos? Yo sí. Y ahora, esas llamadas no las soporto.

Antes nos aburrían nuestros cuadernos y libros de texto, sin entender el propósito de esas integrales. Ahora somos nosotros quienes insistimos a nuestros hijos para que estudien más, porque “es importante”.

Todos tenemos algún familiar que siempre está esperando a que encontremos a nuestra media naranja. Y cuando por fin la encontramos, enseguida comienzan con las preguntas: “¿Y para cuándo la boda? ¿Y los hijos? ¿Y los nietos? ¿No estarán enfermos o algo así?”

Si tienes hermanos o hermanas, seguro que de niños siempre había algo por qué pelear. ¡Pueden ser muy latosos! Pero al crecer, te das cuenta de que no hay nadie más cercano.

¿Tú también leías de niño cuentos sobre príncipes valientes que vencían dragones y rescataban princesas de una torre? Ahora, esos “príncipes” ni siquiera pueden vencer su propia pereza.

Incluso los impulsos más bondadosos del corazón quedaron, para muchos, en la juventud. Pero hay quienes de verdad salvan animales. ¡A esas personas les tengo un respeto infinito!

¡Qué increíble nos parecía la comida de restaurante! Pero, cerca de los 40, empiezas a darte cuenta de que no hay nada en el mundo más rico que las sopas de mamá y los pastelitos de la abuela.

¿Tú también, de adolescente, no soportabas que te dijeran qué hacer? Yo sí. Y ahora, mientras lleno papeles en el banco, sueño con que alguien, aunque sea, me ayude...

Sí, ahorrar dinero para algo genial resultó no ser tan fácil como parecía en mi juventud, pero qué bonito es gastarlo en tus seres queridos y en ti mismo, incluso en algo sencillo.

El deseo de ser original, con los años, se va alineando cada vez más con el sentido común. Y algunos sueños se quedan en el pasado, porque es ahí donde realmente pertenecen.

Al crecer, muchos de nosotros optamos por nuestra propia comodidad, ignorando la opinión de la sociedad.

¿Recuerdas lo importante que era la apariencia, tanto la tuya como la de tu pareja? Con los años, te das cuenta de que eso no es lo más importante en una persona.

Los sueños de la juventud suelen estar llenos de romanticismo. Con los años, muchos se vuelven más prácticos: las flores se marchitan, pero una buena aspiradora no lo hace.

Los adolescentes no suelen preocuparse mucho por su salud. Piensa en cómo eras en esos años: comíamos cosas ricas pero nada saludables, sin pensar en las consecuencias. Ahora la historia es muy distinta.

Muchos de nosotros soñábamos con realizarnos en algo creativo, pero la mayoría terminó en profesiones más sencillas. Porque siempre hay que comer.

Ah, en la adolescencia lo único que uno quiere es crecer rápido y descubrir cómo es la vida adulta. Apenas parpadeas, y ya pasaron 20 años. ¿Te ha pasado?

Con los años, comprendes que una casa de campo no es solo un montón de huertos que antes te fastidiaban, sino también un pedacito de tierra propio, lejos del ajetreo de la ciudad. ¡Una maravilla!

¿Has notado cómo cambia el metabolismo con los años? Esos deslices alimenticios que en la juventud no pasaban factura, ahora sí se hacen notar. Qué pena...

Y aquí tienes una selección de cómics sobre por qué las generaciones mayores nunca entenderán a “esa juventud rara”.

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