18 Entrevistas inolvidables que nos dieron ganas de diluir el café con tranquilizantes

Cruzando el umbral de un departamento de recursos humanos, siempre esperamos encontrar por fin el trabajo de nuestros sueños. Pero, en cambio, a menudo terminamos pasando por un montón de pruebas: test con preguntas personales sobre la familia, comentarios insidiosos sobre el embarazo, y en ocasiones, hasta la exigencia de acudir a un grafólogo.

En Genial.guru deseamos que los solicitantes de empleo tengan un proceso de selección simple y agradable. Pero no podíamos pasar por alto las historias de unas entrevistas que terminaron siendo extremadamente absurdas.

• Tenía 21 años, quería conseguir un trabajo en una pizzería. ¡Pero el gerente, que claramente no estaba familiarizado con la existencia de las duchas, me pidió que le mostrara las piernas! Oye, tengo que estar parada detrás de un mostrador, nadie va a ver mis piernas. En resumen, me fui de inmediato. © Heidi McDonald / Quora

• Diálogo en una entrevista:
  Empleador: “¿Qué podría motivarte a renunciar en tu primer mes de trabajo?”.
  Yo: “Grave violación de las leyes laborales por parte del empleador”.
  Empleador: “¿Qué tan graves?”. © Bash.im
• Tuve una entrevista con un director que simplemente me volcó café encima. Trató de fingir que estaba avergonzado, pero me di cuenta de que era algo planeado. Entonces dijo que me compensaría el costo de la ropa, pero anunció una cantidad claramente más baja que la real. Dije en voz alta que lo sentía por su esposa, quien obviamente tenía que ocultarle el costo real de sus atuendos. Se rio y puso una cantidad 5 veces más alta sobre la mesa; ahora realmente excedía el costo de la ropa estropeada. Dijo que me contrataría, que había sido una prueba y la había pasado. Tomé el dinero, pero me negué a trabajar para él debido a sus métodos inaceptables para evaluar a la gente. © Elena Mayorova / Facebook
• Una vez me estaba preparando para una entrevista. Sentía náuseas, pero pensé que eran los nervios. Llegué, me pidieron que esperara, me senté. Luego me di cuenta de que me sentía peor. Me levanté a buscar agua, miré mi silla y, ¡tadá!, había comenzado mi período. En pánico, metí el asiento de esa silla bajo el brazo y salí corriendo del edificio. En el auto lloré un poco y de camino a casa decidí calmarme con helado. © FormalMango / Reddit

• Una vez me transferí de un departamento a otro con un ascenso. Mi potencial jefa me hizo la entrevista y, después de una serie de preguntas básicas, dijo: “Solo contrato a aquellas personas que definitivamente permanecerán en mi equipo durante mucho tiempo. ¿Me puedes prometer que trabajarás para mí durante al menos 2 años?”.
  Pero no me gusta prometer cosas. Así que dije: “Claro que no. No sé qué pasará en tanto tiempo”.
  Jefa: “Bueno, ¿cómo puedo estar segura de que no te irás en 2 meses y no tendré que buscar un empleado de nuevo?”.
  Yo: “No puede estarlo. Solo puedo decir con confianza que si todas las condiciones que ha expresado son verdaderas y si no me ofrecen de repente un salario dos veces más alto en otro lugar, entonces trabajaré para usted por incluso más tiempo”.
  Jefa: “¿Y te ofrecen salarios así a menudo?”.
  Yo: “No, por eso trabajo aquí”.
  Quizás fue algún tipo de prueba, pero me contrataron. © NePremudraya / Pikabu
• Una vez, un sujeto que me estaba entrevistando me preguntó de repente si no quería dejarlo todo un día y abrir mi propio minihotel. Después de todo, “todas las chicas sueñan con eso”. © Melissa Nguyen / Quora
• Mi experiencia en una entrevista: “Sabes, puede haber horas extra, pero si el empleado se queda hasta las 22, el empleador paga el taxi”. Pregunté: “¿Con qué frecuencia volveré a casa en taxi?”. “Bueno... Todos los días”. Agradecí mucho la franqueza. Y no haber sido seleccionada. © Anna Kratkova / Facebook
• Estoy buscando un trabajo a tiempo parcial que sea, atención, remoto. Y hoy llegó una respuesta para una vacante que pedía que le respondiera unas preguntas adicionales al bot en un mensajero. Bueno, fui. Fue la entrevista más corta de mi vida. © ***_for_charity / Twitter

• En una entrevista para el puesto de asistente del administrador de sistemas. Su primera pregunta fue: “¿Para qué quieres esto? Aún eres tan joven...”. © Bash.im
• Era mi primera entrevista de trabajo después de que me gradué. Me preguntaron qué salario quería y les respondí. ¿Y sabes qué? Después de mis palabras, el sujeto se rio a carcajadas y dijo que no cobraría tanto en ningún lado, y que tenía que ser más “agradecido”. Ajá, sí, pero encontré un trabajo con el salario deseado a la semana siguiente. © doansters / Reddit
• Una vez, realmente necesitaba un trabajo, encontré una vacante de vendedora en una tienda de autopartes en un sitio perdido entre unos garajes. Durante 2 horas (!) el dueño de la tienda me habló de lo gran líder y lo increíble persona que era. Fue un monólogo de 2 horas, al final del cual dijo que yo no era adecuada para él (porque era joven, bonita y tenía una educación superior). Era un señor realmente extraño. © Elena Malakhovets / Facebook
• En mi primera juventud, quería conseguir un trabajo en una tienda de lencería. Después de la entrevista, el director me llamó y me dijo que había pasado y podía hacer una pasantía. No remunerada. Dos semanas de trabajo de 9 a 20, a tiempo completo.
  Cuando le respondí que no pensaba trabajar gratis, él declaró: “Bueno, ¿y si te enseñamos todo y luego te vas?”. ¿Qué diablos me vas a enseñar? ¿Tallas de las que ya entiendo, porque, sorpresa, también soy mujer? En resumen, no hice la pasantía. © Irina / Genial.guru

• Me entrevistaron en una empresa bastante conocida. Había varias etapas, todo iba bien. Y luego me dijeron que el próximo paso era una visita a un grafólogo, quien “analizaría” en qué medida me adaptaría a ellos. Bueno, les pregunté si no querían que también fuera con un astrólogo. Solo que la reclutadora no se rio, y al día siguiente recibí una educada carta de rechazo. Por cierto, se declararon en quiebra hace un par de años. © unknown author / Quora
• Estaba en una entrevista discutiendo todo tipo de proyectos de la empresa. Dije que pensaba que después de su fusión, la cantidad de proyectos aumentaría. Mis interlocutores se sobresaltaron y se sorprendieron: “¿Qué tipo fusión?”. Yo: “Mmm, con la empresa X, lo dice en su sitio”. Corrieron a leer su propio sitio, luego discutieron animadamente esta noticia y se olvidaron de mí. © Daniel Phillips / Quora
• Tuve una entrevista en línea. Me preguntaron si podía trabajar desde casa, si tenía el equipo y las condiciones necesarias, si el departamento era ruidoso, porque era importante para la calidad del desempeño de las tareas. Les aseguré que vivía casi en el paraíso y todo eso. Luego hubo otra pregunta, el tema se desvió un poco, y entonces mi gato entró en la habitación. Se subió a la cama, era perfectamente visible desde la cámara, y de repente empezó a vomitar. En el mismo momento, desde la habitación de al lado, mi esposa comenzó a gritar: “¡Maldita sea, no me digas que lo hizo sobre la ropa de cama blanca nueva!”. Entró, y detrás de mí comenzó un circo, en el que el gato estaba corriendo por todo el territorio, y mi esposa trataba de atraparlo y quitar la ropa de cama al mismo tiempo. Mientras tanto, yo solo miraba la pantalla de la laptop y pensaba si debería ser el primero en salir de la llamada o ver cuánto tiempo la gente quería observar todo ese manicomio. © Habitación n.º 6 / Vk

• En mi primera entrevista después de la universidad, me hacían todo el tiempo la misma pregunta. ¡Interminablemente! “¿No estás embarazada, verdad?”, “¿Estás planeando quedar embarazada pronto?”, “¿Estás casada?”. “¿Tu esposo quiere tener hijos pronto?”. Conseguí el trabajo, y recién entonces me di cuenta de lo agresivo que había sido eso. © Missjennyo123 / Reddit
• En una entrevista para un puesto relacionado con la comunicación con clientes VIP, la entrevistadora decidió sacarme de mi zona de confort y de repente dijo: “¡Hazme un cumplido!”. Al principio me quedé perplejo, y luego dije: “¡Fue un placer tratar contigo!”. Y me dirigí a la salida. ¿O será que ella realmente quería cumplidos? © Alexander Popov / Facebook
• Hace unos 8 años, en una entrevista, la directora me preguntó: “Llegaste en auto, ¿cuánto cuesta su mantenimiento?”. Dije que no lo sabía, ya que no era mi preocupación, sino la de mi esposo. Y después de eso surgió una pregunta asombrosa: “¿Cuánto gana tu esposo?”. Le respondí que no estaba interesada en saberlo. Hubo un silencio. Entonces decidí terminar el diálogo. Luego supe por una conocida que la prioridad de la directora eran los empleados que no contaran con apoyo económico, porque, en su opinión, “se aferrarían al trabajo”. © Anna Vorobiova / Facebook

¿Alguna vez has tenido una entrevista memorable? ¿Cómo te das cuenta de que un potencial empleador no merece tu tiempo?