18 Personas que no tuvieron miedo de compartir su pequeña historia vergonzosa con todo Internet

Gente
hace 3 años

Un lugar de trabajo, un baño público e incluso una sala de conciertos en la que la música barroca está a punto de sonar: situaciones incómodas pueden acecharnos en cualquier lugar. Y no importa cuán vergonzoso pueda ser, muchas personas encuentran la fuerza para contar lo que les sucedió a todo Internet.

En Genial.guru no podemos más que admirar el coraje de los internautas y dedicar nuestra nueva selección a sus revelaciones.

  • Por primera vez en 2 años, dejé a mi hijo con los abuelos y me tomé un autobús. Bajé en la parada correcta, y sentí que me faltaba algo. Me di la vuelta y golpeé la puerta del autobús gritando: “¡Ayuda, dejé el cochecito allí!”. La gente ayudó a detener el autobús que se estaba yendo, las ancianas se agarraban la cabeza, los hombres me sostenían del codo y las mujeres me apoyaban moralmente, y entonces me di cuenta. © Olga Romasova / Facebook
  • Una vez me encerré en el baño de hombres. Estaba con exámenes de ingreso, nervios, estupor y todo eso. Me guie por la “lógica” de que, dado que mi nombre es Helena, la letra “H” significa que el baño es para Helenas (no bromeo). Abrí la puerta y me topé con dos jóvenes. En el segundo siguiente, todo el espectro de emociones se debió haber reflejado en mi rostro: indignación, aceptación, vergüenza© Vudu Guru / Genial.guru
  • En ese momento recién nos habíamos casado. Una vez fuimos al cine. Estábamos sentados mirando, y me dieron ganas de ir al baño. Por supuesto que la sala estaba a oscuras, así que, para encontrar mi lugar en el camino de regreso, decidí contar las filas. Regresé, volví a contar las filas, me senté. En la película comenzó una escena romántica y susurré todo tipo de comentarios dulces al oído de mi compañera. Ella escuchaba en silencio. Y luego se encendió la luz, miré a la silla a mi lado y me estremecí. Ella sonrió. Pero no era mi esposa, sino una señora desconocida. Me había equivocado cuando conté las filas en el camino de regreso. © Subhasis Dutta Roy / Quora
  • Una vez, pasé la noche en la casa de una amiga y al día siguiente tuve que ir a trabajar con la misma ropa. Solo cuando me bajé del metro y ya estaba en el andén, vi que detrás de mí unas pantimedias se arrastraban sobresaliendo del pantalón. Y todos los demás también lo vieron. © SchrodingersLego / Reddit
  • Cuando acababa de nacer mi primer hijo, pensé que podría abrir los ojos recién 6 semanas después. ¡Me sorprendió mucho cuando lo hizo! Todos, por supuesto, se rieron de mí, dijeron que los bebés en realidad no son gatitos. © Fujifuji78 / Reddit
  • Hace unos 10 años, cuando todavía era adolescente, trabajé a tiempo parcial en un campamento infantil de la ciudad. En ese momento hacía un calor salvaje, y nos dieron camisetas coloridas como uniformes, pero había un problema: las axilas mojadas. La tela dejaba todo muy visible. Estaba terriblemente avergonzada. Los desodorantes no ayudaban. En algún lugar leí que había que poner toallas higiénicas en una camiseta y el sudor no sería visible. Al final ayudó, sí. Estaba seco donde estaban las toallas, ¡pero todo a su alrededor estaba húmedo! Se veía horrible y extraño. Casi me muero de vergüenza ese día. © Oídoporahí / Ideer
  • Un amigo en común me presentó a mi futuro novio. Para entablar conversación, le pregunté cuál era su color favorito. Resultó que era daltónico. © crocs-before-cocks / Reddit
  • Tenía 13 años y era la primera cita de mi vida con una chica. Ella quería que nos encontráramos y fuéramos a un lugar juntos. En ese momento tenía una comprensión bastante pobre de dónde quedaba qué, así que tuve que preguntarle a mi madre. Antes de la cita, me dio un aventón y, según me pareció, se marchó. Pero no: decidió salir a vernos. Me encontré con la chica, comenzamos a caminar y entonces mi madre nos llamó para decirnos que íbamos en la dirección equivocada. Después de eso, me sentí tan avergonzado que no pude actuar como si nada hubiera pasado y me fui a casa. © _Norman_Bates / Reddit
  • Hace poco asistí a un concierto de música barroca. No es algo que haga habitualmente, pero mis amigos me invitaron y las entradas eran gratuitas. Salió un trío: clavecín, violonchelo y violín. Empezaron a tocar, pero yo no lograba disfrutarlo, me parecía una especie de chillido. Comencé a reprocharme a mí misma: “¿Qué clase de inculta eres? ¡Debemos intentarlo, sentirlo!”. Me esforcé, me sumergí y hasta empecé a sentir algo, una especie de emoción e inquietud. Y entonces los músicos comenzaron a tocar de verdad. Resultó que solo estaban afinando los instrumentos. © Silverchiffa / Genial.guru
  • Tenía unos 14 años, estaba viajando en un autobús que estaba abarrotado de gente. Antes de eso había comprado una bolsa de fresas, la llevé de aquí para allá durante mucho tiempo, y las fresas, al parecer, empezaron a derramar jugo, pero no me di cuenta. Y luego vi que la bolsa estaba goteando directamente sobre los pantalones claros de una mujer parada junto a mí, y ya la había manchado bastante. La mujer no había notado nada todavía, pero un sujeto parado cerca estaba resoplando burlonamente. ¡En la parada más cercana, salí volando de allí! Todavía me avergüenzo de mí misma. © Potapenko Taisiya / Facebook
  • Mi primo y yo estábamos en el museo Madame Tussauds y vimos allí la figura de Sir Patrick Stewart (actuó en las películas de X-Men). Quise tomarme una foto con él, pero ya había una mujer que le estaba sacando fotos. Bueno, decidimos esperar. Pasaron 2 o 3 minutos antes de que mi hermano preguntara: “Oye, ¿está viva?”. Toqué su hombro, pero ella no se movió, toqué su cabello, no era real. Casi grito que era otra figura de cera. Y luego me di la vuelta y había 5 personas más paradas allí, y todos se reían. © Rohan Seth / Quora
  • Conseguí un trabajo genial y mi nuevo jefe les envió a todos en la empresa un correo electrónico informándoles al respecto. Para molestar a mi ex, le envié ese mensaje. Ella respondió: “¡Felicitaciones! Me alegro por ti”. Y en la siguiente carta le recordé por qué nos habíamos separado y le escribí que ahora ella no obtendría nada con mi éxito. Ella describió en detalle todos mis defectos y le respondí que se había portado mal conmigo. Esta correspondencia continuó durante algún tiempo, hasta que finalmente dejó de responderme. Y al día siguiente, mi nuevo jefe llamó y me dijo que habían cambiado de opinión acerca de contratarme. Todos en la empresa habían leído esta correspondencia. © Keith Albert / Quora
  • Un invierno subí a toda prisa a un autobús y agarré el pasamanos. Después de un par de paradas, me di cuenta de que el pasamanos era extraño, se tambaleaba. Miré bien, y resultó que eran unos bastones de esquí que llevaba un escolar adolescente. Y había miedo en sus ojos, como si pensara: ¿esta loca soltará el palo cuando yo tenga que bajar? Por supuesto que me disculpé y solté el bastón. Quería que me tragara la tierra, incluso casi bajé en la parada más cercana. Pero, ya sabes, la tarifa estaba pagada, así que solo seguí allí, roja como un tomate. © Madam Boo / Genial.guru
  • Sucedió hace unos 30 años. Fui a almorzar a una cafetería. Dejé la bandeja y fui a buscar un poco de sal. Miré y ya había un hombre sentado a la mesa. Comí pensativamente mi sopa, tomé el segundo plato. Y él dijo: “Me comeré esto yo mismo”, y me arrebató el plato de las manos. Y entonces vi que en la mesa de al lado, estaba mi bandeja con la misma selección de platos. ¡Fue tan embarazoso! Pero el hombre no quiso mi sopa. Parece que se había llenado de impresiones al verme comiendo su sopa. © Irina Vlasova / Facebook
  • Trabajaba de camarera. Una vez, un sueco se sentó a una mesa con un grupo de gente, muy elegante, un verdadero Schwarzenegger en su juventud. Mi amiga y yo les quitamos los platos y yo le dije: “Mira esta cara insolente. Enseguida se nota: está mimado por la atención femenina”. Luego me acerqué y él sonrió y en perfecto español me pidió una taza de café. Debo haber puesto tal cara de sorpresa que se echó a reír. Resultó que era el traductor de los suecos. © Lena Mcsim / Facebook

¿Has terminado alguna vez en situaciones incómodas?

Imagen de portada Lena Mcsim / Facebook

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