18 Secretos de la Estatua de la Libertad que no les cuentan a los turistas (pero te los diremos)

Curiosidades
hace 9 meses

La Estatua de la Libertad es una de las estructuras más fáciles de reconocer de los Estados Unidos y el mundo. En 1886, el monumento no era solo simbólico. Durante 16 años, funcionó como un faro completamente operativo. Los turistas que visitan el monumento estadounidense pueden dirigirse a su corona para disfrutar de una impresionante vista de la ciudad, ¡pero en el pasado había una habitación en la antorcha a la que se podía acceder! Lamentablemente, la escalera de acceso a la sala de la antorcha se dañó, lo que hizo que la sala fuera inaccesible desde 1916 hasta el presente, y no ha recibido a ningún visitante desde entonces.

El peso de la estatua puede compararse con el de un Boeing 737 vacío, pero esta es solo la piel externa de la estatua. La estructura metálica del interior (es decir, las escaleras, los postes y los soportes) pesa otras 125 toneladas, el equivalente a una pequeña locomotora de tren. Y la base de hormigón que hay debajo pesa unas impresionantes 27 000 toneladas, lo mismo que una flota de 11 000 todoterrenos pesados o 180 de las ballenas azules más grandes. Y este es el aspecto de esta estatua hace 135 años. Sí, su color es muy diferente. Es el mismo color que verías si cortaras un cable eléctrico, ya que está hecha de cobre. Unos 20 años después de su instalación, se volvió completamente verde. Eso se debe a que el aire y las lluvias frecuentes fueron oxidando el metal.

Se trata de un metal extremadamente delgado. Los diseñadores podrían haber hecho esas láminas más gruesas, pero la estatua habría sido aún más pesada y habría colapsado por su propio peso. Un poco más delgada, y la fuerte oxidación y corrosión del metal habrían hecho agujeros en la estatua. El escultor había pensado bien en los detalles de la construcción, y tardó más de 10 años en construirla. En primer lugar, los constructores necesitaron disponer de todas las partes de la estatua hechas de yeso. Aquí está la cabeza. Tomaron láminas de madera paralelas y las instalaron alrededor del modelo. Después, moldearon los bordes de las planchas para que reprodujeran perfectamente las formas y curvas de la estatua. En otras palabras, crearon un molde. La estructura de madera fue apoyada en el suelo y cubierta con una lámina de cobre. Lo único que faltaba era dar forma a las láminas de cobre con martillos y una prensa.

A continuación, las planchas fueron reforzadas por dentro con correas de hierro. Este procedimiento se repitió 350 veces, y ese es el número de láminas de cobre separadas que conforman la Estatua de la Libertad. Pero, si juntaras todo sin más, se derrumbaría por su propio peso o sería arrastrado por el viento. Y aquí es donde entra Gustave Eiffel. Sí, hablamos del ingeniero francés que más tarde construyó la estructura metálica más famosa del mundo, la Torre Eiffel. Gustave Eiffel diseñó el poste de hierro que serviría de columna vertebral de la estatua. Luego se añadieron estructuras metálicas más pequeñas a su alrededor. Más tarde, las 350 placas de cobre de la estatua se unirían a ella. Y aquí ya podemos ver la forma de la futura estatua. Las estructuras metálicas repiten la forma de la antorcha, la cabeza y la tabla de la mano izquierda. Aunque esta estructura metálica pesa más de 100 toneladas, sigue siendo bastante flexible. Por eso, incluso ahora que está ensamblada, la Estatua de la Libertad se mueve un poco. Con un viento fuerte, puede llegar a oscilar 10 centímetros en la parte superior.

Edouard de Laboulaye fue un gran defensor de la obra de Bartholdi e incitó al pueblo francés a recaudar dinero para la estatua. Por su parte, el público estadounidense recaudó el dinero para pagar el pedestal. Bartholdi completó el icónico brazo de la Dama de la Libertad con la antorcha años antes de terminar el resto del diseño. El brazo fue exhibido en el Madison Square para alentar al público a hacer donaciones para la estatua. La recaudación de fondos del público estadounidense resultó difícil, hasta que el editor Joseph Pulitzer intervino. Inició una campaña de donaciones y prometió que cada contribuyente recibiría una mención honorífica en su famoso periódico, el New York World. Esto atrajo más de 120 000 donaciones y recaudó fondos suficientes para completar la estatua. Tardaron unos 10 años en terminar la obra.

Los trabajadores necesitaron otros 4 meses para instalar la estatua en el pedestal terminado. Hoy está unida al pedestal, por lo que no se puede levantar por separado. Además, toda la estructura metálica del interior puede verse a través del techo de cristal del pedestal. Si bien el trabajo interior aún está en desarrollo, ya podrías apreciar la estatua en toda su belleza. Hay una base con forma de estrella en el suelo; estos son los restos del antiguo Fort Wood de la isla. Luego viene el pedestal de granito, que tiene su propia plataforma de observación, y por último la mismísima estatua. Ahora, observemos el interior de la estructura e intentemos llegar a la cima. Las siete puntas de la Estatua de la Libertad no representan los siete continentes y los siete mares, como algunos pensaban. Las púas representan los rayos del sol, mientras que el círculo forma un halo. Es como si, cuando los inmigrantes llegan en barco, la estatua los recibiera con un “Halo, bienvenidos”. [leer “halo similar a “aló”]

También hay un elevador, pero tiene capacidad para un máximo de 3 personas, y solo se utiliza en caso de emergencia. A medida que subes, puedes ver cómo se fijaron las láminas de cobre a la estructura metálica. Y también podrás distinguir detalles específicos, como los pliegues del vestido y hasta mechones de cabello. Ya hiciste los 354 escalones. ¡Felicidades!, has llegado a la plataforma de observación en la corona. Es bastante pequeña, solo caben unas pocas personas. Puedes contemplar el puerto de Nueva York a través de 25 ventanas de cristal, que simbolizan las gemas de nuestro planeta. Y hay unas potentes linternas detrás de ti que iluminan los cristales. Se encienden por las noches para que los barcos puedan ver el destello de la corona.

Bueno, en realidad, la entrada a la antorcha no está habilitada para los turistas, pero por ser tú, la abriremos un minuto. Para subir... tendrás que bajar. Sí, hasta el cuello de la estatua. Hay una escotilla que conduce a un estrecho pasaje hacia el brazo derecho. Después tienes que subir la escalera hasta la muñeca, y otra escalera más te llevará al mango de la antorcha. Abre la puerta cilíndrica y ¡voilá! Estás en la plataforma de observación más alta de la Estatua de la Libertad. Desde hace muchos años, solo los trabajadores pueden acceder aquí. El metal de la antorcha incluye oro, pero, si lo miras de cerca, podrás ver que no es la antorcha original que trajeron desde Francia. Unos 100 años después de la instalación de la estatua, en 1986, las frecuentes lluvias y las filtraciones de agua la dañaron, por lo que tuvieron que reemplazarla. Al principio, la antigua antorcha era exhibida dentro del pedestal, justo en la entrada. Pero hace poco construyeron un nuevo museo en la isla y trasladaron la antorcha allí.

Una teoría sugiere que la Dama de la Libertad podría no ser una dama. La autora y estudiosa de la estatua, Elizabeth Mitchell, cree que Bartholdi modeló el rostro a partir de un miembro de su familia, pero no de su madre. Tras haberlo analizado, Elizabeth se dio cuenta de que Charlotte Bartholdi tenía una estructura facial ligeramente diferente a la de la Dama de la Libertad. En los primeros años de su carrera, Bartholdi era un creador de bustos famoso por su precisión, por lo que estas ligeras diferencias no tenían sentido. Cuando Elizabeth encontró fotos del hermano de Bartholdi, Jean-Charles, se dio cuenta de que su rostro se parecía mucho al de la estatua.

La obra y el pedestal costaron 500 000 dólares. En dinero de hoy, serían más de 10 millones. La estatua se completó en Francia y se envió a los Estados Unidos dividida en más de 300 piezas de cobre embaladas en cajas de madera. Más de 200 000 estadounidenses recibieron al barco que transportaba a la Dama de la Libertad hacia el puerto de Nueva York. La estatua se ensambló en la isla de Bedloe, que ahora se conoce como Isla de la Libertad. Puede que se haya cometido un error al montar la Estatua de la Libertad. Durante una inspección en 1982, los trabajadores se dieron cuenta de que su cabeza había sido instalada medio metro fuera del centro. “¡Tengo un calambre en el cuello! ¡Con razón llevaba tantos años con este dolor de cabeza!”.

La famosa escultura también es impermeable. Desde su construcción, la Dama de la Libertad es alcanzada por unos 600 rayos cada año. Algunos fotógrafos han tenido la suerte de captar estos momentos. También ha sobrevivido a huracanes, cambios en el océano e innumerables tormentas. Además, fue diseñada para mecerse con el viento. Cuando hay vientos fuertes, puede oscilar casi diez centímetros en cualquier dirección, y su antorcha puede desplazarse más de doce.

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