Tener hermanos puede hacer la vida mucho más divertida, pero también llega a tener sus desventajas, como tener que aceptar que alguno tiene que ser el hijo predilecto de la casa. Aunque muchos papás insistan en que no tienen un hijo, la verdad es que sus acciones los terminan delatando.
- Mi mamá tiene dos hijas preferidas. Una, la segunda, fue sietemesina, nació a los 7 meses y tenía riesgo de fallecer, y la otra es la más chica de las tres. A la más pequeña, yo la crie hasta que tuvo 14 años, y a los 16 años mi mamá la convenció de trabajar en un lugar de bebidas preparadas con su yerno preferido. Con el tiempo, mi hermana pequeña terminó trabajando en distintos bares y tiene dos hijos. Ahora mi mamá está manteniendo a mis dos hermanas con la pensión de mi padre, que yo tramité. © Paty Cariño Smith / Facebook
- Soy la hija menor de un hombre que tuvo dos matrimonios. En el primer matrimonio, tuvo cuatro hijos, pero enviudó; se casó con mi mamá y nos tuvieron a mi hermana y a mí. A mí me trató muy indiferente, era despectivo y me convirtió en la más débil. Su preferida, sin duda, fera mi hermana mayor. Creo que hay diferencia entre sobreprotección y manipulación, porque ahora que soy adulta, recuerdo que había un control excesivo para que hiciéramos lo que él imponía a través de chantajes. Hoy, soy mamá y me esfuerzo cada día para no ser como él. Mi mamá es mi mejor amiga, ella si me mostró amor y aceptación. © Alejandra Lopez / Facebook
- Tengo una prima que tuvo que sufrir por mucho tiempo las ofensas y el maltrato de su padre, y nunca nadie de la familia se enteró. Ahora que somos mayores, con hijos y nietos, es que me lo ha confesado. Yo me quedé asombrada porque parecía un matrimonio normal. Mi prima tenía una hermana que era la “niña linda” de la casa. La situación todavía me parece mentira, las tres somos primas, pero es casi como si fuéramos hermanas; íbamos a la misma escuela y en casa de mis abuelos siempre nos reuníamos, éramos las más chiquitas. © Blanca Viera / Facebook
- Nosotros éramos tres hermanos, un varón y dos mujeres. Mi hermano era el preferido de mi mamá, no se le podía hacer nada. Hace tres años, él falleció y nos quedamos mi hermana más pequeña y yo. A pesar de eso, mi madre nunca cambió. Siempre, entre ella y yo hay algo que nos aleja. Yo tengo tres hijos, pero a los tres los trato igual, no tengo preferencias porque sé que es doloroso, sé que los hijos sufren, lo digo por experiencia propia. © Angelita Hernandez / Facebook
- Mi madre siempre tuvo debilidad por su primer hijo. Yo creo que como es la experiencia del primer amor, es tan fuerte, te marca tanto, que siempre la recuerdas. Ella tuvo varios hijos, pero supongo que ese primer parto y esas primeras sensaciones fueron únicas y los que siguieron no pudieron igualarlo. Aun así, jamás hizo diferencia; si tenía para un caramelo, lo repartía entre todos, si algo no podía comprar para todos, no había para nadie. Con eso aprendimos que el amor se puede sentir distinto o con una conexión diferente. Al día de hoy, mi hermano mayor sigue siendo su mayor preocupación, él tiene 70 años y ella, 94 años. © Patricia Vélez / Facebook
- A mí siempre me cargaron de responsabilidades y me trataron mal por cosas que hacían mis hermanos. Mi madre nunca valoró lo poco o mucho que hice, incluso premió a la que siempre decía que era su dolor de cabeza, de la que siempre se quejaba y que al final nunca recibió consecuencia por sus actos. A veces, los padres son muy injustos. © Adlih Mina Rodarte / Facebook
- Yo siempre lo supe, que había favoritismo. En mi casa siempre fui tratada diferente y mis tías lo veían, yo también, pero no quería aceptar que yo era la menos querida. Cuando crecí, traté de hacer todo lo posible por agradarle a mi madre, pero siempre había algo que ella lograba sacar como “malo”. Ahora que soy adulta, decidí alejarme de mi madre y mis hermanos, y fue lo mejor que pude hacer: vivo más tranquila, más feliz y la verdad es que ninguno ha buscado la forma de acercarse a mí. Al principio me dolía, pero hoy aprendí a vivir lejos y más tranquila. © Lalyn Montero / Facebook
- Pues, en mi caso, he notado que siempre todos son primero que yo. La justificación que da mi mamá es que de mí no se tiene que preocupar, pues siempre he demostrado ser fuerte y autosuficiente, y otros halagos absurdos. Se la pasa anteponiendo a los otros para todo; a esta altura, y con mi propia familia, me dan igual. Adelante, que disfruten. © Karina Villarreal / Facebook
- Viví siempre siendo la del medio. Mi madre tenía una preferencia total por su hijo primogénito, y después por mi hermana, que era la más chica, a quien yo tuve que ayudar en todo. En la familia de mi marido eran cinco hermanos, pero no tuvieron esos problemas. Ahora los dos nos ocupamos de no criar a nuestra hija única como una niña caprichosa o consentida. © Patricia Usach / Facebook
- La mamá de mi pareja tiene dos hijos, pero el menor es su consentido. Aunque él gana muy bien, ella le da regalos caros, le compra despensa y demás. En cambio, llega con nosotros y todo es fastidioso, hasta le cambia el nombre a mi pareja. Siempre busca lo más barato para regalarle, o le dice: “Después te doy tu regalito”, que nunca llega. © Shekináh Elohim / Facebook
- Yo tenía veinte meses cuando nació mi hermana. De ser la primera y la más mimada, pasé a ser demasiado “grande” para mimos y demostraciones de cariño. Sobre todo por parte de mi madre. Mi hermana se llevaba toda su atención. Y fue así que me hice huraña y callada. Mi padre y mis tíos me siguieron consintiendo, pero mi madre me echaba como la gallina a los pollos crecidos. Esto lo reconoció ella cuando yo ya era adolescente. © Margarita Villar / Facebook
- En mi familia, mi papá y mamá nos han demostrado su cariño, todos dicen que yo soy la favorita de mi papá por ser la mujer y la más joven. Tengo dos hermanos mayores, de los cuales, el mayor creo que es el favorito de mi mamá. Ella siempre priorizó sus necesidades a las de los demás. Cuando yo estaba soltera, obviamente necesitaba mi habitación, vivimos en un departamento de dos recámaras y mi hermano embarazó a una mujer y la llevó a vivir a casa de mis papás. A mí me sacaron de mi cuarto, con el tiempo exigí mi recámara y, vaya sorpresa, mis papás prefirieron darme su habitación a exigirle a mi hermano que buscara su hogar para su familia. Bueno, no contentos con eso, tuvieron otra hija, y han pasado 7 años desde que mis padres no tienen la comodidad y privacidad de una habitación. Mi hermano tiene un buen sueldo, pero su mujer gasta en tonterías todo el tiempo. Cabe mencionar que mi papá los ha corrido un par de veces, pero mi mamá se interpone chantajeándolo con las niñas. Mi papá las quiere mucho, así que lo convencen de nuevo. Incluso mi padre les dio un terreno para construir y no se van porque la mujer no quiere vivir en otro lado, ya que ahí están cerca de su mamá. Mi otro hermano igual vivió un tiempo allí y también hubo algunos roces. Pero él, a la primera que mi papá le dijo que se fuera, buscó lugar para rentar, aun teniendo mal empleo. La pasaron mal, pero poco a poco salieron adelante. Mi papá realmente nos ha apoyado a todos, pero mi mamá solo se empeña con tener ahí al mayor. © Jhoanna Keeling / Facebook
- Fui la última hija de la primera ronda de mis papás, pero no la favorita. Mi papá amaba a mi primera hermana y mi mamá adoraba al segundo. Por muchos años me dolió ser la que nadie prefería y aprendí a defenderme sola en el mundo. Hoy, con 46 años, siempre digo: “Mi niña del ayer está orgullosa de la mujer en que me convertí”, ya sané mis heridas sentimentales. Amo y respeto a todos. © Claudia Morales / Facebook
- En mi caso, es mi madre la que hace distinciones con mi hermano. Cada vez que yo le comentaba que me daba cuenta de ello, su respuesta era: “Piensas eso porque siempre le has tenido envidia...”. Menos mal que para mi padre éramos iguales, e incluso como veía esa preferencia que mi madre tenía hacia mi hermano, intentaba en ocasiones compensarme. Olvidaba decir que es mi hermano menor. © Javier Saez Sancho / Facebook
- Siempre hay un hijo que es más compatible con el carácter de uno de los padres, pero eso no quiere decir que se ame uno más que al otro. Cuando yo era adolescente siempre pensé que mi madre quería más a mi hermana que a mí; ahora que soy madre de dos adolescentes, sé que mi hermana era más compatible y más agradable con mi mamá que yo, y por eso ella se la llevaba mejor que conmigo, pero a la hora de defendernos y cuidarnos, era una gran madre para las dos. © Zaida Rodriguez / Facebook
Ten en cuenta: este artículo se actualizó en mayo de 2023 para corregir el material de respaldo y las inexactitudes fácticas.