9 Personas cuyas vidas cambiaron dramáticamente de la noche a la mañana
Historias
hace 4 meses
Es común escuchar a los propietarios de viviendas quejarse de sus inquilinos: que dejan todo sucio y molestan a los vecinos. Pero no menos frecuente es oír las quejas de los inquilinos sobre los arrendadores: que entran sin avisar y que tienen exigencias excesivamente estrictas. En resumen, se puede concluir que tanto unos como otros necesitan nervios de acero y una paciencia infinita.
Comprar una vivienda propia también puede ser una prueba de paciencia. A veces ocurren situaciones tan irritantes que harían perder la calma hasta al más sereno budista.