Los parientes no siempre se ajustan a nuestras ideas de belleza, y no tienen por qué hacerlo. A veces, puede ser muy difícil estar con ellos, a veces, gracioso y, a veces, realmente insoportable, pero es lo que hay: la familia es la familia.
1. “Mi hermana y su hijo vinieron de visita. Mira lo que le da de desayunar a su hijo de 5 años”
2. “Mi suegra decidió ayudarme y esterilizó los biberones en una olla con agua hirviendo y luego simplemente los olvidó allí”
3. “Papá quemó el asado”
4. Cuando no seguiste el ejemplo de tus mayores
- Mi suegra vino de visita por primera vez y empezó a darme órdenes desde el principio: “¡Oh, esto no me gusta! Las cortinas no están bien, colgaré otras”. Observé en silencio su comportamiento durante unos 5 minutos, y luego me acerqué, la tomé de la mano y le dije cariñosamente: “Ven, te voy a enseñar algo”. E inmediatamente la llevé hasta la puerta, la acompañé hasta el rellano, trasladé allí su bolso y su abrigo y le dije: “Esta es mi casa y son mis reglas. Si no te gustan, vete de aquí”. Grosero, pero efectivo. Durante seis meses mi suegra no apareció, pero luego se volvió muy educada: “¿Puedo ver un libro aquí? ¿Puedo abrir el armario y sacar un poco de azúcar?”. Quien te muestres en la casa, ese serás siempre.
5. “El escritorio de mi hermano, que tiene 10 años. Se limita a dejar la basura justo debajo de sus pies porque no le ve sentido a tirarla”
6. “Mi esposo vertió caldo frío sobre el pollo caliente”
7. “Acabo de descubrir que mis hijos llevan desde hace más de un año calcetines diferentes a propósito, solo para volverme loco intentando encontrar un par después de lavarlos”
8. Cuando un hábil manipulador se encuentra con un digno oponente
- Mi suegra a menudo manipulaba a sus hijos fingiendo ataques cardíacos. Una vez, delante de mí, puso los ojos en blanco y pareció desmayarse. Mi marido corrió hacia su madre y le desabrochó el bra para que respirara mejor. Yo me quedé mirando. Entonces ella entreabrió los ojos y, al encontrarse con mi mirada, apartó a su hijo y se levantó como si nada hubiera pasado. Lo mejor es que desde entonces no ha vuelto a tener ataques ni desmayos. Mi relación con ella era difícil, mi suegra pensaba que yo le había quitado a su hombre favorito: su hijo. Pero cuando dejé a mi esposo, me convertí en su enemiga número uno, ¡porque me atreví a dejar a su hijito! Por cierto, mi exmarido aprendió estas lecciones y, cuando se casó por segunda vez, revisó su relación con su madre.
9. “Mi hijo tiró su regalo de Navidad a mi regalo de Navidad y este es el resultado”
10. “Mi esposa se prepara para la maternidad y practica con el perro”
11. Cuando la abuela no está muy preparada para tener nietos
- Mi madre, muy mayor, vive lejos. No le gustan los bebés, dice que son feos y que nada está claro. Empezó a pedir fotos de su nieto cuando ya tenía un año de edad. En papel, por correo, ya que no entiende de móviles. Le envié algunas fotos de mi hijo, y al mismo tiempo un teléfono nuevo, que ella me había pedido anteriormente. Cuando recibió el paquete, me llamó: “¡Oh, es tan lindo, es adorable, está genial, me gusta de verdad!”. Cuando empecé a sonreír ante tan generosos cumplidos hacia su nieto, ella continuó: “¡Muchas gracias, estoy encantada! Incluso en la mano es agradable de sostener, un teléfono tan bonito”. Y siguió hablandosolo sobre el teléfono, ni una palabra acerca de su nieto. Le pregunté: “¿Ya has visto las fotos?”. Mi madre dijo: “Bueno, ya he visto las fotos. No se parece a ninguno de ustedes”. Bueno, gracias, mamá, al menos por responder a la pregunta.
12. “Mi esposa quería hacer unas cositas bonitas para la hija y su amiga. Solo que abrió el envase al revés”
13. “Dejé a mi esposo solo con la pintura durante 5 minutos”
14. “Mi hijo adolescente se come toda la piel del pollo asado”
15. Algunos familiares son difíciles de complacer
- Desde que tengo uso de razón, mi madre siempre volvía a trapear el piso tras haberlo hecho yo. Y eso a pesar de que yo siempre limpiaba según “su método”: primero barrer, frotarlo con detergente, luego aclarar los restos jabonosos y pasar el trapo un par de veces más para dejarlo tan pulido como abrillantado. Y aun así, ¡a ella no le gustaba! Lo mismo ocurría con lavar la ropa y fregar los platos. Me casé y vivimos en una casa particular. Cuando mi suegra vio cómo trapeo el piso, se quedó atónita. No es una mujer exigente, se ve limpio y ya está... ¡Ahora está muy contenta, dice que le ha tocado una nuera muy espabilada, basta con ver cómo friega el suelo!
16. “Decidí hacer una casa de jengibre, horneé unas galletas y las puse a enfriar, pero mi esposo se comió casi todos los trozos del ‘tejado’ aunque había un montón de otras galletas”
“Sí, sabía que había otras galletas. También las probó, pero dijo que las partes del ’tejado’ sabían mejor”.
17. “Compré una esponja para platos y mamá la cortó por la mitad”
18. “Mi esposa se come toda la sal de los pretzels y deja las sobras a medio comer en la mesilla de noche”
19. Hay que vigilar a algunos miembros de la familia
- Cuando nos mudamos a un departamento que pertenecía a los padres de mi esposo, mi suegra empezó a venir a hacernos inspecciones, y solo cuando su hijo estaba en el trabajo (yo estaba de baja por maternidad). Una vez que íbamos al campo para hacer una barbacoa por el cumpleaños de mi marido, su madre llamó: “Bueno, ¿están listos?”. Sí, le digo, ya mismo vamos a salir. Mi esposo y mi hija se fueron, y yo me quedé un rato recogiendo algo. Pasaron unos 15 minutos y oí girar la llave en la cerradura. Mi suegra entró y me vio en el pasillo. Era una escena silenciosa. Tendrían que haber visto su cara. Lo único que pudo decir fue: “Ah, y tú sigues aquí...”. Pasé silenciosamente a su lado y me fui. Mi esposo cambió las cerraduras igual de silenciosamente, y cuando su padres le pidieron un juego de llaves para ellos, dijo: “No. Las están usando mal”.
20. “Mi madre decidió limpiar mi kit de construcción que guardo desde que era niño. Rompió muchas cosas y tiró otras. Estoy en shock”
21. “Decidí recoger mi habitación. Aquí hay una foto del antes y el después de la llegada de mi hermano”
22. Algunos parientes son tan raros
- Tengo un pariente descarado. Solía venir a comer a mi casa. De acuerdo, no me importa, pero un día le pregunté: “¿Por qué no te vas a casa con tu joven esposa a comer?”. Me dijo: “Ella no es buena cocinera y tú cocinas de lujo”. Entonces le dije: “¿Vas a venir a mi casa hasta que te jubiles? Envíame a tu mujer, yo le enseñaré. Deja que traiga los productos, los cocinaremos y ella lo llevará todo luego a casa”. Se ofendió por tales palabras. Pero le parecía normal ir a comer gratis todos los días.
23. “¡Los trillizos y un cortabarbas son incompatibles!”
24. En una familia numerosa, las golosinas no duran mucho
- Mis recuerdos. En nuestro lugar de trabajo, uno de nuestros directores trae mariscos, todo natural, a un precio un poco más bajo que en las tiendas. Le pregunté a mi madre: “¿Compramos caviar?”. Respondió: “Sí, llevémonos medio kilo: comeremos un poco y nos sobrará para Nochevieja”. Me lo pensé y pedí además un tarro de 0,3 kg. Llegó el caviar y le llevé medio kilo a mi madre. Íbamos a celebrar el Año Nuevo: papá hizo crepes, yo, tartaletas, ¡y resultó que quedaban ran solo dos cucharaditas de caviar! Total, mamá se había comido medio kilo de caviar sin mirar. Menos mal que había comprado otro tarro. Luego nos reímos de mi madre hasta el año que siguiente.
25. “Mamá pensó que el control remoto de la consola sería una buena decoración para mi tarta de cumpleaños”