20 Frases magníficas pronunciadas sin querer por gente dormida
Generalmente, por la mañana todos los éxitos de taquilla y comedias románticas en las que tenemos el rol principal durante la noche se desvanecen como el humo. Y solo un par de palabras dichas accidentalmente en voz alta indican que nuestra vida en los sueños es extraña, variada y tiene su propia lógica.
Genial.guru ha recopilado frases de personas dormidas que demuestran que nuestra vida es cien veces más interesante en los sueños que en la realidad. Y al final del artículo hay un bono: la historia del sueño de un agente especial fracasado.
- Mi esposo habla dormido. Al principio me sobresaltaba cuando escuchaba: "Levántate, rápido, vienen los nazis, hay que esconder a los niños y a la vaca en el sótano". Pero luego me acostumbré, a veces ni siquiera escucho lo que dice. Pero esta noche se volvió hacia mí y gimió: "Luuuz, no dejes que el muñeco de nieve entre a la casa, o habrá agua y zanahorias, agua y zanahorias..."
- Mi novio me despierta a las 5 de la mañana y me pregunta ansiosamente: "¿Qué hora es? No puedo fijarme en mi reloj, está en sistema binario". Perpleja, miro el reloj y le digo la hora. Él se duerme tranquilo, yo, durante largo rato, intento entender qué demonios fue eso.
- Mi esposo me despierta en medio de la noche y dice:
—¡Vamos!
—¿A dónde?
—Carguemos árboles.
-
Durante el embarazo, por alguna razón comencé a hablar dormida. De vez en cuando divertía a mi esposo con frases tipo:
"¿En qué parte de la luna se inserta el reloj?"
"¡No quiero ser un pelícano, llévate el geranio!"
"Gris, gris, gris... ¡Dame un espejo de colores!"
- Por la mañana trato de despertar a mi esposo con caricias. Él, alejándome y resistiéndose, dice:
"¿Pero qué haces? ¿No ves que el semáforo está en cero?"
- 2 de la mañana. Call center de línea directa de emergencia automotriz. Estoy sentado, leyendo. De repente, se escucha la enérgica voz de un colega dormido:
"Buenas tardes, mi nombre es Alejandro. ¿Qué le ha pasado? ¿Con quién tengo el gusto de hablar? ¿Ya ha llamado a la policía? Describa el daño del auto. Una abolladura en el ala izquierda, la puerta rayada. Por favor, deme el número de la patente..."
Y sigue hablando con el cliente. ¡Pero su teléfono no había sonado!
Y al final de la conversación dice con la misma voz enérgica:
"¡Gracias por comunicarse con nuestra empresa!"
- En mi casa también vive un sonámbulo. Cada noche sucede algo.
Una vez gritaba:
"Devuélvanme mi nube, ¿dónde está mi nube?"
- Una vez me desperté por la noche porque mi esposo se había sentado. Veo que hacía como si juntara algo en la palma de la mano y luego se lo metiera en la boca. Se quedó así, masticando. Le dije:
—Miguel, ¿qué estás comiendo?
—Clavos.
—¿De dónde los sacaste?
—¡Me los dio mi mamá!
Terminó de masticar y seguimos durmiendo.
- Mi esposo dormido
—Bzzzzz... Buzzz... Buzzz...
—¿Qué estás haciendo?
—Me estoy infiltrando en un grupo de mosquitos.
- Mi amigo me dijo dormido: "Pon la alarma del sonido verde, aleja a los fantasmas".
- Me despierto porque me están contando una historia complicada, pero entredormida no entiendo y pregunto fuerte:
"¿Qué?"
Mi esposo, claramente molesto por mi falta de atención, irritado, dice:
"Pero no vayas a perderla".
Yo, ya despierta, siento curiosidad por su trama somnolienta, y pregunto:
"¿A quién?"
A lo que mi marido, con voz de las mejores películas de galanes, dice:
"La cau-te-la..."
- Mi esposo acaba de decir dormido que un borde no es peor que un círculo. Heme aquí, pensando...
- Hace poco, mi esposo dijo:
—¡Mira, mira!
—¿A dónde?
—¡Ahí, donde está el hombre!
—¿Qué hombre?
—Ah, me olvidé de que no puedes ver mis sueños.
- Mi esposo habla dormido. Cuando le pregunto algo, empieza a responder toda clase de tonterías. Pienso en hacerle una broma. Le digo:
—Alex, ¿a quién amas?
—Al plástico.
—¿Qué plástico?
—Poliestireno extruido.
Las refacciones de casa prolongadas no llevan a nada bueno.
Bono: un sueño injusto
Soñé que no me aceptaban en el servicio secreto porque cuando alguien hablaba a mis espaldas, mis orejas se volvían hacia el lado de la conversación. Como las de un gato. Me dijeron que me ponía en evidencia, y por eso no podía ser un agente especial. Sigo ofendido incluso después de haberme despertado.