Pues lo peor es que la gente acepto esos abusos. Por eso después no mejoran las condiciones laborales
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Sería bueno que todos los jefes fuesen como nuestros mejores amigos o nuestras mamás, pero por desgracia, no todo el mundo corre con la misma suerte. Así como hay lugares de trabajo que son como el paraíso del trabajador, hay otros en los que ni siquiera se puede pedir un día libre porque te sitúan en la cuerda floja. En esta ocasión te traemos una serie de historias en las que queda muy claro que algunos jefes se olvidaron por completo de que un día fueron los empleados.
¿Cómo es tu relación con tu jefe? ¿Qué fue lo que te hizo decirle adiós a un empleo?
Pues lo peor es que la gente acepto esos abusos. Por eso después no mejoran las condiciones laborales