20+ Niños cuyas frases son una verdadera joya (nos preguntamos dónde las habrán aprendido)

hace 2 años

Los niños no están familiarizados con la frase “a veces es mejor masticar que hablar”. Desde el momento en que comienzan a pronunciar sus primeras palabras, se convierten en la principal fuente de frases divertidas y, en ocasiones, increíblemente sabias. A los padres solo les queda estallar en carcajadas o sonrojarse. Y resulta que la mayoría de las madres y los padres se encuentran con la segunda situación con más frecuencia.

En Genial.guru estamos absolutamente seguros de que los niños son un verdadero pozo de sabiduría humana, y nuestra selección es una clara prueba de ello. Al final, agregamos un par de bonos: historias sobre el nivel de percepción del ruido por parte de padres jóvenes y sobre la confianza entre adultos y niños.

  • Mi hija tiene 4 años. El otro día estaba sentada frente al espejo, untándome crema en la cara. Mi niña se acercó y me preguntó para qué lo hacía. Respondí: “Para ser bella”. Ella me miró atentamente y dijo: “¡Pero no funciona!”. © Oídoporahí / VK
  • Mi hija tenía 2 años y medio, volvíamos de la tienda. Tenía las manos ocupadas con bolsas pesadas, y ella empezó a exigir a gritos: “¡Quiero que me lleves en manos a mí!”. Un señor compasivo se acercó y me dijo sinceramente: “¡Pero llévala! ¿Qué te cuesta?”. Yo no dije nada, pero mi hija se dio la vuelta bruscamente, se secó las lágrimas y respondió: “¡A ti nadie te preguntó!”. Hasta me dio lástima el pobre señor: le quedaron los ojos cuadrados del asombro. © Oídoporahí / VK
  • Trabajaba desde las 7:30 y tenía que llevar a mi hija al jardín a las 7:00. Había llegado el otoño, cada mañana se volvía más y más oscura... Una vez salimos y estaba oscuro afuera, y entonces mi hija dijo: “Mamá, ¿podemos ir al jardín por la mañana, como los otros niños? ¡Por favor!”. Obviamente le expliqué cómo funcionaba la naturaleza, pero igual nos seguimos acordando de aquella ocasión. © Habitación № 6 / VK
  • Cuando mi hija tenía 5 años, escuchó por ahí la palabra “caballa” y comenzó a llamarme así. Me cansé y la castigué. Después de un rato, le pregunté si seguiría burlándose. La niña se dio vuelta y dijo tranquilamente: “Eres un pez, pero no te diré cuál”. © Irina Kayrisha / Facebook
  • Llevábamos casi 2 años separados con mi esposa. Nuestro hijo tenía 6 años. En verano acordamos con mi ex que iríamos todos juntos fuera de la ciudad un par de días. Siempre le gustó mi forma de cocinar, así que estando en la casa de campo siempre elogiaba toda la comida que hacía. A veces me daba un beso en la mejilla. Mi hijo observó todo eso, y una noche se acercó y me dijo: “Mamá ama tu comida, qué pena que ya no te ame a ti”. © Kanantt / Pikabu
  • Cuando mi hermanita tenía 5 años, me volvía loca con sus infinitas preguntas, y una vez le dije: “Olivia, ¿por qué no te ocupas de tus propios asuntos?”. Sin dudarlo ni un segundo, exclamó: “¡Porque tengo 5 años y todavía no sé cuál es mi asunto!”. © Unknown author / Reddit
  • Mi hijo tiene una amiga en el jardín de niños que se llama María. Son amigos desde la guardería. Fui a despertar a mi niño esta mañana. No reaccionaba. Le saqué la manta y empecé a hacerle cosquillas. Él, a través del sueño y con una sonrisa, dijo: “¡Basta ya, Ma-Ma-María!”. © umorist / Pikabu
  • Mi hijo dijo que tenía que llevar una hoja de madera de 1,5 × 2 m a la clase de manualidades; tuvimos que llevarla entre toda la familia. Al final, resultó que debía llevar una madera de 15 × 20 cm. © Irina Krizhanovskaya / Facebook
  • Mi hijo está pasando al segundo grado. Hace un par de semanas, la profesora de la escuela nos envió una invitación para asistir a un evento escolar. Le pregunté si le agradaba la maestra. Dijo que sí, y luego de una pausa agregó: “Pero tengo miedo de que ella se enamore de mí y quiera casarse”. © jeanneeebeanneee / Reddit
  • Trabajo en la biblioteca de una escuela. Hoy, un niño de primer grado se quedó conmigo mientras esperaba a sus padres. Le ofrecí que fuera mi asistente. Llevábamos los libros nuevos a los estantes y los viejos al almacén. Entonces empezó con sus preguntas, apenas llegaba a responderle.
    —¿Por qué se está llevando los libros viejos?
    —Los voy a dejar en el almacén.
    —O sea, ¿esconde los libros para no estudiar?
    —¡Entendiste mal! Esto significa...
    —Ya, no se preocupe, ¡yo también a veces escondo libros y digo que los perdí! © dEvanka / Pikabu
  • Fui a buscar a mi hija de 3 años al jardín de niños y la profesora me dijo que al kínder había ido una exmaestra, que ahora estaba embarazada. Mi hija preguntó qué le pasaba a esa mujer. Le dijeron que tenía un bebé en la panza. Mi niña miró el vientre de la señora con cierta preocupación y preguntó: “¿Por qué se comió al bebé?”. © Mary Brister / Quora
  • Hace poco estaba yendo por la calle y vi a una mujer regañando a su hija de 5 años en un tono elevado por haberse ensuciado el vestido con helado. Un muchacho que pasaba dijo: “¡Señora, no le grite a la niña!”. Y la pequeña inmediatamente dijo: “¡Es verdad, señora, deje de gritarme!”. © Oídoporahí / VK
  • Le preguntaba a mi hija qué postre hacer: “Aquí está la receta de un pastel de miel, ¿quieres?”. Ella aclaró con cautela: “¿Tiene miel? Si es así, entonces no, no me gusta la miel”. Yo dije: “¡Qué pregunta tan extraña! ¡Es un pastel de miel! Por el nombre se entiende que definitivamente tiene miel”. Y ella respondió: “Nada de extraño. ¡Después de todo, al pastel hormiguero no le ponen hormigas!”. Pues cuando tiene razón, tiene razón. © Mirrymyr / Pikabu
  • Mi hija menor se fue de campamento con sus compañeros de escuela. Por la tarde llamó y dijo cuánto me extrañaba. Le respondí: “También te extrañamos, cuando paso por la tienda a la tarde cada vez quiero comprarte alguna golosina, pero después me acuerdo de que estás en el campamento”. Al día siguiente, llamó antes de lo habitual y dijo con una voz seria: “Tengo una idea; cuando quieras comprarme algo, cómpralo y guárdalo, y cuando vuelva, podrás darme todo”. © krilov1982 / Pikabu
  • Invitamos a unos amigos a casa, una pareja casada. Antes de que llegaran, mi hija preguntó por qué siempre venían a nuestro hogar y nosotros nunca íbamos al de ellos. Sin pensar, dije que era porque ellos ganaban menos dinero que nosotros. Nos sentamos a la mesa. Mi hija se puso a servir la comida: les puso un montón de todo a nuestros amigos y a nosotros solo un poquito. Mi amigo dijo: “Querida, hay que repartir en partes iguales”. Entonces mi hija contestó: “Todo está bien, ustedes son pobres. Deben pasar hambre...”. © Habitación № 6 / VK
  • Mi esposo y yo nos fuimos de vacaciones por 2 semanas. Nuestro hijo de 4 años se quedó con mi madre. Cuando volvimos, despedimos a la abuela, y en la mesa mi hijo exclamó: “¡Por fin llegaron, un poco más y me habría escapado de casa! ¡Nunca he conocido a mujeres así!”. Mi marido hasta se paró para aplaudirlo. © Oídoporahí / VK
  • Mi hermana estaba embarazada de su segundo hijo y su hija de 3 años exigía una explicación de lo que estaba pasando. Le dijeron que había un bebé en su panza, y que pronto mamá y papá irían al hospital y aparecería un niño. Cuando llegó el día, fuimos al hospital a conocer al nuevo miembro de la familia. La hija pasó unos 15 minutos admirándolo y besando su cabeza, y luego miró hacia arriba y preguntó: “¿Dónde están su mamá y su papá?”. ¡Todos nos miramos con la boca abierta! ¡Resultó que ella no había entendido que ahora tendría que compartir a sus padres!© Geraldine Merola / Quora
  • Una vez, en diciembre, volvíamos con los niños del jardín. Hablábamos sobre los regalos que ellos querían para Navidad. Teníamos suficiente dinero, pero tampoco tanto. Nuestro entusiasmado hijo empezó a pedir de todo y más: un juego de construcción, tren de juguete, etc. Y entonces nuestra hija no pudo soportarlo más e indignada dijo: “¡Bueno, basta ya! ¡Nuestros padres tienen que pagar la hipoteca!”. © Oídoporahí / VK
  • Viajábamos con mi hija en autobús. Ella tenía 4 años. Estaba sentada del lado de la ventana, pensando en algo, y luego dijo: “Mamá, ¿por qué los hombres se pelean por mí?”. Todos los pasajeros se quedaron mirándome... Resultó que se refería a David y Sergio, de su grupo, quienes la tiraron de las manos en diferentes direcciones diciendo que la amaban. © Oídoporahí / VK
  • Cuando mi hijo tenía dos años y medio, su padre y yo nos divorciamos. Recuerdo que me dijo: “Mi mamá tiene una casa. Mi papá tiene una casa. Pero yo no tengo casa”. Me rompió el corazón. Estas palabras deben ser tan obvias para todos los niños de familias divorciadas que siempre están siendo llevados de una vivienda a otra. © Debora Cole / Quora
  • Hace poco, una amiga rompió con su novio. Fui a visitarla; ella estaba sentada en silencio con una cara muy triste. Yo dije: “Bueno, ¿qué pasa?”. Ella: “Todo está mal, no tengo nada de ánimo... ¡¿qué voy a hacer ahora?!”. En ese momento, su hija de 10 años la miró y dijo: “¡Vamos, mamá! ¡Ahora comeremos y todo va a estar bien!”. © Oídoporahí / VK

Bono n.º 1: dedicado a los padres jóvenes

  • Estaba llevando a mi gato al veterinario en un taxi. Este gritaba mucho, estaba muy avergonzada. Cuando llegamos, le pedí disculpas al taxista: “Por favor, discúlpeme por el gato que gritó durante todo el viaje. Tiene mucho miedo”. Y él respondió con desconcierto: “¿Acaso gritaba? ¡Ni me di cuenta! Es que tengo un bebé de 8 meses en casa”. © fotrushka / Pikabu

Bono n.º 2: padre e hijo

  • Ayer pasaba por la habitación y vi a mi pequeño sentado en el sofá con el ceño fruncido. Obviamente algo había pasado. Me acerqué, le pregunté al respecto y él empezó a contarme. Lo estaba escuchando y entendí que, en teoría, debería castigarlo. Pero también comprendí que a su edad nunca le contaría semejantes cosas a mi padre. También se lo mencioné. Quedamos abrazándonos en silencio y él dijo:
    “Pero ¿a quién se lo debería contar, entonces?”.
    P. D. Mamá no tenemos. © Serdobol / Pikabu

¿Alguno de tus hijos ha dicho algo que te haya dejado con la boca abierta?

Imagen de portada Kanantt / Pikabu

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