20 Personas que no tiraron sus colecciones de infancia y nos abren un portal directo a la nostalgia

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hace 1 hora
20 Personas que no tiraron sus colecciones de infancia y nos abren un portal directo a la nostalgia

Durante nuestra infancia no coleccionábamos “likes”, sino verdaderos tesoros, incluso si se trataba de envolturas brillantes de caramelos. Algunos usuarios compartieron las colecciones que atesoraban cuando eran niños, y es evidente que, detrás de cada una, se esconde toda una época.

“Miren nada más lo que encontré hoy, mientras revisaba unas cosas olvidadas desde hace años.”

“La semana pasada, mis padres me trajeron mi antigua colección de la infancia.”

“Encontré mi colección. ¡Estoy tan feliz! Pensé que mi mamá ya lo había regalado todo.”

“Mi colección de cómics de los años 1990–2000.”

“Parece que he terminado mi colección.”

“En los años 80, cuando cursaba quinto grado, me regalaron una goma de borrar: extranjera, de una belleza sobrenatural. En aquel entonces, fue una pequeña alegría. Con los años, la vida fue cambiando, pero en mi corazón permaneció ese primer amor por las gomas de borrar.”

“¿Alguien más coleccionaba cristal de mar?”

“23 años de coleccionismo”

“Colección de la infancia”

“Mi colección de cerillos multicolores”.

“Dinero de la infancia. Muchos no pudieron formar una colección en su momento, y hasta hoy siguen intentándolo. Ya es parte de la historia.”

“Cuando, después de cien años, encuentras tu colección en casa de tus padres. Parece que incluso son primeras ediciones.”

“Voy a desempacar mi colección.”

“Estaba revisando un armario lleno de cosas viejas y encontré los restos de mi colección de tazos de la infancia. En total quedan unos 400; antes tenía cerca de 2500, pero los demás los regalé.”

“Mi divertida colección de joyas desde la época escolar”

“Hace unos días, estuve revisando mis cosas viejas y esto es lo que encontré. Logré reunir casi todos, excepto el número 47. En total, la serie con este diseño cuenta con 70 ejemplares.”

“Llevo 15 años leyendo y coleccionando libros desde mi infancia. El problema: no tengo suficiente espacio para guardarlos. La solución: construir una habitación solo para ellos.”

“Nostalgia”

“Esta colección no es de mi esposa, ¡es mi tesoro! Por cierto, no tenemos hijos.”

Bonus: aquí también hay una historia sobre la tierna colección de un hombre rudo.

  • Tengo un esposo rudo. Tiene muchas personas bajo su mando, y todos lo respetan. Pero se sorprenderían si supieran lo que realmente le gusta coleccionar... Hace poco estuvimos en una tienda; se me acercó por detrás y, en tono misterioso, me susurró al oído: “Cómprame un hipopótamo”. Y, levantando un poco su chaqueta, me mostró la carita del hipopótamo que quería llevarse. Además de una curiosa colección que tenemos en la casa de campo, hay otra más: una de peluches de hipopótamos, de distintos tamaños y profesiones: médico, motociclista, jugador de hockey, boxeador, constructor. Al final, compré el hipopótamo. ¡Cuánta alegría le dio! © Overheard / Ideer
Imagen de portada Overheard / Ideer

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