Yo nunca tuve tanta suerte ?
20+ Regalos del destino que llegaron a manos de la gente común en el momento más inesperado
Los humanos se dividen en dos categorías: los que nacen con una estrella y los que nacen estrellados. Los primeros logran encontrar grandes sumas de dinero en los lugares más inesperados o ganar valiosos premios en concursos, y a los segundos solo les queda gritar “¡No lo puedo creer!”, esperando que algún día la fortuna también llame a su puerta.
En Genial.guru, nos encantan las historias sobre los golpes de suerte que han tenido algunos usuarios de la red. Tales historias nos brindan la esperanza de que el universo tenga muchas sorpresas para cada uno de nosotros y nuestros lectores.
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Una vez, estaba vendiendo rosas en la calle principal de mi ciudad. Las cosas iban mal. Ni siquiera la imagen de una linda florista, una canasta de mimbre y música romántica de un altavoz portátil eran capaces de incrementar las ventas. Un joven me preguntó cuánto valían las flores. Se las ofrecí a un precio regular y dije que podía hacerle una rebaja. Las compró todas: ¡las 33 hermosas rosas escarlatas que me quedaban! Pero el chico impuso una condición: yo tenía que entregar una flor a cada chica soltera que se encontraba en la calle. Después de concluir “el acuerdo del siglo”, decidió divertirse más y me pidió que le dijera a cada mujer que la flor era de parte de un joven, señalando a cualquier tipo solitario. Las reacciones de las chicas fueron muy diferentes, desde el estupor y la vergüenza hasta el deleite y la risa. El hombre simplemente decidió regalar un poco de felicidad a los desconocidos, tal vez algunas rosas se convirtieron en el verdadero amor. © Oído por ahí / Vk
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Por la mañana, decidí ponerme unos pantalones que no había usado desde septiembre del año anterior. Los saqué del armario, me los puse abrochando el cinturón y metí la mano en el bolsillo izquierdo. En ese momento, una dulce sensación recorrió mi cuerpo: ¡sí! Los dedos encontraron unos cuantos billetes. Definitivamente era dinero, pero ¿cuánto? Después de unos segundos de indecisión, saqué... ¡200 USD! Experimenté una oleada de felicidad, como en la infancia. ¿Cómo podía haberme olvidado de tanta plata? Fue todo un rompecabezas, pero no me importaba. ¡Deseo que todo el mundo experimente esa sensación! © Korado / Pikabu
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Saben, llevaba toda mi vida sin creer en los milagros. ¡Pero qué equivocada estaba! En general, sucedió lo siguiente: decidí participar en un concurso en el que debía publicar una foto y los organizadores elegían las 10 mejores candidatas para la votación final. Inesperadamente para mí, terminé siendo una de las finalistas. Luego, debido a un error durante la votación, los organizadores decidieron sortear el iPhone entre estas 10 personas. Adivina quién fue la afortunada. ¡Por supuesto, fui yo! Todavía estoy sosteniendo la caja en mis manos y no puedo creer en mi propia suerte. © El Pabellón n.º 6 / Vk
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A mediados de la década del 2000, conocí en los espacios de Internet a un joven de otra ciudad. Con el tiempo, comenzó a llamarme y conversamos durante horas ni siquiera pensar en establecer una relación romántica. Después de un par de meses, mi amigo virtual pidió mi dirección diciendo que quería enviarme un recuerdo de su provincia. Bueno, se lo di creyendo que me iba a enviar un imán para la nevera. En un par de semanas, recibí un paquete postal de talla XL, estaba lleno de los dulces más caros y, en el interior de un huevo de chocolate, encontré un reloj de oro con la correa hecha del mismo metal. Con mano temblorosa, marqué el número del chico y le pregunté gritando: “¡¿Qué es esto?! No somos novios, solo buenos amigos. ¿Por qué enviaste todo esto?”. La respuesta me sorprendió con su inocencia: “Eres una buena persona y quería hacerte una sorpresa”. Todavía uso el reloj y mentalmente deseo felicidad a este joven maravilloso. ¡Sí, la vida es bella e increíble! © BellaGorskaya / Pikabu
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En los años 90, era una colegiala de una familia humilde. Mis botas estaban gastadas; cuando llegó la primavera, hasta se me mojaban los pies. Una noche, estaba en la parada de autobús pensando: “Me gustaría poder encontrar dinero para comprarme unas botas nuevas”. En ese momento, en la oscuridad, sentí que algo crujía bajo mis pies. Me agaché y encontré un billete. Miré a mi alrededor, nadie estaba buscando el dinero ni tenía una billetera en sus manos. Puse el billete en mi bolsillo y el fin de semana compré mis botas. © Megansha / Pikabu
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Soy un artista ruso. Una vez estaba vendiendo mis cuadros en una galería de arte en Moscú. Se me acercaron unas personas: un típico hombre de negocios (juzgando por su traje) y una chica elegante de apariencia de modelo. Ella, mirando una de mis pinturas, chilló: “¡Cariño! Me gusta esta. ¡Cómpramelo!”. “¿Cuánto?”, preguntó el caballero. Al principio, quería vender la pintura por 5 000 rublos (aproximadamente 200 USD en aquel entonces), pero al final le dije que 2 000 rublos. El vendedor sacó un fajo de billetes de 100 USD y me dio 20 de ellos. Los agarré automáticamente, pero me quedé petrificado. Tenía muchas ganas de meter todo este dineral en mi bolsillo, pero aun así, la honestidad prevaleció sobre el deseo de aprovecharme de él. “Quise decir 2 000 rublos, no dólares”, se lo dije al comprador queriendo devolver sus billetes verdes. Me miró y luego, con la palma de su mano apretó mi puño diciendo: “Es tuyo. ¡Gracias, hermano!”. Y se fueron. © velivok / Pikabu
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En el octavo grado, tuvimos una nueva maestra. Ella descubrió que yo provenía de una familia pobre. Entonces, un día, hablando a solas conmigo, me preguntó si necesitaba ayuda. Mi mamá solía decirme que no debía esperar el apoyo de nadie, así que le mentí y dije que todo estaba en orden. En Navidad, cuando mi hermano y yo estábamos en la calle, una camioneta llegó a nuestra casa y mi maestra, que era miembro de una organización benéfica, nos dio 5 000 monedas suecas y comida navideña. Mi madre estaba tan impresionada por estos regalos que se echó a llorar. © Gr1ning / Reddit
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Hace 10 años, encontré 130 mil rublos en un libro de recetas. Resultó que, unos años antes, a mi esposo le habían pagado una deuda de un préstamo que él había hecho cuando estaba casado con otra mujer. Metió el dinero en el libro y se olvidó de él. Luego, vivimos un mes gastando este dinero en Montenegro e hicimos el primer pago de la hipoteca. © radish18 / Pikabu
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Hace muchos años, mi novio y yo estábamos haciendo fila en una tienda de segunda mano. Me gustaban mucho unas copas que se encontraban tras el mostrador. Discutimos un poco sobre si podíamos pagarlas, pero nos faltaba dinero. Luego, ¡la señora que estaba en la fila frente a nosotros las compró! Me sentí muy decepcionada, pero luego se volvió hacia nosotros y me entregó las copas. Una mujer maravillosa totalmente desconocida y a la que nunca volví a ver. © owl_take_it / Reddit
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Recuerdo que, hace 10 años, mi madre y yo llevábamos una vida muy modesta. Una tarde de otoño, fuimos de compras en busca de una chaqueta. De repente, en el mostrador de un banco, encontré una cartera; la agarré enseguida, se la mostré a mi madre, y ella me arrastró a la calle para evaluar lo que estaba en el interior del hallazgo. Resultó que había suficiente dinero para comprar prendas nuevas y poder sobrevivir otro invierno. © Pega y corre / Thequestions
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Fue en los años 2007-2008. Nos faltaba dinero para llegar al fin de mes, todos los días me preguntaba: “¿En qué gastamos nuestro dinero?”. Pero luego me llamó la secretaria diciendo: “¿No necesitas tu sueldo? ¡Todavía tienes pendiente el del mes pasado!”. Yo: “¿Cómo puede ser?”. Ella: “Se me olvidó entregártelo, y no me lo recordaste”. ¡Fue una gran sorpresa! Además, después de un par de días, cobré el sueldo del mes corriente. © PaulPalych / Pikabu
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Perdí el tren. Debía estar en la ciudad de destino la mañana del día siguiente. Ya no quedaban boletos disponibles. Fui corriendo a la estación de autobuses, pero tampoco quedaban boletos, solo a las 4 de la mañana. Ya estaba a punto de estallar en llanto por la desesperación y la ira hacia mí misma. Pero luego, el conductor encontró una solución. Me llevó al autobús y ya estamos en camino, tengo a mis pies un encantador scotch terrier, mientras que estoy sentado al lado de su dueño. El hombre había comprado un boleto para su perro, pero entendió mi situación. Muchas gracias desde el fondo de mi corazón a estas personas. © Oído por ahí / Vk
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Iba a mi trabajo por la mañana cuando vi a una persona sin hogar que estaba buscando algo en el contenedor de basura, sacó una bolsa y de allí unas latas de estofado de res. ¡Deberías haber visto cómo cambiaba su rostro con cada lata sacada! ¡Estaba tan emocionado! De hecho, para él, era comida para unos cuantos días. Casi me echo a llorar. Llegué y se lo conté a mis colegas. Dije: “¡Deseo que todos experimentemos tal felicidad de un hallazgo!”. La gente no me entendió. © Karusel320 / Pikabu
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Encontré dinero en una parada de autobuses en 2003. No había gente alrededor, así que me lo quedé con la conciencia tranquila. Compré un reproductor de casetes, dos casetes de Linkin Park y una lata de Pepsi. Era poco dinero, pero recibí un placer increíble. © Andrey Sheleg / Thequestions
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Una vez, recibimos en nuestra casa a unas invitadas, una mujer mayor con su nieta de Siberia. Un día, mantuvimos una conversación sobre piñones. Dijimos que nunca los habíamos probado, a lo que ellas respondieron: “¡Les enviaremos unos por correo!”. Unos 2 meses después, llegó un paquete lleno de piñones. ¡Era impresionante! El sabor era inolvidable; han pasado 35 años y todavía lo recuerdo. ¡Gracias a ellas! © Mardg / Pikabu
¿Cuál es el golpe de suerte más agradable que has tenido en tu vida?
Comentarios
Yo a veces encontré dinero en la calle, pero poca cantidad
una vez no tenia dinero para pañales ,iba camino a mi trabajo y en el piso vi tirado un origami de rana . lo levante y era un billete de $20.000 pesos chilenos .mi felicidad fue tremenda ,me alcanzo para los pañales y para comprarles unos yogures y galletas