18 Veces que subirse al transporte público lleno pasó de lo incómodo a lo inolvidable

Historias
hace 4 meses
A veces una buena historia se arruina fácilmente cuando ocurren “coincidencias” que hacen que la trama se vea muy forzada. Como, por ejemplo, que el protagonista resulte ser el hijo perdido de un millonario con el que casualmente se reencontró. Sin embargo, en la vida real existen coincidencias tan alocadas que nos pueden demostrar que los escritores no exageran; más bien, se quedan cortos.
¿Alguna vez viviste una casualidad cuya posibilidad de suceder era de una en un millón?