15 Ejemplos convincentes de que la tontería humana a veces no tiene límites

hace 2 años

A veces, las decisiones precipitadas conducen a consecuencias impredecibles. Y muchas veces, a unas bastante previsibles: por ejemplo, puede no ser evidente que podría ser un error felicitar a una amiga por su embarazo y resultar que juzgaste mal la redondez de su abdomen. Pero es bastante lógico suponer que, si agarras un cactus, entonces tardarás un largo rato en sacar las espinas de la palma de tu mano. En cualquier caso, a veces vale la pena detenerse y sopesar todo a fondo, y solo entonces actuar.

En Genial.guru, encontramos historias de usuarios que hicieron algo tonto sin darse cuenta.

  • Cuando tenía 6 años, mi hermana y yo partimos un billete de mi abuela por la mitad y creíamos que ahora podría utilizarse como dos billetes diferentes. Cuando mi abuela llegó a casa, anuncié con orgullo que había “duplicado” su dinero© Vibin Baburajan / Quora
  • Necesitaba cambiar un billete grande por unos más pequeños. Conduje hasta un lavado de autos; había máquinas allí que cambiaban billetes por monedas. Pensé que el cambio a monedas me serviría, pero la máquina me dio la cantidad requerida con fichas de lavado de autos. ¿Alguien necesita lavar su coche durante 3,5 horas? © Gomelskiy25 / Pikabu
  • Una vez, a los 13 años, ingresé en el hospital con sospecha de apendicitis. La enfermera me llevó a una habitación separada, me dio una navaja y dijo: “Aféitate”. No entendí para qué, pero bueno, si me lo decían, había que hacerlo, así que me afeité la cara y fui a ver al médico. La apendicitis nunca se confirmó, así que me fui a casa. Después de un tiempo me di cuenta de lo tonto que había sido. Fue gracioso y vergonzoso al mismo tiempo. Entonces entendí por qué el cirujano sonrió tanto. © Oídoporahí / VK

“Pensé que solo las bebidas carbonatadas explotaban. Hicimos compota, la vertimos en hermosas botellas, la enfriamos...”. © Nijicon / Pikabu

  • Ocurrió en un campamento de verano. Saqué una naranja del comedor y la puse en el congelador durante la noche. Cuando la saqué, estaba congelada y dura. Decidí partirla, ¿qué más podía hacer? Un pensamiento “brillante” vino a mi mente: comencé a tirarla a la pared una y otra vez, hasta que finalmente se partió. Pero no fue solo la naranja la que se rompió, había quedado una gran abolladura en la pared. Afortunadamente, nadie se dio cuenta de mi crimen hasta el final de mi turno. Aunque estuve muy preocupado. © Garrick Kung / Quora
  • Estaba colocando aislante de calor en mi casa. Los trabajadores quitaron el revestimiento viejo, lo apilaron en el patio y se fueron por el fin de semana. Quedaron pequeñas grietas en las paredes de la casa de troncos, hacía frío afuera y la casa se enfrió. No tenía leña y no podía comprarla, ya que el acceso al sitio donde se vendía estaba bloqueado en esa época. Encendí todos los calentadores, pero todavía hacía frío. Vestí a los niños con abrigos, yo mismo llevaba puesta una sudadera, pero no lograba calentarme. Salí a la calle, me encontré con un vecino. Nos pusimos a charlar:
    —¿Estás aislando?, ¿con qué? ¿Qué harás con este montón de tablas? —señaló los paneles apilados.
    —Creo que pediré un camión volquete para que las tire.
    Él:
    —¡No! Dámelas a mí, las convertiré en leña. © Superigel / Pikabu
  • Una vez, me peleé en la escuela con un estudiante de grado superior y me prometió darme una paliza después de la escuela. Salí corriendo y los chicos corrieron detrás de mí. Yo era más rápido, y por eso entré primero por la puerta de la casa, la abrí y, de repente, uno de ellos me gritó: “¡Hermano, sostén la puerta!”. Y yo, como un chico de buenos modales, la sostuve. © Habitación n.º 6 / VK
  • El fregadero de nuestro departamento empezó a gotear. Descubrí que era el sifón. Encontré un balde, lo puse debajo del fregadero y desconecté el agua. El agua acumulada en el sifón goteó en un balde. Antes de continuar pegando el sifón con la fuga y conectar el agua, simplemente levanté el balde y vertí toda el agua en el fregadero. © John J. Henderson / Quora

“Me gustaría culpar de todo a la falta de sueño, al trabajo a tiempo completo y los estudios paralelos. Pero, siendo verdaderamente tonto, culparé a los fabricantes de esta tetera por un diseño engañoso”. © HappyPanda97 / Pikabu

  • Se cortó la electricidad en la ciudad. Eran alrededor de las 6 p. m., casi había anochecido. Usé el teléfono durante dos horas, luego lo puse sobre la mesa y me distraje con la comida. Cuando terminé, me olvidé de dónde lo había dejado y comencé a buscarlo a tientas frenéticamente. Ni siquiera me di cuenta de cuándo lo tomé y encendí la linterna. Pasaron casi 10 minutos antes de que me diera cuenta de que estaba buscando mi teléfono con el teléfono en la mano. © Antriksh Sinha / Quora
  • Convencí a mis padres de que me plantaran un árbol del dinero porque lo consideraba una fuente potencial de mi dinero de bolsillo. Pensaba absolutamente en serio que billetes reales crecerían en él. © Raghav Khanna / Quora
  • Conocí a una chica la semana pasada. Amor, paseos, flores. Y ayer, después de haber ido al cine, me invitó a su casa. Por la mañana fui al baño, necesitaba un aromatizador. ¡Ah, aquí está! Quité la tapa, refresqué el aire, pero el olor era un poco extraño y el botón era incómodo.
    Salí y le pregunté: “¿Qué es ese aromatizador extraño que tienes?”.
    Ella: “¿En qué sentido? No tengo ningún aromatizador”.
    Yo: “¿Y qué es eso de ahí?”.
    Ella: “¡Es laca para el cabello!”. © Zafhoz / Pikabu
  • Mi marido estaba haciendo la maleta para hacer un viaje por Europa. Me preguntó absolutamente en serio si necesitaba su pasaporte. Respondí con la misma seriedad: “Si vas a cruzar la frontera, entonces lo necesitas; si no, no”. A lo que dijo casi con rabia: “¡¿Lo necesito o no?! ¿Puedes responder normalmente?”. Un hombre adulto. ¿Cómo vivo con él? © Habitación n.º 6 / VK
  • Compré una funda para teléfono, mitad de cuero, mitad brillante. Llegó rayada en el lado brillante. Bueno, me dije, al demonio, la vieja ya es completamente inútil. Escribí una reseña del producto: “La entrega fue rápida, pero había rasguños en el lado brillante”. Le puse tres estrellas. Hoy es el tercer día que uso la funda nueva en mi teléfono, la saqué del bolsillo y una película protectora comenzó a desprenderse del lado brillante. Estaba pegada tan perfectamente que ni siquiera me di cuenta de que estaba ahí. ¡No había ni un rasguño debajo de la película! © kybo3 / Pikabu
  • Teníamos un cactus en casa. Estaba en un rincón y mi madre lo regaba. Todos me decían que era mejor no tocarlo, de lo contrario me vería como un puercoespín. Pero una noche, cuando mi madre estaba trabajando con su laptop, me encontré cara a cara con el cactus. Caminé alrededor y lo miré, y luego la curiosidad se apoderó de mí y lo toqué con toda la mano abierta. ¿Hace falta describir lo que sucedió a continuación? Salté por la habitación con un montón de agujas clavadas en mi mano. © Lara Novakov / Quora

¿Alguna vez te has convertido en el protagonista de situaciones embarazosas?

Imagen de portada Habitación n.º 6 / VK

Comentarios

Recibir notificaciones

Lecturas relacionadas