24 Divertidas historias de la vida con un final muy inesperado
Cada uno de nosotros, al menos una vez en la vida, se metió en una situación en la que acabó sintiéndose terriblemente incómodo. Menos mal que ese desagradable sabor en la boca por lo ocurrido cambia repentinamente cuando observamos que muchos nos hemos sentido así, lo que significa que no hay nada terrible por protagonizar semejantes meteduras de pata.
En Genial.guru recopilamos para ti una selección de situaciones divertidas que personas de todo el mundo no dudaron en compartir. ¡Les estamos eternamente agradecidos!
- Estoy estudiando para hacer de intérprete en Francia. Mi única asignatura pendiente en este momento es español. Todo estaría bien, pero resulta que soy un español nativo.
- Castigué a un estudiante por falsificar la firma de sus padres. Al día siguiente, estos formalizaron una queja contra mí al director. Bueno, ¿cómo podía yo saber que el apellido real de su madre era Batman?
- Abrí un bote de crema Nivea y lamí el papel de aluminio. ¡No es tan sabroso como el yogur!
- Estoy viajando por Irlanda. Decidí tomar una foto divertida de una oveja con mis lentes. Quiero decir que si te encuentras a una oveja con unos Ray-Ban negros...
- Nuestro administrador de sistemas está de vacaciones. No sé cómo lo hace, pero todos los días las computadoras del trabajo acaban mostrando un protector de pantalla en el que aparece una nueva foto suya en la playa.
- Después de un año sin pareja, conocí a una chica muy simpática de 24 años. Cuando descubrió que yo no tenía teléfono inteligente, ni televisor, ni cuenta de Facebook, se asustó y me dejó. Al despedirse, dijo que era mejor que encontrara a alguien "normal".
- Cuatro días antes de nuestra boda, mi novia se rompió el dedo anular izquierdo.
- Presumí delante de mi nuevo pretendiente de mi imprevisibilidad y espontaneidad. Entonces, lentamente, él acercó sus labios a los míos y susurró voluptuosamente: "Venga, sorpréndeme". Todavía no entiendo por qué le eructé en señal de respuesta.
- Pedí a una chica que hiciera 150 copias. Pero solo hizo 50. Cuando se lo comenté, tiró las copias ya hechas a una papelera... y fue a hacer otras nuevas.
- Hoy me encontré en el parque a una compañera de clase a la que no veía desde la época de la escuela. Estaba con su esposo y dos hijos. ¡Y yo con mis amigos atrapando Pokémons!
- Hoy un ruso me preguntó si yo era de Rusia. Sorprendida, le dije que no. Me explicó que mis tatuajes significaban pertenecer a la mafia. ¡Qué cosas!
- Me quedé dormido en un tren de cercanías. Varios minutos. Cuando me desperté, todo el vagón me miraba con una extraña sonrisa. Todavía sigo sin saber qué fue lo que hice.
- Estaba de vacaciones en Australia. Un insecto increíblemente enorme y terrible se arrastró por mi cama y luego desapareció. No pude volver a encontrarlo. Esa noche fue la más larga de mi vida.
- Trabajo en la recepción de un hotel. Hoy los clientes escribieron en el libro de reclamos que el agua en el mar era demasiado salada.
- Hace poco se me acercaron dos tipos. Uno de ellos dijo: "Dame tu móvil". Y respondí dándole un golpe en el rostro. El otro se quedó estupefacto. Resultó que eran promotores que distribuían folletos con una invitación a un curso de autodefensa.
- Mi nuera le enseñó a mi nieto de 4 años a llorar y gritar: "¿Acaso no soy lo suficientemente bueno para ti?" Y dice eso cada vez que le pregunto si quiere tener más hijos.
- Desde hoy, mi marido y yo decidimos compartir las responsabilidades domésticas por igual. Llegó su turno de fregar los platos. Abrió el grifo, se mojó las manos, cerró el grifo, se secó las manos, tomó las llaves del auto y se fue. Volvió con un lavavajillas.
- Soy peluquero. Hoy un cliente se acercó y mostró con gestos que era sordo. Afortunadamente, sé un poco de la lengua de señas e intenté iniciar una conversación. De repente, no aguantó y dijo en voz alta: "¡Madre mía, fracasó mi brillante plan. Córtame el pelo en silencio, ¡te lo suplico!"
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Para vengarse tras una discusión, mi esposa envolvió las pantuflas en papel de aluminio en vez del habitual bocadillo que llevo al trabajo.
- Celebraba el Año Nuevo en Río de Janeiro. Llegué allí especialmente para ver los hermosos fuegos artificiales en la playa. Justo antes de la medianoche, decidí volver rápidamente al hotel por mi cámara. Me quedé trapado en el ascensor. Hasta las tres de la mañana. ¡Felices fiestas, maldita sea!
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Soy alérgico al agua de mar. Llevo toda mi vida en Tahití.
- Hoy, de repente, me entraron unas enormes ganas de comprar flores a mi esposa. Ella las recibió con lágrimas en los ojos: "Querido, no lo has olvidado". Lo más interesante es que todavía no entiendo de qué estaba hablando. ¿Qué puedo decir? ¡Esta vez me salvé!
- Le dije a mi jefa que se había equivocado con los turnos, ya que este año no hay 29 de febrero. "¿Cómo que no? ¿Al martes le sigue directamente el jueves?" Lo dijo en serio.
- Año 2014. El 31 de diciembre fui en auto de la ciudad a mi pueblo natal para celebrar el Año Nuevo con mi familia, pero no llegué. Me quedé atrapado en la estepa a causa de una gran tormenta de nieve. Pensaba que así celebraría el nuevo año: solo en el auto. Ya comenzaba mi vehículo a cubrirse de nieve cuando, de repente, oí a alguien que llamaba por la ventana. Resulta que un hombre que iba detrás de mí también se vio afectado por la tormenta, subió a mi auto con un litro de champán y mandarinas. Recuerdo este Año Nuevo como si fuera ayer. ¡Gracias, hermano!
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