25 Niños que sacarían un diez en un examen de ocurrencias

La inocencia de los más pequeños nunca deja de sorprendernos. Cada vez que tenemos la oportunidad de sentarnos a charlar con un menor de 7 años, definitivamente sabemos que esa conversación no tendrá desperdicio. Así lo confirmaron, entre risas y con sus propias experiencias, estas 25 personas.

• Confronté a mi hijo de 5 años porque faltaba un chocolate en la alacena. Le presenté mis hipótesis sobre los culpables: podrían haber sido sus hermanos, la prima que había estado el día anterior o el oso hormiguero de su cuento. Finalmente, abrió sus ojos bien grandes y me dijo: “Para mí que me lo comí yo”. © vascoverde / Twitter
• Mi hijo está desesperado por que se caiga su diente flojo. Como estamos cerca de Navidad, su plan es hacer que Santa se encuentre con el hada de los dientes y peleen. © natwrotewhat / Twitter
• Anoche, mi pequeña me pidió que durmiera en su cama porque tenía miedo. Esta mañana se la pasó quejándose muy fuerte de que durmió muy mal porque no cabía bien en la cama. Esto porque “papi está gordo”. © eldelosblocks / Twitter

• Siempre me acuerdo del día en que escuché esta charla maravillosa entre dos niños de 10 años en el autobús:
  —Se llama “ring raje”.
  —¿Está en la PlayStation?
  —No, no. Es un juego de la vida real.
  © Dan_Lande / Twitter
• Yo de pequeño pensaba que las caries llegaban a los dientes por la noche y que si dormía con la boca cerrada, no me iban a entrar. © valentingomez11 / Twitter
• Siempre que salíamos al supermercado o tiendas, yo hacía lo posible por perderme, así me rescataba el mismísimo Peter Pan (en la película, él decía que se llevaba a los niños perdidos al país de Nunca Jamás). La paciencia que habrán tenido mis padres... © solfontanessi / Twitter

• Yo pensaba que podía hablar sin mover los labios y era que estaba pensando. Una vez les dije a mis padres que me miraran y abrí la boca mientras pensaba “Hola, estoy hablando”. Los dos se me quedaron viendo sin entender nada. © Olive_pepa / Twitter
• Situación: colegio católico, primera misa del año. El sacerdote levantó el cáliz y un niño de primer grado gritó “LA COPA DEL MUNDO”. © _____anaid / Twitter
• Mi tía, que se llama María, le enseñó a rezar a mi hermano, Nahuel. Cuando tenía que decir “Dios te salve, María”, él decía “Dios te salve, Nahuel”. Pensaba que ahí iba su nombre, o sea que se rezaba y salvaba a él mismo. © MicaPiro / Twitter

• Tenía una vecina que atendía un kiosco desde la ventana de su casa. Como yo nunca le había visto el resto del cuerpo, pensaba que no tenía piernas. Un día la vi en la calle y quedé impactada al descubrir que evidentemente sí tenía un par de estas. © mayrapataki / Twitter
• Cuando era pequeña, una amiga pensaba que las monjas eran princesas y las iglesias eran sus castillos. © CatiAllemand / Twitter
• Yo realmente creía que si mataba a un insecto, todos sus amigos vendrían a buscarme por venganza. © giannimendozza / Twitter

• Yo estaba convencida de que en el segundo tiempo de los partidos de fútbol, los jugadores y los arcos literalmente cambiaban de lugar, o sea que los sacaban y después los ponían del lado opuesto. © DlGAMO / Twitter
• No esperen mucho de mí, si cuando era pequeño pensaba que los autobuses de doble piso tenían un chofer arriba y otro abajo. © FedeFA8 / Twitter
• Yo creía que las demás personas podían sentir lo mismo que yo si me tocaban donde me dolía. Entonces, obligaba a mi mamá a tocarme un moretón y le decía “¿Ahora ves cómo me duele?”. © Marianduar / Twitter

• Cuando era pequeña, pensaba que las mujeres tenían el apellido de su papá y que los hombres tenían el de su mamá. © vvalben_ / Twitter
• Creía que la sangre que me sacaban los mosquitos no se reponía, entonces iba a llegar un momento en el que me iba a morir por falta de sangre. © AVerzegn / Twitter
• De pequeño pensaba que la gente demolía las heladerías en invierno, porque no podía entender cómo alguien comería helado si hacían cuatro grados Celsius. © jugodemanzaana / Twitter