26 Veces en que las personas metieron la pata y seguramente se sintieron como el Chavo del 8

Seguramente has vivido una situación vergonzosa en la que hubieses preferido que te tragara la tierra. La buena noticia es que nos ha pasado a todos, y probablemente nos sucederá de nuevo. Además, en el futuro siempre tendremos una historia divertida para contar. Algunos podrán decir que rompieron la ducha de un novio reciente, o hasta que felicitaron a una mujer embarazada ¡que no estaba esperando un hijo! De cualquier manera, tendrán ese recuerdo para siempre.

En Genial.guru traemos anécdotas de 26 personas que se equivocaron a lo grande, pero, por suerte, compartieron su error al reconocerlo. No te apenes si te sientes identificado con alguna historia, ¡podría pasarnos a cualquiera!

1. “Para que lo sepan, un tubo de tres metros no cabe en un Toyota”

2.

• Un día en que mi hermana y yo estábamos en Walmart, ella se encontró de cajera a una de sus amigas de la secundaria y le dijo: “Felicidades por tu embarazo”, porque la verdad era que el uniforme hacía parecer que estaba embarazada. Luego se notó en la cara y en la risa de la amiga que estaba incómoda, y solo le dijo que no estaba esperando un hijo. A mi hermana y a mí casi se nos cayó la cara de la vergüenza, porque indirectamente le dijo que estaba panzona, jajajaja.

3.

4. “Encontré mis auriculares”

5.

• Soy una persona muy distraída y a veces actúo en piloto automático. Una vez fui a un funeral y, cuando abracé a un familiar, en vez de darle el pésame, le dije felicidades y le sonreí. La persona me miró extrañada y se fue. Después me di cuenta de lo que había hecho y me dio muchísima pena.

6.

7. “Amor, ¿viste mi otro AirPod?”

8.

• Viajé un fin de semana con mi novio para conocer a unos tíos suyos que vivían fuera y cumplirían 70 años. Hicieron una bonita fiesta en un salón, y mi novio me iba diciendo quién era quién, así de lejos, antes de presentármelos. Llegó el gran momento y, cuando me presentó a una de sus tías, le di un abrazo efusivo, la felicité por su cumpleaños y agradecí la invitación. La señora, bien linda, me dio las gracias y la bienvenida. Cuando ella siguió saludando a los demás, mi novio se me quedó viendo y me dijo al oído: “Ella no es la del cumpleaños, ¡es ella!”, y señaló a otra persona, quien justo estaba recibiendo los abrazos y regalos de todos. Me puse roja de la vergüenza y no podía parar de reír. ¡Y es que las dos señoras eran hermanas y se parecían muchísimo! Por eso la confusión, jajaja.

9.

10. “Mi esposa me dijo que tenía algo loco que mostrarme después del almuerzo”

11.

• Era dirigente de un grupo de niños y me llevaba bien con las familias de ellos, pero, como no tengo memoria con los nombres, todos eran para mí “el papá de”, “la mamá de”. Uno de los pequeños tenía dos hermanas y me contó que iba a ser tío. Días después hicimos un evento al que asistieron las familias de los niños y fui a saludar a las hermanas del futuro tío. Supuse que la “hermana 2” estaba embarazada porque tenía barriga, así que la fui a felicitar... Por supuesto que me equivoqué. Ella, con ojos tristes, me dijo: “La embarazada es mi hermana”. Así que, para salir de la mala situación, le respondí: “Sí... te estaba felicitando por ser tía”. No me creyó, y creo que desde entonces no le caigo (nada) bien.

12.

13. “Esta persona consiguió ocupar cuatro lugares de estacionamiento con su auto Smart”

14.

• Una vez me enviaron un mail para invitarme a la despedida de una amiga (iba a casarse), pero ese día tenía la despedida de soltera de otra amiga, así que le envié un mensaje de texto a la futura novia para pedirle disculpas por no poder asistir. Cuando lo envié, terminé de leer el mail en el que los organizadores pusieron una posdata que alertaba que la fiesta era SORPRESA, así que no debíamos decirle nada a la agasajada. Me sentí fatal...

15.

16. “Estoy en el aeropuerto para tomar un vuelo para visitar a mi nuevo empleador. Me acabo de dar cuenta de que tomé dos zapatos diferentes”

17.

• Una vez tuvimos una cena para festejar el cumpleaños de una de mis tías. Mis parientes viven lejos, así que no solemos vernos mucho. Cuando estábamos en el evento, uno de mis tíos se acercó a felicitar a mi hermano, porque la novia que había llevado era muy linda y simpática. Lo miramos confundidos, porque ninguno había llevado novia. Tardamos un poco en entender que estaba hablando de mí. Al parecer, no reconoció a su sobrina. ¡El pobre estaba muy avergonzado por la metida de pata!

18.

19. “Hace un mes que empecé a salir con este chico y ya rompí la puerta de su ducha”

20.

• Cuando estaba en secundaria, un día, mi mamá llegó a recogerme. Saludó a una de las maestras y se le ocurrió (no sé por qué) agarrarle el estómago y decirle al mismo tiempo “¡Estás embarazada, muchas felicidades!”. Ella, muy seria, le contestó que no. Claro que mi mamá no encontraba dónde meterse. Se puso roja de la vergüenza.

21.

22. “Tiré mi cubo de Rubik en medio del campus de la universidad”

23.

• Mi esposo se fue de mochilero a la India. De regreso tenía que hacer una conexión de vuelos. Debía tomar uno que lo traería a casa, pero compró un billete a una ciudad equivocada, con un nombre similar a la ciudad en la que debía tomar el avión. Me llamó a las 3 de la madrugada para que le comprara urgentemente un boleto de donde estaba hacia el lugar en el que sí tenía que tomar la conexión. No lo pudo comprar él porque se había olvidado de avisar a su banco que viajaría y le habían bloqueado la tarjeta. Al rato me llamó diciéndome que no podía comprar comida y que le reservara algo en el avión con el número de su ticket... Al final, no comió como en 20 horas.

24.

25. “Mi viaje a la oficina dura 45 minutos. Acabo de llegar. Busqué mis maletas y...”

26.

• Mi abuelito se quejaba de un don que le cosía mal los pantalones, pero como no había otro, lo contrataba. Un día llegó y yo andaba jugando en la entrada. Él preguntó por mi abuelo, y yo, a todo pulmón: “Abuelito, vino el señor que no sabe hacer los pantalones”. Mi abuelito: 😰. 2 años tenía yo. © xiaotuzi_bo/ Twitter

Todos podemos equivocarnos, lo importante es superarlo y poder reírnos de nuestros errores luego. ¿Cuál fue esa metida de pata que nunca olvidarás?