3 Náufragos sobrevivieron más de un mes gracias a un truco

Historias
hace 1 año

La Guardia Costera estaba realizando un sobrevuelo de rutina, kilómetros y kilómetros de un profundo océano azul. De pronto, vieron a la distancia una bandera improvisada en una isla desierta entre Cayo Hueso y Cuba. Descendieron desde unos 150 metros de altura para ver qué sucedía. Dos hombres y una mujer estaban agitando los brazos en señal de auxilio. Era evidente que necesitaban ayuda inmediata. Como la tripulación no podía aterrizar debido al mal clima, dejaron caer algo de comida, agua y una radio para averiguar qué hacían esas personas allí. Se enteraron de que los náufragos llevaban 33 días en las Bahamas. Una tormenta fuerte había volteado su embarcación, y lo único que pudieron hacer fue nadar hasta la isla más cercana. También le dijeron a la tripulación que la mujer necesitaba ayuda lo antes posible.

Al día siguiente, el equipo de rescate llegó en un helicóptero y llevó a los náufragos a un hospital de Cayo Hueso, lo que probablemente les salvó la vida. Todos los participantes de la operación de rescate se sorprendieron al ver lo bien que los náufragos habían lidiado con la situación, así como por la coherencia de su discurso. Solo piénsalo: 5 semanas en una isla, sin comida ni agua potable. ¿Cómo sobrevivieron? Bueno, fueron lo suficientemente listos como para hidratarse con cocos y alimentarse con caracoles. También hicieron un gran trabajo construyendo la bandera para que algún rescatista la viera.

Esa es una de las claves para sobrevivir si alguna vez te encuentras en una situación similar. Quema madera húmeda o mojada para producir algo de humo. Forma un triángulo con bengalas, amontona rocas grandes que deletreen “SOS” o “HELP”: estas son señales de auxilio reconocidas internacionalmente. Si por alguna razón decides cambiar de lugar, deja una flecha hecha con rocas que señale la dirección que tomaste. Para asegurarte de que los rescatistas no solo te vean, sino que además puedan oírte, crea un silbato con una bellota. Sujeta la cúpula de una bellota con ambas manos entre los dedos pulgar e índice. Haz un triángulo con los pulgares cerca de la parte superior de la bellota. Colócala cerca de la boca y sopla un poco a través de ese triángulo en la tapa. Tal vez debas practicar un par de veces hasta que salga un sonido fuerte. Auch, eso fue demasiado fuerte.

Si estás perdido, recuerda la regla de tres para mantener la calma y hacer las cosas bien y en el orden correcto. Puedes sobrevivir 3 minutos sin aire, 3 horas bajo temperaturas extremas, 3 días sin agua y 3 semanas sin comida. Así que, primero, construye un refugio, luego consigue agua y solo entonces ocúpate de la comida. Si tienes más suerte que los náufragos de las Bahamas y cuentas con algunos cerillos, asegúrate de que no se humedezcan. Cúbrelos con una fina capa de esmalte de uñas transparente y déjalos secar bien. Para encenderlos, pega un trozo de papel de lija a la tapa de una caja de plástico y mete los cerillos dentro. ¿Empacando para una excursión? La ropa de algodón no te ayudará a mantenerte caliente en la intemperie. Si está mojada por el sudor o la lluvia, tardará una eternidad en secarse, y el cuerpo pierde calor 25 veces más rápido cuando tu ropa está mojada. Si no quieres congelarte, elige poliéster, nailon o lana. Lleva contigo algunas toallas de microfibra, que se secan en una hora.

¿Qué es ese zumbido? Antes de huir despavorido, deberías saber que las abejas son una buena señal. Normalmente no se alejan más de 6 u 8 kilómetros de una fuente de agua. Pero parece bastante sucia, ¿no? Puedes usar tu playera o un pañuelo como filtro de agua. Pon uno de los extremos de la playera en un recipiente lleno de agua sucia y por encima de un recipiente vacío para el agua limpia. El otro extremo irá ahí dentro. El agua llegará limpia a medida que baje. Asegúrate de hervir el agua filtrada antes de beberla. ¿Te has quedado sin agua? ¡Los árboles son la mejor solución! Puedes usar el agua que liberan a la atmósfera. Busca un árbol verde y grueso con muchas ramas. Cerca del amanecer, ata una bolsa de plástico en la rama con más hojas. Asegúrate de cubrirlas por completo. Coloca una pequeña piedra dentro de la bolsa para hacerla más pesada. Durante el día, el agua de las hojas se condensará en la bolsa. De esta manera, obtendrás agua tan pura que ni siquiera tendrás que filtrarla.

Si ves un halo alrededor del Sol, significa que habrá presión baja, lo que seguramente traerá algo de lluvia o nieve en las próximas 24 o 36 horas. Si el halo no está cerrado, incluso podrás predecir de dónde vendrá la tormenta: desde la parte incompleta. ¡Parece que se avecina una tormenta! Para mantenerte seco y abrigado, puedes cubrirte con una bolsa impermeable de basura. Solo tienes que hacer un agujero para la cara y ponértela. También puedes usar dos bolsas para mantener los pies secos. Si oyes un trueno, cuenta los segundos que pasen entre él y el relámpago. Si son menos de 30, busca algún sitio donde esconderte: la tormenta está demasiado cerca. Si no encuentras refugio, al menos asegúrate de mantenerte alejado de los árboles altos y separados del resto. Si estás con un grupo de personas, sepárense para minimizar el riesgo de que todos reciban una descarga.

También puedes construir un refugio en forma de A con una bolsa de basura. Busca algunos palos para la estructura central. Abre la bolsa y cubre la columna central, y usa cuatro piedras para asegurar las esquinas al suelo. Tengas o no una bolsa de basura, nunca construyas un refugio sobre suelo húmedo o en la cima de las colinas. El viento puede ser muy fuerte por las noches, y no habrá árboles que protejan tu refugio para evitar que salga volando. Una vez que hayas terminado, será hora de hacer una buena cama. Usa hojas secas o hierba. Ponlas debajo de la ropa o de las mantas para conseguir una capa extra de aislamiento. Este consejo sirve tanto para el invierno como para el verano: siempre corres el riesgo de perder más calor corporal del que puedes producir.

¿No tienes una cuerda? ¡Puedes hacer una tú mismo con plantas! Busca algunas hierbas largas (mejor aún si están secas) y entretéjelas formando una trenza o una cuerda. También puedes usar la corteza de los árboles o las ramas que encuentres en el suelo. Antes de aventurarte a algún sitio donde haya muchos arbustos y matorrales, asegúrate de que tus agujetas no se enganchen en las ramas. Pega los extremos sueltos con cinta adhesiva a la parte superior del tobillo. Así evitarás caerte, o al menos no será por culpa de agujetas enganchadas. Mientras estés preparándote para tu viaje, intenta aprender al menos un nudo básico. Créeme, puede salvarte la vida. El as de guía te resultará útil si necesitas hacer un nudo para asegurar algo con una cuerda. Cuanto más tires, más se ajustará.

Coloca la cuerda sobre tu mano y forma un pequeño bucle. Tira del extremo libre hacia arriba y pásalo por el ojo desde la parte inferior. ¿Parece muy complicado? Piénsalo así: el conejo sale del agujero, rodea el árbol y vuelve a bajar por el agujero. En otras palabras, debes pasar un extremo alrededor del otro y volver a pasarlo hacia abajo a través del bucle. Ahora ajústalo, y tu nudo estará listo. Si quieres conservar tu comida por más tiempo, ponla en una bolsa de plástico o de tela fina y ciérrala con una banda elástica, una cinta para el cabello o un cordón elástico. Después, cava un agujero en tierra suelta. Asegúrate de que sea lo suficientemente profundo como para poder enterrar la comida. Cubre la bolsa con una toalla para que los animales no la encuentren. Tapa el agujero con tierra y luego cúbrelo con musgo, paja u hojas para alisarlo. Puedes usar algo de hielo o nieve para mantener la comida refrigerada. Asegúrate de marcar el escondite de alguna manera para poder encontrarlo más tarde. Recuerda que tienes 2 o 3 días antes de que la comida se eche a perder.

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