4 Animales con miedo a cosas inesperadas

Animales
hace 10 meses

Leones, elefantes y osos. Tres de los miembros más bellos e intimidantes del reino animal. ¿Pero qué intimida a estas criaturas? O mejor dicho, ¿acaso hay algo que las intimide? ¡Puede que te sorprendas! Echemos un vistazo. ¿Qué tal si comenzamos con el universalmente reconocido rey de la selva? ¡El león! Pasaremos a los elefantes en un momento. Muchos dicen que cierto gato de la selva le tiene miedo a la sustancia más esencial que conocemos. Una pequeña pista: ¡cubre el 70 % de la superficie de la Tierra! Y bien, ¿es cierto? ¿El feroz león le teme al agua? En realidad, es un mito. Los leones disfrutan de un buen chapuzón en el agua, ya que les permite refrescarse.

Esto tiene sentido si piensas en los climas a los que se enfrentan. Las temperaturas en la sabana oscilan entre los 20 y los 30 ˚C. Ya sabes que los humanos vamos a la playa con esas temperaturas, ¿por qué deberíamos esperar algo diferente del león? Sobre todo si tenemos en cuenta que suelen cargar entre 127 y 190 kg, además de una gruesa capa de pelo. Lo irónico del mito de que los leones le temen al agua es que en realidad son fantásticos nadadores. Lo mismo ocurre con todos los demás grandes felinos conocidos de estos climas cálidos, como los tigres, los leopardos, los jaguares y los ocelotes. En realidad, los grandes felinos de climas fríos son los que hacen todo lo posible por evitar el agua. Aquí encontramos a varias especies, incluidos los gatos monteses, los linces y los leopardos de las nieves. Este último vive en lugares como la tundra alpina, una zona de montañas rocosas. Allí, las temperaturas promedio llegan a ser tan bajas como 1 ˚C.

Como dije, tiene mucho sentido que estos grandes gatos de climas fríos desprecien el agua. Mojar su pelaje aguaría sus posibilidades de mantenerse calientes. La broma fue intencional. No creo que haya que buscar demasiado para averiguar de dónde proviene el mito de que los leones le temen al agua. De hecho, es muy probable que algunos de los que están viendo este video tengan la razón cerca de la pantalla de su computadora ahora mismo, saltando y haciendo travesuras. Así es, ¡es posible que nosotros mismos hayamos llegado a la conclusión de que ciertos aspectos del comportamiento de nuestros gatos domésticos coinciden con los de un león!

Si bien los gatos domésticos están emparentados con todos los grandes felinos que hemos mencionado, no descienden directamente de ellos. En lugar de eso, se han desarrollado a lo largo de millones de años a partir de un único ancestro salvaje que aún existe en la actualidad: el gato salvaje asiático. Como el agua no abunda en Oriente Próximo, estos gatos no estuvieron expuestos a ella. Al igual que sus descendientes, solo la aprecian como algo a beber. Como probablemente veas en tu mascota, apenas se bañan, nadan o interactúan con el agua. Por suerte, no necesitan hacer nada de esto, ya que usan su lengua para limpiarse. Y pueden hacerlo porque sus lenguas tienen pequeñas papilas en forma de ganchos, que ayudan a los gatos a eliminar los nudos y a mantener su pelaje limpio, con buen olor y en un estado impecable.

En general, los gatos son animales individualistas. Puede que ahora mismo estés gritándole a la pantalla y asegurándome que a tu gato le encanta el agua, y esto es definitivamente posible. A algunos gatos incluso les gusta jugar con las gotas del grifo o las burbujas de la bañera. Hay razas específicas de gatos domésticos conocidas por disfrutar de la vida acuática más que otras; por ejemplo, el Van turco, al que también se conoce apropiadamente como gato nadador. Se cree que esta raza desarrolló su afinidad por el agua al nadar en el lago de Van para refrescarse. Este lago se encuentra en la zona donde evolucionaron. Pasemos a un problema con el que los gatos no tienen que lidiar. ¿Alguna vez has oído hablar de la musofobia, también conocida como surifobia? Ambas palabras son nombres válidos para el miedo a los ratones y las ratas.

Una creencia común afirma que un animal con este miedo particular es el hermoso elefante. Así es: el mismo animal que, dependiendo de la especie, tiene una altura de aproximadamente 3 metros y pesa unos 4000 kg. Se supone que le tiene miedo a una criatura que apenas mide 10 cm y pesa menos de medio kilo. Pero ¿por qué apareció esta creencia? El razonamiento detrás de este rumor nace de la posibilidad de que los elefantes teman que los ratones trepen por su trompa. Si un ratón lograra esto, existiría la posibilidad de que cause irritación y obstrucción en la trompa. No quiero ser un aguafiestas, pero parece que esta creencia también es un mito. Los investigadores afirman que no hay pruebas concretas que sugieran que los elefantes se asusten al ver un ratón. Lo máximo que admiten es que el gigantesco animal puede asustarse en ocasiones por la repentina aparición del roedor diminuto, lo mismo que nos sucede a nosotros.

Los expertos también afirman que, incluso si un ratón se metiera en la trompa de un elefante, este último podría expulsarlo sin esfuerzo con solo soplar aire. También hay pruebas de que, en la mayoría de los casos, no le molestan los roedores, e incluso permite que los ratones se suban a sus cabezas y trompas. Los investigadores están seguros de que, mientras un elefante esté sano, no hay ningún otro animal al que tema por razones de tamaño. Bien, los leones no le tienen miedo al agua, los elefantes no parecen tener miedo a los ratones. ¿Alguno de estos rumores sobre los miedos de los animales es real? Es probable que también nos decepcionemos al preguntar si un oso tiene algún miedo legítimo, ¿cierto? Pues bien, damas y caballeros, ¡démosle un aplauso a nada menos que el mejor amigo de los humanos! Así es: los osos se sienten bastante incómodos cuando están cerca de un perro. ¡Y todo eso a pesar de tener un vínculo genético lejano con ellos! Cuando ambas especies se encuentran, el perro tiene la capacidad de perseguir, intimidar, acorralar o confrontar a un oso. Por su parte, el poderoso animal intentará evitar cualquier enfrentamiento con el perro.

Hasta existe una raza canina finlandesa (conocida como el perro de oso de Carelia) utilizada específicamente para enfrentarse a animales grandes, como los osos. ¡Este perro tiene un gran sentido de la orientación, flexibilidad, control corporal, valor, olfato y persistencia! Entonces, ¿eso significa que puedes pasear con tu perro por una zona famosa por tener osos y sentirte completamente tranquilo y seguro gracias a la presencia de tu fiel compañero? En realidad, no. Por más que los osos se sientan nerviosos ante un perro, no debemos olvidar su tamaño y su poder. El oso negro americano puede alcanzar una altura de casi 2 metros y un peso de hasta 300 kg. Si una madre oso no tiene adónde huir o siente que sus cachorros pueden estar en peligro, es muy posible que ataque, lo que solo puede significar grandes problemas para ti o tu perro.

¡Por lo tanto, no pongas a prueba esta teoría! Si alguna vez planeas visitar una zona desconocida con tu perro, asegúrate de planearlo con antelación y familiarizarte con la fauna que podrías encontrar. Nunca se sabe qué hará un oso cuando se percate de tu presencia y la de tu perro. Sobre todo si tenemos en cuenta su leve caso de cinofobia, que es el nombre que recibe el miedo a los perros. Al menos logramos encontrar un miedo auténtico a otra especie entre estos tres pesos pesados del reino animal. ¡Es extraño que un perro, algo que nos da tanta alegría y comodidad en nuestros hogares, sea una criatura tan valiente como para enfrentarse a un oso si fuera necesario! Bueno, no todos los héroes usan capa; algunos solo tienen pelaje y un collar. ¿Por qué no echamos un vistazo a lo que asusta a nuestros compañeros? ¿Alguna vez te has preguntado por qué tu perro se siente incómodo cuando oye ruidos fuertes?

El grado de miedo difiere en cada perro. Pero es la simple imprevisibilidad de los truenos y relámpagos, o de los fuertes estruendos que acompañan a los fuegos artificiales, lo que desata el estado de alerta de tu perro. La incapacidad de entender qué está causando ese ruido ensordecedor puede hacer que tiemble, meta el rabo entre las patas o hasta huya de casa. Otra cosa que puede asustar mucho a nuestras fieles mascotas es dejarlas solas. Lamentablemente, esto puede convertirse en una pesadilla para los vecinos de al lado, ¡ya que un síntoma común de este miedo es el ladrido excesivo! ¡Este miedo también puede traer problemas más cerca de tu casa! ¿Nunca te has preguntado por qué tu perro mordió el sofá? ¡Los accidentes en el hogar no son raros cuando un perro tiene ansiedad por separación! Sin embargo, no puedes enfadarte con él mucho tiempo, ¿verdad? ¡Tu perro te lo compensará cuando se encuentren con un oso!

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