5 Tipos de vampiros energéticos y cómo contrarrestar su impacto en tu vida

Psicología
hace 1 día

Cuando hablamos de vampiros energéticos, nos referimos a personas que drenan tus energías con sus comportamientos negativos. Si te has sentido muy cansado o cansada después de charlar con alguien, es posible que estés junto a un vampiro energético sin notarlo. Para que esto no te siga sucediendo, en Genial.guru te contaremos sobre los distintos tipos de vampiros que hay y cómo lidiar con ellos.

Tipos de vampiros energéticos

Antes de empezar, es importante mencionar que según el psicólogo Jaime Silva, director del Instituto de Bienestar Socioemocional (IBEM), el término “vampiros energéticos” no es un concepto oficial en psicología. Sin embargo, también nos dice que sí ayuda a describir este tipo de relaciones que nos resultan desgastantes emocionalmente.

A continuación, te contamos sobre los tipos de personalidades de vampiros energéticos más comunes con lo que te puedes topar:

  • Personalidad víctima o quejumbrosa: son aquellas personas que se pasan quejando de todo y siempre son las víctimas en todo lo que sucede. Les encanta que piensen que están sufriendo, pero nunca suelen aceptar la culpa o responsabilidad de lo que pasa.
  • Personalidad criticona: como su nombre lo dice, les encanta criticar. No importa el tema, no importa lo que se haga, nunca nada es suficiente para ellos. Siempre hallarán algún aspecto negativo del cual quejarse, aun cuando tengan que inventarlo.
  • Personalidad fatalista: esta va muy de la mano con la anterior, pero lleva las cosas a un extremo. No solo ve lo negativo en todas las situaciones, sino que las exagera y las saca de proporción, dándole un giro catastrófico hasta a los problemas más pequeños.
  • Personalidad narcisista: este es el tipo de persona que siempre está hablando de sí misma. Siempre deben ser el centro de atención y cualquier tema del que se esté hablando, tienen que hacerlo girar en torno a ellos. Y a menudo, cuando una es la que está en problemas, no son capaces de dejar sus asuntos a un lado para ayudarnos. Aunque sí esperan que estés para ellas a todo momento.
  • Personalidad pusilánime: este tipo de personalidad puede pasar desapercibido. Por lo general son personas con una gran capacidad para hacernos sentir lástima por ellos. Suelen presentarse como personas incapaces de desenvolverse por sí mismas, lo que causa que los demás los ayuden en lo que necesiten. Esto, al mismo tiempo, se convierte en un círculo vicioso, pues entre más ayuda recibe, menos logra superarse por sus propios medios.

Cómo lidiar con los vampiros energéticos

Todas las personas podemos ser víctimas de un vampiro energético, por eso acá te dejamos unos cuantos consejos para poder enfrentarnos a ellos y proteger nuestra paz emocional.

  • Cultiva tu autoestima: parece algo obvio, pero muchas veces nos olvidamos de priorizarnos. Este es el primer paso para proteger nuestra energía y paz mental. Con una buena autoestima, podremos relacionarnos con otras personas de manera adecuada.
  • Establece límites: una de las formas más efectivas para protegernos de los vampiros energéticos es establecer límites. Aprende a decir NO sin sentir culpa. Por ejemplo, no aceptar todas las invitaciones de esta persona o ser bien claros al decir que no queremos participar en ciertas conversaciones.
  • Ten empatía: todas las personas pueden coincidir con alguna característica de un vampiro energético, pero no siempre van a ser uno. En ocasiones tendrán preocupaciones, quejas y problemas razonables. La empatía nos ayudará a reconocer cuándo lo son y cuándo no.
  • Aléjate de ellos: puede sonar drástico, pero en muchas ocasiones es necesario alejarnos de esas personas. Recuerda que el objetivo es protegerte, y si estar junto a esa persona te afecta emocionalmente, es mejor reconsiderar tu relación con ella.

Es importante recordar que todos los vampiros energéticos también son personas, y como tales sus acciones pueden estar ligadas a traumas no resueltos o incluso a trastornos más serios como la depresión. Sin embargo, esto no significa que es nuestra responsabilidad lidiar con sus comportamientos, en especial si no están haciendo nada para ayudarse. Debemos tener empatía con ellos, pero también saber reconocer cuándo el desgaste emocional que nos causan es mayor al bienestar que les estamos proporcionando.

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