Una historia sobre aquello que se esconde dentro de todas las personas malas y atemorizantes

Los padres siguen siendo eso para nosotros por siempre. Pero ¿qué pasa si, con la edad, los roles comienzan a cambiar? ¿Cómo debes comportarte para no causarles molestias a tus papás? Con el desarrollo de la medicina, las generaciones han tenido cada vez más posibilidades para prolongar sus vidas (para nuestro deleite). Sin embargo, para que los familiares se sientan tranquilos y felices, debemos tener bien en cuenta las características de su edad a la hora de tratarlos, con el fin de evitar que se sientan mal.
En Genial.guru nos importa eliminar los malentendidos en las familias, por lo que, si tienes tu propias prácticas y observaciones respecto a este tema, eres más que bienvenido para compartirlas con nosotros en los comentarios.
Si antes nuestros padres omnipotentes podían resolver todos nuestros problemas, ahora la situación es completamente diferente. Con la edad se vuelve más difícil para ellos ayudarnos, pero las ganas de hacerlo, por supuesto, no desaparecen. Y resulta que, al escuchar tus quejas, tus padres solo sienten una impotencia y amargura.
Así que trata de dar la información en dosis pequeñas. Por supuesto, no tienes que mentir, pero al menos suaviza el problema y, si se puede, no compartas noticias negativas con ellos.
¿Qué hay que hacer cuando nos enfrentamos a un comportamiento claramente manipulador por parte de nuestros seres queridos de edad avanzada? En primer lugar, no tienes que ceder al chantaje (no puede ser llamado de otra manera). Si tan pronto como haces algo que no les gusta a tus padres ancianos, ellos tienen un ataque cardíaco, un derrame cerebral, una crisis nerviosa, etc. (pero en realidad no es así), esta es una señal que tiene que alarmarte. Si hay enfermedades graves, deben ser tratadas.
Y si sientes que estás siendo manipulado, tómate el tiempo y habla con franqueza con tus seres queridos. Tal vez solo les falta tu atención. Explica que no vas a satisfacer todos sus caprichos y que tienes tu propia vida. Detrás de cualquier deseo de manipular hay algún sentimiento serio o necesidad que no fueron satisfechos. Tu tarea es entender lo que tus padres realmente quieren de ti.
Toda su vida se preocuparon por criarte, por lo que les resulta difícil aceptar que has crecido. Cuando rechazas la ayuda de tus padres (estamos hablando de un ofrecimiento aceptable), se sienten ignorados e innecesarios.
Si esto te suena familiar, intenta cambiar tu comportamiento. Recuerda que antes eras pequeño y que su ayuda era indispensable para ti. No es tan difícil encontrar alguna tarea de la cual solo los padres sean responsables (recoger a los nietos de las clases, preparar la cena, etc.). Lo principal es que ellos mismos quieran hacerlo.
Recuerda una cosa: no podrás cambiar su opinión. Los harás enojar y los pondrás tristes, pero no conseguirás que vivan de acuerdo con tus pensamientos. Tu terquedad solo puede arruinar la relación, así que trata de ser más flexible y tierno.
¿Tu madre no quiere comprar una máquina de café, y prefiere el instantáneo que es asqueroso? ¡Deja que así sea! Si el tema de discusión se refiere únicamente a ellos mismos y no daña la salud, entonces cede.
Las personas mayores tienen mucha sabiduría, y nosotros cometemos un gran error al no escucharlas. Entonces, cuando deban discutir un asunto familiar, deja que tus padres hablen, para mostrar tu atención y respeto y, al mismo tiempo, aprovechar sus consejos prácticos.
Escuchando a nuestros familiares ancianos damos un buen ejemplo a la generación joven. Sentir la importancia de pertenecer a un grupo apoyará a tus seres queridos mayores y les dará una sensación de seguridad.
Con la edad, la calidad de vida se deteriora. Y aunque la medicina ha avanzado mucho, los efectos secundarios de los medicamentos que toman nuestros padres los afectan. Pueden tener dificultades con el sueño y, como resultado, estar irritables. También surgen problemas de memoria y la pérdida de la capacidad de llevar un estilo de vida activo.
Comprende que la gente mayor tiene muchos miedos, como al abandono y a la muerte, y no pueden hacerles frente sin nuestro apoyo. Habla con tus padres, intenta proporcionarles condiciones confortables de vida. No regañes a tu madre si se olvidó de tomar su medicamento a tiempo, mejor regálale un cuaderno en donde pueda anotar sus prescripciones médicas.
En nuestra era digital no hay nada más fácil que poner a los padres frente a una cámara y dejar que hablen sobre los momentos más interesantes de sus vidas. Si le resulta difícil expresarse de esa forma, dales un bolígrafo y un papel, y pídeles que escriban sus memorias. Lo principal es guardar su historia para las generaciones futuras.