6 Razones explican por qué los niños se aburren tan rápido de los juguetes (más un bono)

Psicología
hace 4 años

Que emoción siente un niño cuando le regalan un nuevo juguete, ¿verdad? Abre la caja, lo saca, lo mira, juega un rato con él y, luego, lo descarta. Parece que esta situación es muy frecuente en los hogares donde hay niños pequeños. Sucede que, en promedio, el interés por la novedad se pierde en 36 días. En algunos casos, es cuestión de horas para que nuestros retoños vuelvan a estar aburridos.

Genial.guru hizo una investigación para descubrir las razones por las que los niños se aburran tan rápido de sus juguetes. Al final, te traemos un bono que puede ayudarte a escoger mejor los juguetes la próxima vez.

1. La atención depende de la edad del niño

El periodo que cada niño dedica a prestar atención a sus juguetes depende de su edad. Cada etapa es diferente. Por ejemplo, la capacidad de concentración durante el primer año de vida es, en promedio, de unos dos a cinco minutos, pues el niño va cambiando su foco de atención rápidamente de un objeto a otro. A medida que el niño crece, ese periodo de atención aumenta. A los ocho años de edad, el promedio es de 16 a 40 minutos.

Es importante conocer este aspecto para evitar exigirles a los hijos que se dediquen a un tiempo de juego que exceda su capacidad. Después de todo, jugar poco o mucho con un juguete no se trata de una habilidad especial, sino de la capacidad de concentración de cada pequeño.

2. El exceso de juguetes disminuye el interés

Según un estudio, la cantidad excesiva de juguetes disminuye el interés del niño en jugar con ellos simplemente porque le resulta más difícil escoger. Los pequeños pasan mucho más tiempo jugando con un solo juguete que con muchos, pues así logran concentrarse mejor y liberar la creatividad. Así que, si el hogar parece dominado por los juguetes, es hora de guardar, donar o tirar y dejar solo lo esencial.

Más no significa que sea mejor. Otro estudio confirmó esta teoría al convencer a una guardería de que se deshiciera de todos los juguetes durante tres meses. Primero, los niños se aburrieron, pero luego comenzaron a jugar utilizando su imaginación y creatividad con los elementos que encontraban en el aula.

3. Los juguetes no sustituyen la presencia de los padres

Puede que el niño no desee jugar con sus juguetes porque lo que de verdad desea es pasar más tiempo junto a sus padres. Una encuesta reveló que los padres consideran importante jugar con sus hijos, pero la mayoría no tiene el tiempo suficiente para hacerlo.

A través del juego en familia, cada miembro aprende a conocerse a sí mismo y a los demás, se aprende a tener paciencia y salen a la luz sentimientos positivos. Aunque solo sean 15 minutos diarios.

4. La falta de tiempo y espacios para jugar

En la actualidad, es común que los niños tengan una apretada agenda repleta de actividades extraescolares que se suman a las horas que pasan en la escuela y haciendo tareas. Al final, están tan cansados que no tienen ganas de jugar.

Otro aspecto a tener en cuenta es el espacio de juego. Según los datos recopilados en una encuesta, la mayoría juega dentro de su hogar, pues los espacios al aire libre disponibles para ellos son cada vez menos.

5. El uso excesivo de las pantallas

Otra realidad es que tanto adultos como niños pasan cada vez más tiempo utilizando smartphones, mirando televisión o jugando en la tablet o consola de videojuegos, tiempo que se resta al juego. Un estudio reveló que el exceso de horas frente a las pantallas puede afectar la capacidad de desarrollo de los niños.

Por eso es esencial limitar la exposición a estos medios y fomentar la actividad física y el juego al aire libre. La Organización Mundial de la Salud recomienda que se evite cualquier tipo de actividad que tenga una pantalla de por medio hasta los dos años de edad. Luego, el tiempo no debe exceder una hora. Cuanto menos, mejor.

6. Los juguetes muy definidos limitan la creatividad

Cuando los niños juegan, puede que les guste explorar de diferentes formas. Los juguetes muy definidos, es decir, los juguetes comerciales programados para un solo fin, limitan su juego. Si la habitación del pequeño esta llena de juguetes listos para jugar, como una estación de bomberos o una casita de muñecas completa, termina aburriéndose, pues estos juguetes no dejan espacio para la creatividad.

Una investigación afirma que el proceso de aprendizaje a través de los juegos es mejor que el contenido. Es decir, proveerle al niño objetos con los que pueda crear sus propios juegos es mejor que darle un juguete ya estructurado.

Bono: qué tener en cuenta a la hora de escoger juguetes

  • Elegir juguetes según la edad del niño. Un niño de un año de edad puede entretenerse mejor con bloques, pelotas y cajas de cartón de diferentes tamaños.

  • Para los niños de tres a seis años, que ya tienen mayores periodos de concentración, se puede optar por juguetes que estimulen la resolución de problemas, la imaginación y la creatividad, como rompecabezas, crayones y papel, disfraces o títeres.

  • Escoger juguetes de materiales simples, como la madera. También es importante que sean juguetes “abiertos”, es decir, que puedan ser usados de múltiples formas.

¿Cuánto tiempo pasa jugando tu hijo? ¿Cuál es su juguete favorito?

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