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¿Sabías que la expresión caída en el rostro de Sylvester Stallone se debe a una lesión que sufrió al nacer? ¿O qué escribió una novela antes de ser famoso y que, de joven, luchó contra una profunda inseguridad? Sí, este actor, guionista, director y empresario es mucho más que músculos y películas de acción. Este 6 de julio, Stallone llegó a los 79 años lleno de plenitud y vitalidad, después de atravesar desafíos tan duros como la pérdida de su hijo Sage en 2012.
En Genial.guru celebremos otra vuelta al sol de esta leyenda del cine mirando al hombre detrás del mito. Te contaremos qué hacía antes de ser famoso, cómo rompió los estereotipos de Hollywood y qué está haciendo hoy, a casi ocho décadas de su muy interesante vida.
Sylvester Gardenzio Stallone nació el 6 de julio de 1946 en Nueva York con una marca que lo ha distinguido toda su vida. Durante el parto, los médicos usaron fórceps con tanta fuerza que le dañaron un nervio en el lado izquierdo del rostro.
Esto provocó una parálisis parcial en el labio, la lengua y el mentón, lo que le dio su característica expresión severa y su modo de hablar arrastrado. No tenía ni una hora de vida y ya estaba enfrentando su primer gran desafío.
Esa herida de nacimiento comenzó a pasarle factura desde muy joven. En la escuela fue víctima de constantes burlas, y con el tiempo se convirtió en un adolescente problemático al que expulsaron de varios colegios. Para canalizar su frustración, Stallone se refugió en el gimnasio y en el mundo del culturismo, buscando confianza en los músculos de su cuerpo.
Tras graduarse de secundaria, se fue a estudiar a una universidad en Suiza, donde trabajó como vigilante de dormitorios, profesor de Educación Física y vendedor de hamburguesas en el campus. Al terminar ese período, regresó a Estados Unidos para estudiar teatro en la Universidad de Miami, pero abandonó la carrera para mudarse a Nueva York.
Una vez en la Gran Manzana tuvo un fuerte golpe de realidad, básicamente no tenía dinero para costearse la vida en la ciudad. Su situación económica se volvió tan precaria, que estuvo durmiendo en terminales de autobuses por un tiempo. Aunque tenía un empleo limpiando jaulas de leones en el zoológico, el dinero simplemente no alcanzaba para costearse un lugar para vivir.
En medio de esa desesperación, Stallone tomó una de las decisiones más dolorosas de su vida: vender a su querido perro Butkus, un bullmastiff que era su único compañero, por apenas 40 dólares. No podía mantenerlo, y verlo partir fue, según él mismo ha dicho, uno de los días más tristes que ha vivido. Sin embargo, todo esto sirvió para crear una de las obras más emblemáticas del cine contemporáneo.
A pesar de las adversidades, Stallone no dejó de escribir. Con hambre —literal y metafóricamente— escribió el guion de Rocky en solo tres días, inspirado en una pelea de boxeo real y en sus propias ganas de levantarse del suelo.
Cuando por fin logró presentarlo a productores, le ofrecieron 350 000 dólares por el libreto, pero con la condición de que el protagonista no sería él, sino un actor de renombre como Ryan O’Neal o Burt Reynolds. Para cualquiera, la oferta habría sido irresistible, pero Stallone, con apenas 106 dólares en su cuenta, la rechazó porque él quería encarnar a Rocky.
Finalmente, accedieron a su exigencia, pero a cambio renunció a su pago como guionista y solo recibió 35 000 dólares por actuar. Con ese dinero, lo primero que hizo fue recomprar a Butkus. El perro no solo volvió a su lado, sino que también terminó apareciendo en la película. Stallone apostó por un acto de fe y así cambió su vida para siempre.
Cuando Sly escribió Rocky, probablemente no imaginaba el impacto que tendría. La película se estrenó en 1976 y además de recaudar más de 200 millones de dólares en taquilla, también fue la más vista del año en Estados Unidos y recibió nueve nominaciones en los premios Óscar.
Stallone fue nominado como actor y guionista, y la cinta ganó el premio a Mejor Película. Un verdadero triunfo para cualquiera, en especial para alguien que hasta hacía poco dormía en una terminal de autobuses.
Ya con un hogar, sus cuentas pagadas, su perro en casa y dinero en el bolsillo, el actor decidió no dormirse en los laureles y seguir avanzando. En 1982 presentó a otro personaje que se convertiría en ícono de la cultura pop: el legendario John Rambo, un veterano de guerra marcado por las cicatrices invisibles del alma.
Con First Blood nació una saga que, más allá de sus explosiones y escenas de acción, mostraba a un hombre solitario tratando de sobrevivir en un mundo que no sabe qué hacer con él. Stallone escribió y protagonizó todas las entregas, reflejando una vez más que un hombre rudo y musculoso también tiene su corazoncito.
Desde entonces, a lo largo de su carrera, Sly ha explorado otros géneros como thrillers cargados de adrenalina como Cliffhanger o Los indestructibles (saga que también dirigió), hasta novelas, comedias y dramas como Cop Land (1997), donde aumentó de peso para interpretar a un sheriff vulnerable y sin poder.
Por lo general, una persona de 79 años de edad estaría acostumbrada a una vida de jubilado, a pasar los días jugando bingo o tomando pastillas para tratar los problemas médicos que vienen con la edad. Pero este no es el caso de Stallone, quien actualmente está tan o más activo que cualquier joven de la Generación Z, mientras sigue disfrutando de las mieles del éxito, esta vez como un rey.
Con más de 50 años de carrera, lejos de encasillarse en los héroes de acción, hoy brilla en la pantalla chica como el rey de Tulsa. En Tulsa King, una serie creada por Taylor Sheridan (Yellowstone), Stallone interpreta a Dwight “The General” Manfredi, un hombre poderoso venido a menos, que tras pasar 25 años en prisión es exiliado por su familia criminal a Tulsa, Oklahoma, donde tiene que comenzar de cero.
Los resultados de esta serie han dejado claro que la presencia de Sly sigue siendo magnética. Tulsa King ha sido un éxito en Paramount+ y ya fue renovada para una tercera temporada.
Mientras continúa con el rodaje, el cumpleañero también hace apariciones en The Family Stallone, donde comparte cámara con sus hijas y su esposa. Además, se ha instalado en su nueva mansión en Florida, desde donde dedica tiempo a pintar, coleccionar arte y disfrutar de sus días en familia.
A sus 79 años, Sylvester Stallone está más vigente que nunca. Detrás de los músculos y los personajes icónicos hay un hombre que ha sabido reinventarse, sanar heridas y disfrutar lo que la vida le ha regalado, sin olvidar lo que tuvo que sacrificar para llegar hasta aquí.
¡Feliz cumpleaños, Sly, y gracias por enseñarnos que la fuerza verdadera viene del corazón!
Y tú, ¿con qué momento de Stallone te quedas? Cuéntanos en los comentarios qué película marcó tu vida o qué enseñanza te dejó este eterno luchador de la pantalla grande.