Lo que más me sorprendió fue lo de Cleopatra
7 Estereotipos molestos sobre el antiguo Egipto que quedaron grabados en nuestras mentes debido al cine
El cine es uno de los promotores más poderosos de la cultura pop, y todo aquello que nos presentan las películas en forma de imágenes e ideas luego queda grabado en nuestra mente. Gracias a varias cintas nacieron una gran cantidad de mitos, incluso en aspectos históricos. Por ejemplo, que un pulgar hacia abajo significaba la sentencia para un gladiador, que los vikingos usaban cascos con cuernos y que María Antonieta dijo: “Que coman pasteles”.
Genial.guru ya habló varias veces sobre mitos en los que las personas creen gracias al cine, y esta vez decidió revelar algunos de ellos que están relacionados con el antiguo Egipto.
Cómo era la reina Cleopatra
Cleopatra es considerada la mujer egipcia más famosa del mundo, y es conocida por su belleza. Sin embargo, al parecer, no podía presumir de una apariencia ideal, ya que la imagen de la reina a menudo se idealizaba durante toda su vida. Los historiadores creen que ella no era hermosa, sino regordeta, con labios finos y una nariz grande con joroba. La poderosa reina muy probablemente fascinó a todos con su encanto, mente aguda y el arte de la oratoria.
Trampas y tesoros incalculables en las pirámides
A los creadores de las películas les encanta llenar tumbas y catacumbas con una gran cantidad de ingeniosas trampas. Y si el héroe pasa por todas ellas, al final del camino, en el “salón principal”, seguramente lo espera un montón de tesoros brillantes. De lo contrario, no habría sentido en entrar a esos horripilantes laberintos antiguos.
Los constructores de pirámides en verdad intentaban mantener seguras las tumbas, pero no tenían la misma imaginación que los escritores. Por ejemplo, junto a la cámara real construían una falsa que ya parecía saqueada para poner a los ladrones en una pista engañosa. También construyeron pozos profundos, de los que no se podía salir. Y, según las palabras del profesor Lehner, el sistema de “trampas primitivas” descubierto en la Gran Pirámide de Guiza era complejo para su época. La entrada a la cámara del faraón fue bloqueada con bloques de granito gigantes, lo que dificultaba la entrada de los ladrones.
En relación con los tesoros, se podía solo soñar: tan solo algunas de las tumbas excavadas por los arqueólogos contenían joyas. En su mayoría, todo lo que se encontró allí fue de valor histórico y cultural, no material.
A la Esfinge le falta la nariz gracias a Napoleón
La Esfinge egipcia es tan conocida como las pirámides de Guiza, y muchos aún se preguntan: ¿cómo es posible que una estatua tan antigua no tenga nariz? La mayoría prefiere creer que el ejército napoleónico aprendía a disparar apuntando precisamente a esta parte de la construcción. Sin embargo, hay imágenes de la esfinge ya sin nariz en una obra de 1755. Y Napoleón nació en 1769, por lo que el comandante claramente no tiene nada que ver con eso. Aún nadie sabe la verdadera causa por la cual la estatua perdió su nariz.
Las pirámides fueron construidas por esclavos
Hasta ahora, lamentablemente existe la opinión de que los faraones construían pirámides para glorificar su grandeza y, después de fallecer, permanecer para siempre en la historia. Por lo tanto, una gran cantidad de egipcios se dedicaron de forma involuntaria a construirlas. Sin embargo, este no fue el caso. Arqueólogos encontraron a personas comunes enterradas cerca de las pirámides, quienes fueron sepultadas con honores especiales. Y se cree que se trataba de trabajadores de diversas profesiones, que fueron bien pagados por este grandioso trabajo de muchos años.
Escritura jeroglífica
Por las películas sabemos que los egipcios escribían exclusivamente en jeroglíficos, que no tenían análogos. Esto es cierto; sin embargo, esta forma de escritura se usaba principalmente solo para inscripciones monumentales y grabaciones de textos sagrados. Pero en la vida cotidiana, se empleaba una forma más simple: la escritura hierática. E incluso para una persona que no es especialista, esta se parece más a la escritura árabe que a los jeroglíficos egipcios habituales.
Maldición del faraón
El mito de la “maldición del faraón” probablemente surgió después del descubrimiento de la tumba de Tutankamón. Según la leyenda, algunos de los arqueólogos que lograron encontrarla murieron después de su apertura. La sociedad empezó a creer en la existencia de una maldición, aunque todos los participantes de la excavación fallecieron por motivos que son comprensibles, sin misticismo alguno. Pero los directores de las películas se enfocaron en este “hecho” y ahora lo utilizan en cualquier producción sobre tumbas y pirámides misteriosas.
Cómo eran los faraones y sacerdotes de Egipto
En los días de los faraones, la vida no era un cuento de hadas en absoluto, ni siquiera para los reyes. Todo estaba lleno de arena omnipresente, piojos, parásitos y muchas otras cosas desagradables, aspectos sobre los cuales las películas no mencionan nada. Esta es probablemente la razón por la que los creadores de cine cometen tantos errores a la hora de filmar la vida de los antiguos egipcios.
Por ejemplo, para demostrar su belleza y estatus, los egipcios usaban pelucas que no todos podían permitirse. Además, muchas mujeres y hombres usaban maquillaje de ojos, ya que los cosméticos de esa época tenían un efecto desinfectante.
En los murales hallados que representan a los faraones y otros dignatarios, vemos a personas altas, majestuosas y hermosas. Las películas alimentan aún más la creencia de que todos los egipcios lo fueron. Sin embargo, dada su dieta (pan, miel y bebidas que contenían levadura) y su estilo de vida, los antiguos reyes de Egipto y los sacerdotes estaban lejos de ser perfectos en apariencia. Lo más probable es que algunos de ellos hayan sido obesos, con mala dentadura y piel, y que incluso hayan padecido de diabetes.
¿Cuáles de estos hechos te resultaron inesperados? ¿Conoces otros mitos sobre el antiguo Egipto que creemos debido a las películas? Si es así, cuéntanos sobre ellos.
Comentarios
Yo sí creía que las pirámides las construían los esclavos
Siempre creí en lo de los jeroglíficos