Buenos consejos para los que se nos dan regular las plantitas
7 Razones por las que tus plantas podrían estar muriendo
Hay algunas personas que dicen tener “manos verdes”, lo que significa que poseen facilidad para manipular y cuidar plantas. Pero hay otras que no cuentan con este “don” y deben esforzarse un poquito más para conseguir que las especies crezcan y florezcan. Si perteneces al segundo grupo y cada vez que llevas una planta a tu hogar esta comienza a morir lentamente sin importar lo que hagas, este artículo es para ti.
Genial.guru recopiló los 7 motivos más frecuentes por los cuales tus plantas de interior podrían estar muriendo y añadió algunas recomendaciones para ayudarte a cuidarlas. Lee hasta el final porque encontrarás un bono con las especies vegetales que son más adecuadas para los que se inician en jardinería.
1. Exceso o falta de luz
Probablemente lo hayas aprendido en la escuela: todas las plantas necesitan luz solar para poder hacer la fotosíntesis y mantenerse con vida. Sin embargo, tienes que saber que tanto la falta de luz como su exceso podrían ser perjudiciales para ellas. Si tus plantas reciben demasiada luz o el sol las toca en forma directa, podrían perder el tono verde de sus hojas, reducir su tamaño, “quemarse” y hasta crecer inclinándose hacia el lado opuesto al sol. Por el contrario, la falta de luz las hará verse débiles y con problemas para desarrollarse.
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Consejo: averigua un poco sobre tu planta para entender qué tipo de luz tolera mejor. Si necesitas exponerla al sol directamente o si debes resguardarla un poco. Además, procura que la luz le llegue en forma pareja a toda la planta para que no tienda a inclinarse hacia la zona luminosa y el resto de sus partes se debiliten.
2. Demasiada agua
El riego es una de las claves del éxito en las plantas. No solo la falta de agua puede matar a las especies de interior, el exceso de riego podría afectarlas seriamente. Como toman oxígeno a través de las raíces, si estas tienen demasiada agua, las plantas se ahogarán. Algunos síntomas para detectar el exceso de agua son: hojas inferiores amarillas, la planta se ve marchita y el suelo se torna verdoso.
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Consejo: para comprobar si tu planta necesita agua, toca la tierra con tus manos y verifica la humedad de la misma. Si está seca, es hora de regarla. Lo mismo puedes hacer con un lápiz: introdúcelo en la maceta y, si sale con mucha tierra pegada, el nivel de agua es el correcto. Si sale seco, deberías ponerle un poco de agua.
3. Hojas sucias
Suele ocurrir que, a la hora de hacer una limpieza profunda en la casa, nos ocupamos de todos los sectores, pero no tenemos en cuenta a las plantas. Si miras cuidadosamente, verás que las hojas acumulan polvo y suciedad. Esto hace que reciban menor cantidad de luz solar, desarrollen menos clorofila y enfermen con el tiempo.
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Consejo: un buen recurso para limpiar las hojas de tus plantas, es utilizar agua. Puedes pasar un paño húmedo o llevar la maceta a la ducha y abrirla lentamente para que todas las hojas reciban algunas gotas de agua.
4. Partes muertas sin podar
Cuando empiezas a notar que la planta tiene algunas hojas con menos color o en tonos marrones, significa que se están secando. Por lo general, se caen solas, pero, si esto no ocurre, es recomendable quitarlas manualmente para que no tapen la luz a los brotes nuevos.
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Consejo: realiza un corte lo más cerca posible de la unión de la rama con el tallo. Si solo una parte de la hoja está seca, solo quita esa parte.
5. Falta de humedad en las hojas
Muchas de las plantas consideradas “de interior” son originarias de las selvas tropicales en donde la humedad es bastante alta. En el hogar, podría suceder que el aire acondicionado o la calefacción sequen el ambiente y dañen a las plantas.
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Consejo: puedes ayudar a tus plantas colocando un poco de agua tibia dentro de un pulverizador y rociando las hojas. Otra opción es colocar un paño humedecido o un recipiente con agua sobre un radiador situado cerca de las plantas. La humedad pasará al ambiente y las favorecerá.
6. Espacio insuficiente en la maceta
A veces puede suceder que nuestras plantas no crezcan porque no tienen espacio suficiente para hacerlo en la maceta. En ese caso, se recomienda realizar un trasplante, es decir, pasarla a una maceta más amplia. A la hora de realizar este procedimiento, hay algunos pasos y consejos a tener en cuenta:
- En primer lugar, elige la maceta adecuada y asegúrate de contar con bastante sustrato.
- En segundo lugar, extrae la planta con cuidado y aprovecha para revisar sus raíces. Probablemente se encuentren un poco compactadas debido a la falta de espacio. Puedes quitarles algo de tierra y desenredarlas para ayudar a la planta a absorber mejor los nutrientes en el nuevo lugar.
- Por último, coloca la planta en su nueva maceta y cúbrela de sustrato hasta enterrar sus raíces por completo. Riégala para humedecer la tierra y colócala en un espacio luminoso durante 2 o 3 días. Luego de este período, ya puedes llevarla a su ubicación definitiva.
7. Plagas
Si la planta tiene las defensas bajas o no recibe los cuidados que requiere, puede verse afectada por las plagas. Algunas de las más habituales pueden ser la mosca blanca (en general, podemos ver sus huevos en la parte trasera de las hojas o puede aparecer una especie de nube blanca al moverla), los pulgones (pueden ser negros o verdes y suelen aparecer cuando el ambiente es seco y cálido) y las cochinillas algodonosas (son insectos que se adhieren a la planta y extraen su savia).
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Consejo: cada plaga tendrá sus propias particularidades y necesitaremos consultar con algún experto en jardinería para combatirla. Sin embargo, los métodos más comunes suelen ser los insecticidas en los casos graves o el agua con jabón en los leves.
Bono: las mejores plantas para principiantes
Si tienes ganas de comenzar a incursionar en el maravilloso mundo de las plantas, pero temes no ser capaz de cuidarlas, a continuación te preparamos una pequeña lista con algunas especies que puedes incorporar a tu hogar y que son muy resistentes y fáciles de mantener.
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Aloe vera: proviene de sitios desérticos o calurosos, por lo que requiere permanecer a temperaturas que no sean menores a los 0°. Puedes ubicarla a pleno sol o en semisombra. Procura colocarla en una maceta de terracota, ya que, al ser porosa, evitará la humedad y favorecerá a la planta. Lo mejor del aloe vera es que, además de decorar tu hogar, posee varios usos medicinales.
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Lazo de amor: también denominada “cinta”, esta planta es por excelencia de interior. Necesita luz media, ser trasplantada 2 veces al año debido a su rápido crecimiento y pulverizar agua sobre sus hojas.
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Sansevieria: es muy popular entre las plantas de interior, ya que se adapta a condiciones en las que otras plantas morirían. Soporta atmósferas secas y cálidas, poca luz, falta de riego y de trasplantes. Sin embargo, a pesar de su adaptabilidad, es conveniente darle los cuidados que necesita: mucha luz, regarla cuando la tierra esté seca y trasplante en el inicio de la primavera.
¿Consideras que tienes “buena mano” para las plantas? ¿Qué otro consejo le darías a un principiante?
Comentarios
Es verdad que no nos fijamos mucho en limpiar bien las hojas de las plantas