8 Clases de decisiones de las que la gente se arrepiente más seguido
Todo el mundo conoce la desagradable sensación de arrepentimiento por una decisión equivocada. Pero si el sentimiento de culpa por un chocolate consumido durante la dieta nos atormenta por un par de horas como máximo, haber elegido un trabajo o una pareja equivocada nos atormenta durante años. Es imposible tomar siempre solo las decisiones correctas, pero sí se puede tratar de cometer menos errores. Hay que entender qué es exactamente lo que nos motiva a tomar una decisión equivocada. Muchas veces es la opinión de otra persona, o el miedo, o nuestros objetivos falsos. Es posible señalar varias decisiones equivocadas típicas, que hemos tomado al menos una vez en la vida cada uno de nosotros.
En Genial.guru recordamos casos de decisiones engañosas que parecían correctas pero que resultaron ser un fracaso. Para mayor claridad, daremos ejemplos de películas famosas, donde los personajes lamentan una elección incorrecta. No repitas sus errores.
La decisión de ser el № 1 en todo
Cuando tratamos de hacer todo a la perfección y solo aspiramos a la victoria, las grandes decepciones son inevitables. Por ejemplo, un atleta que ha recibido una medalla de bronce muchas veces está más satisfecho que el que recibió una medalla de plata. El medallista de plata está desilusionado, porque estuvo muy cerca de llevarse el oro. Un medallista de bronce está contento con su 3er lugar: por lo menos subió al podio. Además, según los estudios, los medallistas de oro son poco menos felices cuando su resultado es ligeramente mejor que el de los medallistas de plata, y más cuando ganan con un margen significativo. Este fenómeno es descrito por el conocido psicólogo William James: "Estamos ante la paradoja de una persona que murió de vergüenza porque se ha convertido en el segundo boxeador o remero del mundo, porque es capaz de vencer a toda la población del mundo menos una persona".
Un ejemplo de perfeccionismo destructivo en el cine es la heroína de Natalie Portman en el thriller "Cisne negro". Estaba obsesionada con el deseo de bailar perfectamente la parte del ballet del Cisne Negro que le resultaba difícil. Al final, logró su objetivo, pero fue su última victoria.
No te reproches los errores pequeños. Y en el proceso de avanzar hacia una meta global, no olvides de disfrutar los logros pequeños.
La decisión que llevó a perder oportunidades
Pueden ser decisiones diarias simples, por ejemplo, faltar a la fiesta de un amigo porque te daba pereza arreglarte. Y luego ver con envidia las fotos felices de tus amigos en esa fiesta en las redes sociales. Y puede haber errores graves, por ejemplo vender por monedas una tierra heredada ("¡De ninguna manera viviré en el campo!"), para entender pocos años más tarde que en realidad sueñas con alejarte del ajetreo de la ciudad.
Para entender la importancia de prestarle atención a tus necesidades verdaderas y las de tus seres queridos antes de tomar una decisión radical, mira la película "Solo un sueño". El protagonista, Frank, se aferraba a su forma de vida habitual y no escuchaba a su esposa, que había visto nuevas oportunidades para su familia en París. Como resultado, perdió a su esposa y ya no pudo hacerla volver.
Los psicólogos creen que, en parte, los remordimientos son útiles: ayudan a comprenderse mejor, dan una pista de lo que podría hacernos felices. Hay que determinar cuál sería la mejor manera de proceder la próxima vez en una situación similar, para evitar dolorosos arrepentimientos en el futuro.
Una decisión tomada bajo la influencia de otra persona
Convertirse en médico porque naciste en una familia de médicos, aunque la medicina nunca te haya gustado. Perder 5 años en recibir educación que no necesitamos porque nuestros padres sueñan con un hijo con un diploma de especialista. Esta posición es, en parte, conveniente: no hay necesidad de asumir responsabilidades. Y, sin embargo, vivir bajo los designios de la mente de otra persona no es la mejor solución. Al ajustarnos a la opinión de otras personas, reprimimos nuestro propio "yo" y no nos damos ni a nosotros mismos ni a los demás la oportunidad de conocernos realmente, nos advierte la psicóloga Ashley Greer.
Un triste ejemplo de este comportamiento es el adolescente Danny en la película "American History X". Admira a su intrépido hermano mayor Derek, un neonazi, e intenta imitarlo. Un día, Derek cambia sus creencias e intenta regresar a su hermano menor a la realidad, pero ya es demasiado tarde.
Antes de sucumbir a la persuasión de un vendedor persistente en una tienda, evalúa si realmente necesitas hacer esta compra o si simplemente te resulta difícil resistirte a la influencia de otra persona.
Decisión espontánea incorrecta
Es lindo de repente irse de viaje que no había sido planificado, o llamar a una tía abuela un día cualquiera en lugar de un día festivo. Pero algunas decisiones espontáneas son insidiosas: pueden conducir a un beneficio momentáneo, pero al final terminarás lamentándolas mucho. Por ejemplo, emborracharse y llamar al ex no es la mejor idea. O ir a un club nocturno, aunque haya que levantarse temprano, y luego sufrir dolores de cabeza durante todo el día en el trabajo.
Y también hay decisiones espontáneas y equivocadas que han arruinado vidas enteras. Un claro ejemplo de eso es la película "Solo una noche". Una pareja de casados se engaña espontáneamente. Algo que no trae más que remordimientos y comprensión de que su matrimonio ya nunca será el mismo.
Si sabes que eres una persona impulsiva, los psicólogos aconsejan determinar en qué situaciones eres más propenso a realizar acciones precipitadas. Así sabrás cuándo necesitas controlarte con más firmeza. Este artículo también puede ayudar en la lucha contra la impulsividad excesiva.
La decisión de ignorar la conciencia
Muchas veces ahogamos la voz de nuestra conciencia. Pasamos junto a una persona tirada en el suelo ("Él mismo tiene la culpa, seguro que está borracho"), no le decimos nada a los padres que le gritan a su hijo. Nos buscamos una excusa, "Si nadie dice nada, yo tampoco", "En mi lugar, cualquiera hubiera hecho lo mismo", pero aún así el sentimiento de culpa nos atormenta por dentro.
"Una sociedad que no conoce los sentimientos de culpa sería la más desalmada y la más peligrosa del mundo", dice el investigador de la psicología emocional, Carroll Izard.
A veces, las personas ignoran su conciencia para obtener un beneficio, y a veces, incluso, están dispuestas a traicionar. Uno de los ejemplos del cine de este tipo de personajes codiciosos es el protagonista de la película "Pactar con el diablo". Kevin defiende magistralmente en los juicios a los peores sinvergüenzas. Al final, comprende las horrendas consecuencias de su carrera por el dinero y la fama, pero tiene una oportunidad mágica de arreglar todo, convirtiéndose en el abogado más honesto. Pero en la vida real puede no haber una segunda oportunidad. Para no arrepentirte de lo hecho, solo piensa en las consecuencias de tus decisiones para otras personas y lo que tu conciencia te dirá si las realizas.
La decisión de probarle algo a alguien
"¡Ya van a ver, ya me van a conocer!" A veces, el ego herido nos hace esforzarnos enormemente para demostrarle a los demás que estaban equivocados con nosotros. Todos conocemos ejemplos de este tipo de comportamiento: un adolescente trata de ganar autoridad en su entorno mediante un comportamiento descarado y "cool"; una mujer abandonada y ofendida hace todo lo posible para que su ex novio lamente que la haya dejado.
Demostrándole algo a otras personas nos esforzamos mucho para crear una imagen ideal que puede no corresponderse con la realidad. Es mejor gastar estas fuerzas en lo que realmente necesitamos, en cumplir nuestros propios deseos, y no los de los demás, aconsejan los psicólogos. Mientras tratamos de demostrarle algo a otra persona, prácticamente vivimos para esa persona. Por eso, solo hay que demostrar el valor propio a uno mismo.
Una buena lección de esto nos da el personaje de Julia Roberts en la película "La boda de mi mejor amigo". Julianne lucha para convencer a su amado de que ella es mucho mejor que su nueva pareja. Pero al hacerlo, solo le causa dolor. Menos mal que al final tuvo la sabiduría para dejarlo ir y comenzar a vivir su propia vida.
Una decisión dictada por el miedo
Permanecer en el trabajo odiado por temor a no encontrar nada mejor, quedarse atascado en una relación tóxica por miedo a la soledad, retirarse de la competencia por temor a perder... Al negarte a nuevas posibilidades, piensa: ¿realmente no lo quieres o tu miedo ha decidido por ti decir "no"?
Recuerda a Daisy en el libro (y la película) "El gran Gatsby", que no se atrevió a contradecir la voluntad de sus padres y se casó con un hombre que no amaba. Cuando nuevamente tiene la oportunidad de encontrar el amor, sigue eligiendo una vida infeliz pero acostumbrada por miedo a perder su posición. El destino de Daisy no es envidiable, a pesar de la riqueza.
El psicoterapeuta Joseph Burgo explica en su artículo cómo superar los temores que impiden avanzar. No tengas miedo de cambiar algo y no esperes el momento adecuado para hacerlo. Puede no llegar nunca. No pierdas el tiempo en vano, empieza hoy mismo a dar pequeños pasos a los cambios añorados.
La decisión de vivir como si no hubiera un mañana
Está bien disfrutar el momento, pero también es importante pensar en tu futuro y aprender a planificarlo. Los despreocupados descontrolados son ideales en las fiestas, pero muchas veces su vida diaria no está organizada. Cambios constantes de trabajo, deudas, falta de pareja confiable... Un día, esas personas se sorprenderán al darse cuenta de que todos sus conocidos han madurado y están avanzando, mientras que ellos están atrapados en un punto.
Los psicólogos llaman la negación a crecer "el síndrome de Peter Pan". Los signos típicos son irresponsabilidad, no reconocimiento de los errores propios, exigencia de amor pero incapacidad de darlo, emociones demasiado fuertes.
El comportamiento irresponsable bajo el lema "¡Solo vivimos una vez!" se muestra mucho en las comedias juveniles. Por ejemplo, la película "Proyecto X" cuenta la historia de un adolescente que hizo una gran fiesta en la casa de sus padres, invitando a todo el barrio. Naturalmente, las consecuencias de la fiesta fueron las más deplorables, aunque haya convertido a los chicos en estrellas locales. Es una lástima que en la edad adulta hacer una fiesta no sea suficiente para convertirse en una persona respetada.
Bono: una técnica sencilla para tomar la decisión correcta
La popular periodista Susy Welch en su libro "10 minutos, 10 meses, 10 años" describe la sencilla regla 10-10-10 que te ayudará a tomar una decisión difícil.
Hazte 3 preguntas:
- ¿Qué pensarás de esta decisión 10 minutos después?
- ¿Qué pensarás de esta decisión después de 10 meses?
- ¿Cuál será tu reacción a esto dentro de 10 años?
Esta técnica te mostrará las consecuencias de tu elección a largo plazo, y la decisión que tomes será consciente.