8 Datos aparentemente extraños sobre los viajes de la familia real británica (Aunque llevar su propia sangre en la maleta es comprensible)

Famosos
hace 5 años

Ya escribimos sobre algunas de las peculiaridades que forman parte de los viajes de la realeza británica en otro artículo. Pero quedan muchos protocolos con respecto a otras cuestiones: el equipaje, comida, lo que es necesario llevarse con uno mismo de viaje, cuánto tiempo pasar en un evento y cuánto de vacaciones. Algunos de estos parecen incluso absurdos, sin embargo, las razones de su aparición son bastante comprensibles y lógicas.

Genial.guru elaboró una lista de normas raras, pero aun así, del todo necesarias, que siguen a rajatabla los miembros de la familia real británica en sus viajes. Nos apresuramos a compartirlas contigo.

1. Sus viajes son aburridos y cortos

Los príncipes, los duques e incluso la propia reina solo pueden soñar con viajes frecuentes con paseos, excursiones y encuentros en cafeterías. Obviamente, por su posición, pueden permitirse visitar cualquier lugar del mundo, pero aun así, no son tan envidiables como parece. La mayor parte de su tiempo, los miembros de la familia real lo pasan en reuniones oficiales y tienen programado cada minuto, incluida la hora en la que deben abandonar el acto y subirse al auto. Y para visitar los lugares más famosos del mundo, a menudo, disponen solo de 40 minutos.

2. Llevan consigo su propio alcohol

Esta norma se introdujo hace varios siglos. Por su propia seguridad, los monarcas nunca compran alcohol en el extranjero, no beben en bares y llevan de viaje sus propios suministros desde la bodega real, según sus propias preferencias. Por ejemplo, el príncipe Carlos y su esposa trasladan con ellos vino tinto y gin-tonic.

3. Y dos conjuntos de atuendos

La asistente personal de la reina y su estilista Angela Kelly siempre llevan de viaje dos atuendos idénticos para Isabel II. Esto responde al hecho de que la reina siempre, y en todas partes, debe lucir impecable. Puede ocurrir cualquier cosa, pero la monarca debe cambiar de atuendo de una manera rápida y pasando desapercibida para los demás. Por supuesto, no debe haber manchas, agujeros y arreglos del traje cosidos.

4. Y también siempre meten en la maleta un traje negro

La reina Isabel II, el príncipe Felipe y la duquesa de Windsor cerca del castillo de Windsor, el 5 de junio de 1972, tras el funeral del duque de Windsor.

El equipaje de los monarcas siempre cuenta con un traje negro a mano. Y esto no es así en base a llevarlos en actos oficiales, sino una medida especial en caso de que alguno de sus seres queridos falleciese mientras están en el extranjero. Entonces, al regresar, todos estarán vestidos de manera apropiada.

Esta norma se introdujo después de que, en el año 1952, la reina Isabel II se encontrase en África y se enterase del fallecimiento de su padre. Al regresar a su patria, tuvo que esperar en el avión hasta que le trajeron un atuendo de color negro para el luto.

5. Y un suministro de su propia sangre

Quizás, la cosa más inusual del equipaje de la familia real. Atendiendo a las reglas del protocolo, llevan un suministro de sangre a cada país al que se dirigen. Esto lo hacen para que, en caso de emergencias durante el viaje, puedan suministrársela. Además, un médico debe permanecer cerca para realizar la transfusión, por lo que cuentan con uno personal que siempre viaja con los miembros de la familia real.

6. Van acompañados por toda una comitiva de asistentes

Los miembros de la familia real británica llevan consigo todo un séquito de asistentes, sea donde sea el lugar de destino. Secretarias, peluqueros, guardaespaldas, estilistas, niñeras: todos a los que necesiten durante el viaje, sin duda alguna, irán con ellos. El séquito de la reina cuenta con 34 personas, los duques de Cambridge, unas 10. Meghan y Harry son los más modestos: van acompañados por varios traductores y un estilista personal.

7. Deben saber saludar a las personas en todos los idiomas del mundo

Siendo representantes de la monarquía británica, los miembros de la familia deben aprender los saludos básicos en los idiomas correspondientes de los países a los que se dirigen. Y también deben conocer y demostrar que cumplen las reglas de etiqueta del país que se visita. Siempre cuentan con ayudantes que los preparan con antelación para un viaje importante. Y también, en todos los viajes al extranjero, van acompañados de traductores, nativos del país, al objeto de evitar pausas en las conversaciones y dar respuestas a cualquier pregunta de la manera más oportuna.

8. Un menú individual para cada miembro de la familia

Los empleados de palacio acuerdan de antemano los requisitos de la comida para los monarcas con los chefs extranjeros. No se puede añadir ajo y demasiadas especias (para la frescura del aliento de la reina), no debe haber mariscos y otros platillos que puedan provocar intoxicación o malestar. Isabel II mantiene en secreto su platillo favorito porque está convencida de que, si lo cuenta, en todas partes empezarán a prepararle solo este.

¿Crees que es difícil ser miembro de la familia real británica, a pesar de toda su riqueza?

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