Yo intento no cometer ninguno de estos errores
8 Errores de crianza de los padres, que un hijo mayor recordará toda su vida
Mucha gente sueña con una familia grande y unida. Pero la aparición de un recién nacido no solo es un evento alegre, sino también muy emocionante, asociado con muchas preocupaciones. Y el hijo mayor, al igual que los adultos, puede enfrentar ciertas dificultades. Es importante que las madres y los padres estén atentos a esos momentos, para que el primogénito se acostumbre rápidamente a los cambios en la familia y se desarrolle una buena relación entre los niños.
Genial.guru estudió las opiniones de psicólogos, padres e hijos mayores y descubrió qué errores cometen con mayor frecuencia los adultos en relación con sus primeros niños.
No preparar al niño para la llegada de un hermano o hermana
La noticia de que los padres pronto tendrán un bebé puede ser un verdadero shock para un niño. Él era el centro de la familia, todos se preocupaban solo por él, y de repente aparecerá alguien más contra quien tendrá que luchar por el amor de los adultos. Muchos hijos piensan que sus padres decidieron buscar un reemplazo para ellos, por lo que comienzan a odiar a su futuro hermano o hermana de antemano.
Por lo tanto, es muy importante hablar con tu primer hijo sobre la llegada de un nuevo bebé. Explícale que este evento tendrá muchas ventajas para él. Por ejemplo, ahora siempre tendrá a alguien con quien jugar. También podrá enseñarle mucho al pequeño, y será un ejemplo para él. Y, por supuesto, debes convencerlo de que tu amor será suficiente para todos.
No respetar los límites personales
Con la aparición de un recién nacido, muchos problemas recaen sobre los padres, y no siempre es posible para ellos notar que algunas de sus acciones no respetan los límites personales de su primer hijo. Por ejemplo, los adultos pueden pedirle que comparta sus juguetes y ropa con el más pequeño, y cuando el bebé crezca un poco, que lo lleve siempre que salga a algún lugar. Pero el mayor puede querer estar solo con sus amigos.
Cuando los padres obligan a su hijo a ignorar sus sentimientos todo el tiempo y a hacer lo que le indican, el niño deja de confiar en sí mismo, duda de su valía y se convierte en un adulto inseguro.
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Les enseño a mis hijos que hay juguetes y cosas comunes, y que hay pertenencias personales. Todos tienen un juguete favorito y no están obligados a compartirlo, es solo suyo. Incluso si te lo piden mucho, si no quieres prestarlo, no tienes que hacerlo. © FRIKADELECHKA / Pikabu
Cambiar las costumbres familiares
El nacimiento de un bebé es un acontecimiento importante y alegre que, lamentablemente, no se produce sin estrés. La ansiedad tampoco pasa por alto al niño mayor, por lo que el papel de las agradables tradiciones familiares se vuelve incluso más importante. Si los padres siempre le leían un cuento de hadas a su hijo antes de acostarse, se cepillaban los dientes juntos y cantaban canciones, no deben abandonar esas actividades por completo.
Las costumbres familiares unen a los parientes y ayudan a que cada miembro de la familia se sienta importante. Además, le dan al hermano o hermana mayor la oportunidad de adaptarse y entender que, a pesar de los grandes cambios, nadie le quitará su cuento de hadas antes de dormir.
Comparar a los niños entre sí
Cuanto mayor se vuelve el niño, tanto más a menudo defiende los límites de su personalidad y más conflictos tiene con los demás. En esos momentos, los padres suelen sentirse tentados a decir: “¿Por qué no puedes ser tan obediente como tu hermana pequeña?”. Pero comparar a los niños no es una buena idea.
Investigaciones mostraron que este comportamiento en los adultos afecta negativamente la salud mental tanto de los que son elogiados como de los criticados. Un niño puede estresarse por las expectativas infladas de los padres, mientras que otro puede sentir que algo está mal con él. Esto conduce a relaciones tensas entre los hijos.
Tratar al niño como un “pequeño adulto”
A menudo se espera que un niño mayor sea independiente, ayude en la casa y con los hijos más pequeños. Pero la tarea principal de cualquier niño es crecer y desarrollarse, y no cuidar de otros. Hay que pedirle ayuda, pero demostrarle que ser mayor no es un castigo, sino un privilegio. Por ejemplo, puedes dejarlo ir a la cama media hora más tarde o permitirle salir al cine con sus amigos.
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Soy el mayor de 4 hermanos. Uno de los grandes errores que cometen los papás es traspasar algunas de las obligaciones de crianza al hijo mayor. Hay mucha responsabilidad (como la de los padres), pero claramente hay menos derechos y estatus (como los de un niño). Al final resulta que a los 10 años ya eres “un adulto” y el responsable de los menores, pero después de media hora “todavía eres pequeño”.
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Otro error es dar demasiadas tareas domésticas. Una vez, en la escuela primaria, después de las vacaciones, en clase nos entregaron hojas donde podíamos escribir nuestros deseos en un dibujo de una flor de siete colores. Fui uno de los primeros en escribir: “Quiero descansar”. Yo era el único niño de la clase que estaba cansado después de las vacaciones. Esto fue informado a mi mamá. Comenzó a darme más tiempo libre y sentí su cuidado. Finalmente se dio cuenta del hecho de que no solo era un cómodo “ya parece grande”, sino también un niño.
Ser indiferente emocionalmente
A veces, a los papás y a las mamás no les queda la fuerza necesaria para prestar la misma atención tanto al recién nacido como a su otro hijo. Los padres pueden tener miedo de descargarse con su primer niño, por lo que comienzan a ignorarlo. Pero este comportamiento de los adultos es muy peligroso. Debido a esto, en el futuro, a los hijos puede resultarles difícil comunicarse con los demás, acercarse a ellos y mostrar sus emociones.
La mejor manera de salir de esta situación es explicarle al niño que estás muy cansado y que cuando el más pequeño crezca un poco, requerirá menos cuidados. Mientras tanto, el primogénito puede pensar en alguna frase que dirá si se siente solo y quiere atención, y sabrá que recibirá tu ternura en respuesta.
No pasar tiempo a solas con el niño
Médicos aseguran que la comunicación uno a uno entre los niños y los padres ayuda al desarrollo saludable de los pequeños, aumenta su confianza en sí mismos y su capacidad de aprendizaje. Al mismo tiempo, expertos enfatizan que no es la cantidad de tiempo que pasan juntos lo que importa más, sino su calidad.
Esta comunicación es especialmente importante para un niño en momentos de estrés. Cuando mamá o papá encuentran una manera de socializar con sus hijos, esto los ayuda a sentirse especiales.
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¡El principal consejo para los padres es separar a los niños! Deja que pasen tiempo contigo por separado. Sal a caminar una vez a la semana solo con uno, y luego con el otro. Así satisfarán sus necesidades de comunicación personal contigo, y será interesante para ti escuchar qué cosas quieren confiarte. Cuando mi hija mayor salió a pasear conmigo por primera vez en mucho tiempo, simplemente caminó tomada de mi mano, mirándome a los ojos. Luego, después de un largo silencio (ella se queda callada solo cuando duerme, y ni siquiera siempre) dijo: “Mamá, es tan genial estar solo contigo”. Después de la comunicación uno a uno, el problema de los celos de los niños desapareció. © Anarchy49 / Pikabu
No elogiar a los niños cuando se llevan bien entre ellos
Criticar es más fácil que elogiar, pero un aliento sincero ayudará al niño a desarrollar la autoestima y habilidades de comunicación, asegura la doctora y antropóloga Gwen Dewar. Si los pequeños se sienten apoyados y comprenden que los padres son felices cuando ellos encuentran un idioma común entre sí, querrán hacerlo con más frecuencia.
¿Qué dificultades enfrentaste tú cuando tuviste otro niño? ¿Eres el hijo mayor de la familia y tienes algo que compartir de tu experiencia?
Comentarios
Por desgracia los padres cometemos varios de estos errores
Un artículo genial para que los padres aprendamos
A mí siempre me comparaban con mi mejor amiga
Me parece básico preparar al hermano mayor para el nacimiento del bebé