8 Secretos que querías preguntarles a los hoteles, pero tenías miedo de hacerlo
Revisa alrededor de la esquina. Debajo de la cama. Espera, ¿qué es lo que se esconde ahí? Se supone que los hoteles son tu hogar lejos de casa, pero ¿sabes qué secretos guardan? Esto es lo que ningún miembro del personal ni el director te diría jamás... Algunos propietarios de hoteles son muy supersticiosos con el número 13, o saben que los huéspedes podrían serlo. Sea cual sea el caso, ¡es posible que la habitación 13 o toda la planta 13 esté ausente por completo! En Asia Oriental, se puede decir lo mismo del número 4.
Puedes conseguir fácilmente una habitación de mayor categoría sin ningún cargo adicional si tienes un cumpleaños, un aniversario o una boda. Solo tienes que llamar con antelación y avisarles del próximo evento. Puede que estés revisando la cama en busca de manchas y bichos, pero probablemente estés pasando por alto lo más sucio de la habitación: el control de la televisión. No se desinfecta entre huéspedes. Ponlo en una bolsa de plástico para sándwiches antes de usarlo (hay muchas otras cosas sucias en esa habitación, pero ya hablaremos de ellas más adelante...).
Todos los hoteles tienen un lugar donde el servicio de limpieza almacena las cosas olvidadas. Los objetos que se pierden con más frecuencia son cargadores de teléfono, pero se han hecho descubrimientos más interesantes: dientes postizos, ojos de cristal, ¡e incluso cajas de gusanos! Si nadie viene por estos extraños tesoros al cabo de 5 o 10 años (¡sí, son lo suficientemente amables como para esperar!), las limpiadoras sortean los objetos perdidos entre ellas. Algunos de los más lujosos pueden tener cámaras ocultas incorporadas por razones de seguridad. El lugar más habitual para ello son las mirillas de las puertas. Por eso, siempre hay que poner un trozo de cinta adhesiva o masilla sobre la de la habitación.
¡Pero las cámaras ocultas en la habitación en sí no están bien nunca! Para revisar el lugar, apaga la luz del techo y enciende la cámara frontal de tu teléfono. Escanea lentamente la habitación: tu cámara frontal captará su luz infrarroja. Los puntos más comunes son los que están cerca de la cama y el baño, así que revisa bien esas zonas. Los propietarios de los hoteles suelen dejar que sus amigos y familiares se alojen gratis. No lo sabrías, ya que suelen marcharse antes de que comience la temporada alta. Los empleados y el personal de limpieza también pueden beneficiarse de algunas ventajas: guardan toallas, pantuflas, batas de baño y champús.
¡Pero lo que quizá no sepas es que a las cadenas hoteleras les parece bien que te lleves cosas de la habitación! Papelería, artículos de aseo, tazas de café, paraguas, cualquier cosa con su nombre y logotipo. ¡Esto servirá de publicidad gratuita cuando te lleves estos objetos! Esas hermosas y brillantes verduras y frutas cerca de la entrada del restaurante del hotel no son solo una decoración: ¡engañan a tu cuerpo para que se sienta lleno incluso antes de que te sirvan el plato! Comes menos, ¡y la empresa ahorra dinero! Puede que te regalen botes extra de gel de baño u otros artículos de aseo, ¡pero hay algunos que te cobran por tomar demasiada comida durante el desayuno bufé! Para no molestar a los cocineros con la cantidad de comida desechada, ¡algunos hoteles de ciertos países hacen pagar a sus huéspedes por todo lo que queda sin comer en el plato!
Ninguna cadena hotelera te dirá voluntariamente cómo conseguir el mayor descuento para su estancia. Así que, si tienes un presupuesto limitado, haz una reserva después de las 6 p. m. Es entonces cuando el departamento de ventas intenta vender todas las reservas canceladas en el último minuto. Eso significa a menudo reducir el precio, ¡a veces a la mitad! El primer domingo del mes es el mejor momento para registrarse. Los veraneantes se están marchando y los viajeros de negocios aún no han llegado, por lo que la mayoría de las mejores habitaciones estarán disponibles. Para conseguir la mejor opción... Utiliza un servicio especial llamado en inglés rooming. Puedes ver todo lo que hay en el hotel y elegir la habitación que más te guste. Pregúntale al recepcionista.
No hablarán voluntariamente de otros servicios gratuitos si no se lo pides. Cargadores de teléfono gratuitos, planchas de pelo, agua embotellada y juegos de mesa son algunos de ellos. También pueden pedirte un traslado, reservar entradas para un concierto o el teatro y despertarte a una hora determinada. Los hoteles pueden rechazar que te registres, ¡aunque hayas pagado la reserva por adelantado! Pueden cancelar tu reserva si no te presentas antes de las 6:00 p. m. Si algo te retrasa en el camino, llama y avísales con antelación. Incluso si llegas a tiempo, ¡IGUAL pueden negarte la habitación! Suele ocurrir cuando el hotel tiene exceso de reservas. En ese caso, pueden redirigirte a otro. Y lo que es más sorprendente, las posibilidades de que esto ocurra dependen de quién seas: los jóvenes solteros, las parejas y los grupos de amigos suelen ser rechazados antes que una familia o una mujer mayor sola. Esto se debe a que el primer grupo suele ser más flexible en cuanto al movimiento inesperado.
Antes de abalanzarte sobre ese minibar, será mejor que revises si esas bebidas están selladas. Los trabajadores de los hoteles dicen que han tenido casos en los que los huéspedes terminaron todas las bebidas suministradas, ¡y luego llenaron las botellas con agua del grifo para evitar pagarlas! Chsss, no lo escuchaste de mí... Las grandes cadenas suelen tener su propio transporte especial para reunirse con invitados importantes o moverse por la ciudad. Sus propios taxis suelen ser más baratos que los de la ciudad, así que, si quieres ahorrar algo de dinero, consulta el coste de su transporte en la recepción. ¡Pero no le pidas al recepcionista que te recomiende dónde deberías ir a comer! El empleado te indicará un lugar local que les pague por las recomendaciones, ¡aunque ahí sea excesivamente caro e insípido!
Los huéspedes no pagan realmente por la habitación en sí, sino por la ubicación del hotel. La proximidad al aeropuerto, a la playa, al centro de la ciudad y a los lugares de interés turístico famosos te costará una cantidad adicional. Sí, ¡incluso si no tiene ninguna estrella y las condiciones del interior no son buenas! Piénsalo dos veces antes de entregar las llaves al servicio de estacionamiento. ¡Se han dado casos en los que los trabajadores del hotel se han llevado un carro caro a dar un paseo e incluso lo han filmado! ¿Mi auto? No... ¡Una persona famosa podría estar alojada en la habitación de al lado! Nadie lo sabría, ya que se ponen nombres inventados para ocultar su identidad. Para el resto de la gente común, ¡eso no está permitido!
Solicitaste una habitación individual con una cama grande y una buena vista de la playa. Lo que obtuviste: una con dos camas pequeñas y una bonita vista de una pared de ladrillos. Esto ocurre siempre. Pero se supone que deben darte una compensación o algún servicio gratuito para compensar la diferencia. Conoce tu derecho a esto si el gerente no te lo ofrece. ¡La caja fuerte de tu habitación puede ser de todo, menos segura! Si tienes objetos de valor, pide al recepcionista que los ponga en la caja fuerte principal del hotel. Este lugar suele ser mucho más seguro, ya que no todo el personal tiene acceso a ella. Aunque las sillas y sofás del hotel parezcan limpios, ¡espera a ver uno bajo el microscopio! No te sientes en ellos sin antes poner una toalla o manta. No sabes si el huésped anterior a ti tenía los pies sobre el mueble.
Y sus pies seguramente estarán sucios, ya que las alfombras de las habitaciones rara vez se lavan, tal vez una vez al año o incluso menos. Dicho esto, no camines descalzo sobre ellas. Si usas pantuflas o te dejas los zapatos puestos, asegúrate de poner gorros de ducha en las suelas cuando los metas en la maleta antes de salir. Lo mismo ocurre con la cama: antes de tumbarte en ella, debes saber que el personal de limpieza puede lavar las sábanas entre los huéspedes, ¡pero no esa preciosa colcha llena de gérmenes! Tampoco toques los vasos. Incluso si se limpian, es probable que sea con el mismo paño utilizado para limpiar otras superficies. ¿Por qué? Porque...
El personal solo dispone de 20 a 30 minutos para limpiar completamente cada habitación, por lo que debe hacerlo rápidamente, no a fondo. Cosas que a menudo se pasan por alto: los interruptores de la luz, las manijas de las puertas y de los cajones, el control remoto... aunque parezca mentira, son las cosas que más se tocan. ¡Los expertos han descubierto que estos objetos tienen tantos gérmenes como el inodoro! Solución: ¡lleva siempre muchas toallitas antibacterianas! Y si preguntas por las prácticas de limpieza del hotel, recuerda: “limpiar” no significa “desinfectar”. Escoge sabiamente tus palabras, ¡y no le des al gerente una escapatoria! Si aprendiste algo nuevo hoy, ¡dale un “me gusta” al video y compártelo con un amigo! Y aquí tienes otros videos interesantes que creo que te gustarán. Haz clic a la izquierda o a la derecha, ¡y quédate en el lado Genial de la vida!